sábado, 17 de mayo de 2014

Mayo 17 de 2014.


“Reflexiones sobre los años que transcurren”


Hoy que arribo a otro año más de vida, primero que todo quiero dar gracias a Dios por permitirme llegar a este nuevo aniversario con positivismo, alegría, salud y bienestar; segundo, dar reconocimiento a mi familia quienes, como la rosa de los vientos, me dan la guía y el estímulo para seguir hacia el norte; y tercero, no olvidar a mis amigos a los que he cultivado con el tiempo, que aunque muchos no lo crean, cuando uno descubre los verdaderos son un factor de ayuda importante en esta edad, pues al compartir con ellos esa amistad desinteresada, tertulias y rememorar los momentos felices que juntos pasamos y compartimos en los años mozos de nuestras vidas, dan una inyección de vitalidad, motivación y esparcimiento.
Doy Gracias a Dios, además, por permitirme ver y participar de esos cambios que han ocurrido en el mundo al través del paso de mis años, como también de los que  nos está imponiendo la vida moderna de los cuales afortunadamente no me he dejado absorber, razón por la cual no incluyo en mi vida palabras de moda como estrés, acelere, problemas somáticos, consumismo y sobre todo vacuidad, entre otras.
Los eruditos dicen: “la madurez viene con la experiencia, no con la edad”. Y aunque yo pienso que estas dos expresiones son afines, gracias a Dios poseo algo de las dos, las cuales me han dado enseñanzas de veracidad y conocimiento para esbozar y tocar ciertos temas basado en las vicisitudes por las que mi vida ha transcurrido.
Para empezar, veo con asombro cómo la tecnología está cambiando este mundo, convirtiendo a muchas personas - sobre todo a los adolescentes - en unos idiotas robotizados a los cuales el cerebro y la inteligencia se les trasladó a un par de pulgares con los cuales, con la cabeza baja haciéndole venia a la susodicha, manejan su constante diaria, situación y posición que les impide ver lo que ocurre a su alrededor, no dándose cuenta de los abusos que los productores de esos juguetes cometen, ni de los abusos de los gobiernos de turno que se aprovechan de esa distracción para sacar avante sus bellaquerías; por esa indiferencia, como decimos en Antioquia, vamos de culo para el estanco.
Yo recuerdo que durante mis años de estudio ( décadas de los 60 y 70, éstas acciones me costaron la expulsión de la Universidad de Antioquia) ante cualquier acto desleal del gobierno o intromisión internacional que atentara contra la familia, el pueblo o la soberanía de la nación, el estudiantado a nivel general, con las universidades Nacional, Antioquia y la UIS de Santander a la cabeza, éramos los primeros en salir a protestar y hacernos sentir como fuerza viva nacional. Pero hoy los educandos, por estar en un paseo muy diferente al que les compete como forjadores del futuro de la patria, los gobiernos los pisotean, los degradan, los abofetean y ellos tranquilos manipulando las maquinitas que les inventaron para que no vean la realidad, maquinitas que les perfeccionan frecuentemente para que estén actualizados y no pierdan esa capacidad robótica que no los deja pensar.
Es triste y nada motivante ver como esta juventud bajo las presiones de esta sociedad consumista, propaganda mediática y la tecnología actual, se están desligando familiarmente en donde ese amor y calor de hogar presidido por los padres se ha perdido, lo mismo que el diálogo. Son muy pocos los jóvenes que se atreven a interactuar con un adulto, porque su léxico, debido  a que no leen y  poco les interesa el idioma, es muy reducido en palabras lo que les da únicamente para conversar con los mismos de su especie. Nosotros, como adultos mayores, desde la tribuna y con un disco duro antiguo lleno de aplicaciones, tal vez obsoletas para algunos
pero que nos han servido para manejar la " letra menudita" con la que enredan a los incautos como la malicia, la deducción, la inventiva, el cálculo el ingenio, el romanticismo la picaresca y la lógica entre otras, con un periódico o un libro debajo del brazo, observamos con paciencia adonde irán a parar las cosas.
Está bien que el dinero es bueno y nos da la capacidad económica para comprar muchas cosas, pero es doloroso ver en la actualidad la vehemente idolatría por él, que no les permite a muchos visualizar la palabra “ambición” como palabra positiva que conlleva proyectos, por tener en mente la palabra “codicia” que es hacer dinero fácil sin hacer nada, situación que nos está llevando a la degradación de la sociedad en donde los valores morales ya no se respetan, empezando por la integridad física y la vida que nos son despojadas por un mísero celular o por la intolerancia de algunos bárbaros, que por el solo hecho de ver un contrario portar una camiseta alusiva a algún equipo de fútbol arremeten contra él con nefastas consecuencias; esto sin contar los frecuentes feminicidios, violaciones, arrojos de ácido en la cara, entre otras barbaries.
Y mientras esto sucede, para contrarrestar, al futuro de este país lo deleitan con el pan y circo que les ofrece el gobierno de turno, distractores que ellos saben manejar a la perfección para entretener la plebe, como el fútbol, los conciertos, reinados, festivales etc, sumándole a esto, los aparatos tecnológicos modernos que a diario les inventan para su entretención mientras que aquél, con los politiqueros de turno a la cabeza, se aprovechan de la situación para desangrar y vender el país a las multinacionales y a otros gobiernos con los famosos TLC, sin importarle las consecuencias y con tal de sacar una buena partida.
Nos jodimos en este país en donde los padres y profesores pasaron a un segundo plano en autoridad, dignidad y gobierno, pues con los formatos educativos importados están dando al traste con la buena marcha de la familia; hay colegios en donde reinan la permisividad y la indisciplina entre - otras falencias - que estamos facilitando y en donde ya estamos viendo que para conseguir el amor y el buen desempeño de los hijos en las aulas hay que comprarlos con dádivas. Menos mal que ya han muerto muchos abuelos porque cuán decepcionados  estarían.
Con tristeza y nostalgia por los mejores tiempos vividos, vemos como cada día los males modernos llámense corrupción, intolerancia, homicidios, robos, delincuencia juvenil, droga y pandillas se apoderan de pueblos y ciudades, a veces con la anuencia de ciertas autoridades, en un país en donde la justicia cojea pero solamente le llega a los menos favorecidos que no tienen la capacidad económica de comprar conciencias, como si la tienen los “ladrones de cuello blanco” quienes al ser elegidos por el mismo pueblo y con el patrocinio del gobierno hacen de las suyas unidos por un concubinato alevoso y artero.
Desafortunadamente esto es lo que muchos quieren vivir. Y mientras todo eso sucede, nos mandan un mundial de fútbol como el paliativo y estimulante amnésico, que nos invita a olvidar la triste realidad de lo que está pasando.
Afortunadamente, a nuestra edad ya somos conscientes de todas esas situaciones cuya solución la dejamos en manos de las juventudes nacientes. Ya nosotros hicimos y vivimos en un alto porcentaje lo que teníamos que hacer y vivir llegando por lo menos hasta el día de hoy, gran reto que tendrán que afrontar los componentes de esta nueva generación a los cuales les va a quedar difícil llegar hasta donde nosotros hemos llegado, pues con su apatía por los problemas del país, su facilismo delicioso y su amor por la plata fácil, vemos que el futuro del país no será nada halagüeño. Y agrego: sin autoridad y respeto, las cosas nunca han funcionado.
Sólo me resta pedir a Dios continuar con la calidad de vida que trato de llevar, tolerancia y mucho respeto por los demás, convivencia que me ayudará a compartir unos días más de paz  y tranquilidad, burlando la enfermedad y la terquedad, palabras que tenemos que superar si queremos tener una vejez gratificante.
Y como complemento a una buena calidad de vida, una buena copa de vino.

Carlos Javier Londoño O.

domingo, 11 de mayo de 2014

 Mayo 2 de 2014
¿Será que si puede haber paz?

Basado en la lectura de  algunos documentos periodísticos y de varios artículos sobre el tema, escribo esta crónica con el estilo que siempre me ha caracterizado y es el de llamar  a las cosas por su nombre.
Como en la mayoría de los desastres, masacres, accidentes y situaciones de riesgo que ocurren en el territorio colombiano en donde sólo se toman los correctivos una vez ocurridos los hechos - parodiando a García Márquez - ésta es la crónica de  una masacre anunciada, de la que el gobierno ya estaba  enterado de que iba a suceder, según lo denunciado por  la Comisaria del Pueblo del Chocó ante  el Ministerio de Defensa, la policía y el ejército nacional,  ocho días antes de los hechos. 
Eran  pasadas las 6 de la mañana  del amanecer del día 1 de mayo de 2002 en la comunidad de Bellavista, en Bojayá - Chocó, cuando se escucharon los primeros disparos por el enfrentamiento armado que comenzaba en la población de Vigía del fuerte, entre el bloque 58 de las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia Farc-ep, comandadas por Jhover Man Sánchez alias “el manteco” y las autodefensas de Colombia Auc con su bloque Elmer Cárdenas, comandado por Freddy Rendón Herrera alias “el alemán”, conflicto que posteriormente se trasladó al otro lado del rio en la comunidad de Bellavista, población víctima de la tragedia.
Las Auc atrincheradas en el área urbana y las Farc en la periferia  de la población, se tranzaron en un duelo a muerte  por la disputa del territorio, control de la zona que les daría autoridad y poder, pues el acceso al rio Atrato era de vital importancia para cualquiera de los dos grupos, como corredor para las rutas del narcotráfico  y para el tráfico de armas y pertrechos llegados de Centroamérica.
Los habitantes como forma de resistencia pacífica para protegerse y resistir la situación, se habían declarado actores neutrales en el conflicto, razón por la cual cuando se inició el combate, buscaron refugio y protección  en la casa cural, en la iglesia y en el convento de las hermanas misioneras agustinas supuestamente,  como sitios de respeto y seguridad.
Más de 1000 personas entre campesinos, indígenas y afro descendientes lograron albergarse en la iglesia de la población. Padres y madres con sus pequeños hijos  de brazos, niños, adultos, ancianos, todos corrían buscando un lugar seguro para protegerse de las balas.
Entre  los componentes de la estampida que buscaba refugio,  se encontraba Neymar, un niño de 5 años afro descendiente quien corría junto a sus padres  tíos y abuelos sin saber lo que estaba ocurriendo. Solo sabía que el estruendo y el caos  que se estaba viviendo en su pueblo, no era normal.
La horrible noche transcurrió  entre gritos, explosiones y fuego cruzado; a medida que el alba iluminaba la población  el combate  arreciaba con más violencia, pues  las Farc-ep no querían dar su brazo a torcer ni querían ceder un milímetro de su territorio al enemigo. Era el día 2 de Mayo.
El impacto de los cilindros bomba era cada vez más notorio y estruendoso haciendo blanco en diferentes casas y edificaciones; mientras tanto en la iglesia - lugar supuestamente más seguro para ellos - la población se entregaba a la oración en medio del llanto, el desespero y la incertidumbre, clamando al Hacedor un buen término de ese enfrentamiento armado.
Fueron varios los cilindros que cayeron  sin explotar en el área  en donde se encontraba la población.
Pasadas las 10 de la mañana llegó el “impacto mortal”, un cilindro de gran tamaño disparado por las Farc-ep desde  varios metros de distancia, impactó el techo de la iglesia, entrando y explotando en el interior  en donde se encontraban los refugiados, acabando con el recinto sagrado y además con la vida   de más de un centenar de personas entre niños, mujeres, hombres, adultos y ancianos.
El caos  era total, el infierno allí vivido y la visión dantesca del lugar eran traumática e impactante; los sobrevivientes y heridos que lograron pararse tras la explosión, corrían desaforadamente con pañuelos y banderas  blancas por las calles entre el fuego cruzado, buscando protección y tratando de llegar al rio para cruzarlo y quedar a salvo en la población de Vigía del Fuerte.
Neymar, como sobreviviente y como todos los niños allí presentes, lloraba y gritaba aterrorizado no alcanzando a dimensionar  la situación, pues al ser alzado en hombros por un tío durante el caos que se vivía dentro de la iglesia destruida, no se dio cuenta del estado en que quedaron sus padres víctimas de la explosión de la cual, aunque un poco aturdido, él junto a algunos familiares salieron ilesos milagrosamente.
Todo el que pudo trató de huir  desde el interior de lo que quedó de la iglesia hacia lugares más seguros; sólo los cuerpos de los fallecidos y heridos yacían esparcidos por el suelo.
Al día siguiente, tras un receso del enfrentamiento, las Farc-ep anunciaban  que habían retomado el control de la población y que permitían sacar a los muertos y heridos, labor que fue interrumpida varias veces por la reanudación de los combates.
Como caso particular, entre los escombros se encontraron los restos de una imagen destrozada por la explosión. Era el torso del que fuera el Cristo crucificado de la iglesia que, aunque tenía cabeza, carecía de brazos y piernas,  imagen que se convirtió en el símbolo de la tragedia y de la esperanza.
Desde ese momento empezó el  éxodo y sufrimiento de la población.
Cinco años después, en octubre 13 de 2007, con el lema “reubicación con dignidad”, el presidente Uribe junto con una comitiva gubernamental,  inauguró  la población de “Nuevo Bellavista”, situada a un kilómetro de la Bellavista original en donde ocurrió la masacre. Aunque el gobierno indemnizó   a los habitantes de la zona, la situación no es mucho lo que ha cambiado, pues la marginalidad y el abandono de esa región en  donde no entra sino el ojo de Dios y una mula buena,  el accionar de los grupos armados que aún merodean por el área, y la poca acción de los entes gubernamentales, hacen que la región siga  con la misma problemática  de hace 12 años atrás.
Según estudios e investigaciones  posteriores, ésta masacre  fue atribuida como primer actor a las Farc-ep, quienes utilizando armas no convencionales y tratando de neutralizar al enemigo acabaron con la vida de personas inocentes ajenas al conflicto. También tuvieron su responsabilidad las Auc, por atrincherarse en el seno de la población civil incrementándoles el riesgo ante los enfrentamientos y, por último, el  estado colombiano por la inacción y dejadez al no hacer cumplir las funciones de prevención, protección y garantía a la vida de los civiles víctimas del conflicto.
Hoy doce años después, Neymar con 17 años de edad, con el resentimiento de un joven a quien el conflicto lo deja huérfano a temprana edad, no ha podido entender el porqué de muchas cosas, como la muerte de sus padres, personas ajenas al conflicto - quienes como los demás - nada tenían que ver con la problemática de los dos grupos.
Hoy 12 años después, Neymar está viviendo con la incertidumbre del futuro de su vida, en una región en donde es muy difícil salir adelante y progresar por la falta de los servicios básicos como educación, salud y calidad de vida, y en donde alguna de las alternativas de trabajo es unirse a  alguno de los grupos armados en conflicto para poder sobrevivir.
Esto es grosso modo una radiografía  de las miles de cosas que suceden en nuestra querida Colombia desde hace muchos años, situaciones  en las que sigue muriendo gente inocente, campesinos, niños, afro descendientes, indígenas  y  pueblo en general, sin que se avizore una solución a  corto plazo a este conflicto que cada día se recrudece más y que la mayoría del pueblo colombiano sabe de su origen, pero que a muchos  apátridas de este país no les interesa solucionar para sacarle mejor partido a la situación, para que hoy en día se nos siga hablando de la “tal paz” que no es más que un show  reeleccionista y figurativo de un presidente que, a costa de lo que sea, con tal de sacar  avante su proyecto, está entregando el país a los “supuestos defensores” del pueblo colombiano, sin importarle las consecuencias.
Bien lo dijo Mauricio Vargas  al periódico El Tiempo de fecha   febrero 10 de 2014 “La promesa de paz total es casi un insulto  a la inteligencia de sus electores”. La paz no es obra de magia. No es posible reconstruir en un discurso y en un día, lo que se ha perdido en más de 50 años.  
La estupidez de los colombianos  ya no está vigente,  el manejo del país por los apellidos tradicionales, tiene que cambiar  si se quieren ver soluciones y de verdad gente comprometida con la paz y  el progreso de nuestro país, sino que lo digan: Buenaventura, Caloto, Toribio, el llano, Putumayo, Casanare, Antioquia, Caquetá, Arauca  entre otros departamentos, ciudades y pueblos, fuentes de conflicto  y principales aportadores de víctimas.

Carlos Javier Londoño O.

martes, 29 de abril de 2014

                                                                      Tierra bendita Amazonas,
Hoy te cantamos tu gloria,
     Por ser el pulmón del mundo
Y de Colombia su historia.
 ¡Vengan todos a Leticia de Colombia el paraíso!
Todos llegan encantados a ver su rio y su selva,
           ella es la casa de todos, esperamos que usted vuelva,
     b           pa´ atenderlos con cultura, rompemos cualquier hechizo,
¡Vengan todos a Leticia de Colombia el paraíso!
Carlos Javier Londoño O.

Abril 25 de 2014
Crónicas leticianas 71
“Doña Leticia Amazonas  se pronuncia de nuevo”
Hoy que arribo a un año más de mi fundación: 147 años de existencia, por tercer año consecutivo les escribo esta carta - especie de llamado - a mis gobernantes y a mis conciudadanos, para  iterarles de nuevo el favor de tomar cartas en el asunto sobre la problemática que en todos los sentidos  se viene desarrollando en mi territorio, situaciones que he dejado plasmado en  varios escritos anteriores sin que nadie se apersone de esta triste realidad por la que estoy atravesando y que, en vez de tomarse los correctivos, cada día   se empeoran más.
Parece como si el cáncer de la indiferencia hubiera hecho metástasis en todas las dependencias y entidades municipales y departamentales que rigen mi destino, pero sobre todo en la población que calla y se torna apacible ante estas irregularidades.
Ya me da hasta pena recalcarles los mismos problemas cada año, pero si denunciándolos no me paran bolas… ¡qué tal que nunca les dijera nada!
Hoy día de mi aniversario estarán tirando la puerta por la ventana  con actos de pan y circo que en nada van a beneficiar los problemas que sin solucionar tenemos desde hace muchos años; celebraciones y actos populacheros para justificarle al pueblo la falta de gestión política, la dejadez y la ineficiencia de ustedes mis elegidos para sacar adelante proyectos productivos, proyectos representativos y sobre todo proyectos de proyección futurista, que me deje bien librada ante    mis coterráneos y sobre todo con los turistas que me visitan,  pues me gustaría mostrarles  una imagen agradable, tranquila, ecológica y medio ambiental que justifique el apelativo que me tienen de “remanso de paz”, “ciudad ecológica” y “pulmón del mundo”.
No es que sea apática a estas celebraciones, pero creo que habiendo otras prioridades  urgentes, no es justo que se inviertan mis dineros  en francachelas y uno que otro acto cultural en donde veo que lo único que cambia es el contratista.
Itero de nuevo, no quiero con este escrito ser portadora de resentimientos, polémicas desgastadoras y comentarios ajenos a lo que les quiero decir, pero ya estoy cansada de esta indolencia, razón por la cual hoy, día de mi cumpleaños, voy a recordarles  algunas de mis preocupaciones:
Primero que todo, ¿qué pasó con mi gobernador estrella quien bajo su lema “Por un buen vivir, somos pueblo, somos más” sería el redentor de la situación existente en mi departamento?
Y usted señor alcalde, qué  pasa con mi ciudad en donde veo cada día el deterioro y mal estado de las calles y vías  de locomoción peatonales y automotoras, cuyos huecos  cada día se agrandan más y más   por la falta de mantenimiento? Si a eso le agregamos la falta de  un buen acueducto que hace que las aguas residuales horaden internamente  las vías, las cosas van a empeorar y a pasar de castaño a oscuro.
Dejo constancia y que Dios no quiera, que el día que un hueco de esos se trague una o más viviendas, ese día será demasiado tarde para tomar los correctivos; y lo digo con conocimiento de causa, pues ya los ha habido de gran tamaño como el que  apareció al frente del Hotel Anaconda, el que se tragó el carro  en meses anteriores , el que estaba socavando y pasó desapercibido para muchas personas en la calle  novena con carrera diez ,exactamente a la salida del lote de Villarreal y otro sinnúmero de huecos a los cuales les están dejando coger ventaja.
Y apropósito de alcantarillado, ¿qué pasó con la millonaria suma presupuestada para hacer el nuevo acueducto, proyecto que - si no estoy equivocado - ya estaba aprobado?
Y de  la salud veo que ando muy, mal pues ya  mis coterráneos se están muriendo a las puertas del hospital ante la indolente e impávida mirada de sus funcionarios.
¿Y de la CORRUPCIÓN que cada día se acrecienta más?, De esa palabra  ni hablar pues daría tema para hacer un libro y además la mayoría de ustedes mis ciudadanos, saben su origen y a pesar de ello conviven con ella y la patrocinan, cosa que para mí es la más dolorosa y para muestra un botón: ¿Cómo permiten que una o dos familias manejen el destino de mi dinero  abusando de las contrataciones en favor de  sus familiares?
¿Y qué pasa con el proyecto Manguaré?. El esperpento de obra que lleva más de siete años de construcción y que ahora  se ha convertido en la caja menor de la administración  y de algunos contratistas, quienes inyectándole  cada año millonarias partidas  para poner una chapa o una puerta,   atrasan la obra para su  conveniencia, y en donde las entidades de control,  como la canción de Shakira,   pasan por ciegas y sordomudas ¡no hay derecho!
Y qué decimos de la contaminación de mi socio el rio Amazonas, debido a los residuos sólidos de plástico y aguas residuales de la ciudad  que caen a su vertiente, empezando por  la del  muladar, foco de infección y enfermedades  que se está generando  desde uno de los costados de la nueva plaza de mercado?
Y  en donde están las casas que el gobierno por boca del político Vargas Lleras, prometió para el departamento?
¿Qué  pasa con mi seguridad que no se ve bien librada y se evidencia en los atracos, muertes a manos de sicarios y pandillas que se están gestando en mi región?
En donde está el mantenimiento de zonas verdes, parques y unidades deportivas, para fomentar la sana recreación de mis jóvenes y niños y así evitar que entren al mundo del micro tráfico, consumo y prostitución?
Solo espero que con el cambio de los “honorables  representantes”, quienes  entre las “cosas buenas” que hicieron por  la región están el incrementar sus cuentas personales  beneficiándose de  las votaciones de mis conciudadanos, las cosas mejoren pidiéndole a Dios quiera que los nuevos que los reemplacen, hagan algo representativo, alguna obra con la cual pasen a la historia, muy aparte de agrandar la chequera o de tener la casa por cárcel,  o investigaciones deshonrosas y exhaustivas que no conllevan a nada y a las nos tienen acostumbrados, acreditándonos  en Colombia como uno de los departamentos más corruptos y con más investigaciones a sus funcionarios.
Esto es  a grosso modo parte de mi problemática, y  que hoy día de  mis cumpleaños clamo de nuevo  para que ojalá  oídos  receptores  capten estas inquietudes, tomen cartas en el asunto y empiecen a tomar correctivos que me beneficien a mi como ciudad y a mis habitantes, quienes trabajando día a día  bajo el sol canicular de este trópico para sacar adelante sus negocios y sus hijos, hacen patria ante la poca colaboración de un gobierno que no le interesa mi tierra por no generar demasiados ingresos y, sobre todo, por no ser un territorio  representativo electoralmente, situación que me sigue convirtiendo en la “cenicienta de Colombia”.

¡A pesar de todas estas vicisitudes, compartamos estos 147 años!

Carlos Javier Londoño O.

miércoles, 23 de abril de 2014

Abril 23 de 2014.
“Las mariposas amarillas de Macondo también volaron al amazonas”
Hoy 23 de Abril Día mundial del Idioma español, por pura coincidencia, con ésta crónica No 70 llamada “Las mariposas amarillas de Macondo también volaron al Amazonas”,  que acabo de escribir sobre la visita que el  premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez (Q.E.P.D) hizo a la ciudad de Leticia en 1984, más las 30 que escribí anteriormente sin numeración, completo mis  primeros 100  escritos bajo esa modalidad escritos sobre diversos temas amazónicos (historia, ecología, anécdotas, política, personajes, entre otros) los cuales quiero dejar plasmados en un libro como un  legado histórico a esa juventud inquieta naciente para que conozcan  la verdad sobre lo que ocurrió y está ocurriendo en su tierra  escritos con conocimiento de causa, sin velos, sin sesgos ni mentiras, historias y realidades que muchos saben pero que les da miedo comentar, historias y realidades de esa tierra  durante  los últimos 40 años.

Crónicas leticianas 70.
“Las mariposas amarillas de Macondo también volaron al Amazonas”.
 A raíz de la muerte del Nobel  Gabriel García Márquez y conversando con mi gran amigo Nelson Hernández, compañero de lucha en la época cuando existía “la otra Leticia” que juntos conocimos, me  él preguntaba que si yo recordaba algo sobre   la visita del Nobel García Márquez  a Leticia, para que escribiera una crónica sobre ese tema.
Le comenté que tenía una vaga idea sobre ella, pero que  si él me refrescaba la memoria podía escribirla, inclusive  que sería muy apropiada para publicarla en esta fecha de gran significación. De inmediato, me contó varias anécdotas y me envió un documento con los apartes   publicados en el  libro “Gabriel García Márquez, una vida”  del escritor inglés Gerald Martin, en donde citan el nombre del profesor y escritor leticiano Alejandro Cueva Ramírez como autor de una nota   que también aparece en el libro, sobre la entrevista que el Nobel concedió al estudiantado de la Normal de Leticia en 1984  y que fue  recopilada por él.
Esos apartes me sirvieron  de guía para  escribir este artículo.
Cuenta   Alejandro que cierto día de los años ochenta, recibió  de parte de Carvajal Educación de Cali un libro titulado ”Gabriel García Márquez, una vida” escrito por el inglés Gerald Martín publicado en el año 2009, versión en español, en donde se hacía alusión a su nombre y al escrito  que el susodicho había enviado a la revista “Pluma 52” de Bogotá, la cual lo publicó,  cuando acompañado por el pintor Alejandro Obregón y   Felipe González presidente español,  el Nobel García Márquez, haciendo las veces de anfitrión había invitado a los personajes a pasar unos días en la capital amazonense.
La nota escrita por Cueva Ramírez fue titulad por la revista “Pluma 52”  de  marzo-abril de 1985 como: “El gallo no es más que el gallo”, nombre que se refería tal vez a la anécdota relatada por García Márquez  ocurrida con su hijo mayor cuando estudiaba en México, en un colegio inglés a donde        llegaban procedentes de Inglaterra y en un sobre sellado las preguntas de los exámenes; en uno de ellos, alguna de las preguntas fue la siguiente: ¿ Cuál es el símbolo que representa el gallo en la novela “El coronel no tiene quien le escriba”?,
El hijo de nuestro Nobel, respondiendo con la verdad  y  la modestia del caso,  dijo que de acuerdo con las conversaciones que había sostenido con el autor de la novela,  el gallo no era más que el gallo, o sea que no tenía otra connotación o significado. Por esa respuesta, lo rajaron en la materia. Gabo le escribió al profesor pidiéndole una explicación sobre el porqué de la pérdida de la materia por parte de su hijo a lo cual el docente respondió  que no lo había rajado por la respuesta, sino  porque pensó que el muchacho le estaba mamando gallo - como se dice literalmente – ya que desconocía que el joven era hijo  del Nobel. Y la verdad era esa: en la novela,  el gallo no era más que el gallo, cosa contraria para un buen crítico,  para quien  ese gallo podría significar algo más.
Narra el autor del libro, basado en el escrito de Cueva Ramírez, que el Nobel,  en la penumbra, después de haberse ido la luz eléctrica en el recinto, sentado en un salón de la Normal  y  a la luz de una vela y de una linterna, concedió una entrevista al estudiantado de la época,   que - como dije anteriormente - fue recopilada por el profesor.
En palabras textuales  dice“ Gabriel García Márquez, al comenzar su entrevista, fue recibido por  los aplausos del estudiantado, aplausos ante los cuales solicitó una pausa para decir: “esperen, no sabemos si lo que voy a decir vale la pena el aplauso (risas del público), no nos podemos conocer esta noche por falta de luz, no nos vemos  las caras, pero espero que tengamos muy pronto la oportunidad de vernos de nuevo, pues precisamente tengo planeado un viaje desde Iquitos hasta Belem de Pará en la desembocadura del Amazonas, con motivo de la celebración  del medio milenio  del descubrimiento de América, noticia que les doy como primicia pues no ha sido divulgada”. Este recorrido va a contribuir en tres obras: la terminación del diccionario filológico, apuntes críticos del Instituto Caro y Cuervo, la terminación  de los trabajos de la expedición botánica y la tercera es precisamente sobre un libro que quiero escribir sobre el descubrimiento del rio Amazonas, que como ustedes  bien lo saben lo recorrió Francisco de Orellana desde Iquitos hasta la desembocadura escribiendo un diario que yo conozco. La idea es volver a escribir ese diario de navegación,  casi para probar que es muy poco lo que han cambiado las cosas desde entonces, pues me imagino que cuando Orellana pasó por  aquí, ¡tampoco había luz!, de manera que ya eso empieza a ser una semejanza (risas). Les cuento esto primero a ustedes, pues como están estudiando, sé que les interesa que se haga éste proyecto,  que sin duda permitirá divulgar los problemas de la región y, segundo, les prometo formalmente que volveré otra vez, y si no hay luz nos veremos de día (risas) con la luz del sol que esa aquí si nos sobra y esto puede ser al final de este año.
El propósito no era  venir a dictarles una conferencia porque las detesto, porque siempre hay un señor que habla y sabe de todo y otros que lo oyen, creo que aquí todos sabemos un poco y podemos enseñarnos y lástima que no tenemos mucho tiempo para hablar de lo que yo sé realmente y es sobre mis libros.
Al  hacer esta pregunta al público: ¿A ver, yo creo que aquí nadie ha leído mis libros?, la única respuesta que escuchó por parte de ellos  fueron risas.
Habló de sus diferencias culturales y de escritura  entre él y Hemingway de él dijo que le tenía gran admiración después de haber leído  todas sus obras;  y que además era un gran  escritor  y sobre todo un gran cuentista, aconsejando leer  una de sus obras titulada “ La vida feliz de Francis Macomber” como uno  de los cuentos más perfectos que se hayan escrito.
Cuando se le preguntó  el significado que tenía Macondo para él, contestó: “Macondo es lo que nosotros tenemos de distinto en relación con el mundo entero; es la primera vez que se me ocurre pensar en  esto, porque lo que quería decir  es que generalmente eso lo hacen los críticos que son los que descubren estos elementos a veces inconscientes en el escritor”
Comentaba además  que lo más difícil para un escritor era empezar una obra, empezar cada capítulo, razón por la cual  aconsejaba lo ventajoso de escribir cuentos porque sólo hay que empezarlos una vez. Cuando estaba  explicando esto, llegó la  luz de nuevo al salón en donde se daba la entrevista, alguien le acomoda un micrófono, él probó el sonido y al comentar que ese micrófono estaba mejor para cantantes, el público soltó de nuevo la risa.
Lo más difícil de una novela - decía - es el primer párrafo, ya que allí el escritor descubre cuál será su estilo, cuál será el tono he inclusive cuál será el ritmo  y cuál puede ser la longitud probable de la novela, en cambio terminar es mucho más fácil.
Explicó sobre la estructura mental del comportamiento de sus personajes en sus obras, de esa relación existente entre el escritor y esos personajes para que no se le salgan de la mano, haciendo énfasis  en que lo más interesante para un escritor, es la creación de un personaje.
Como el tiempo era apremiante para él, al hacerle la última pregunta sobre una recomendación para alguien que quiera ser escritor su respuesta fue contundente: “que escriba”. Lo único que tiene que hacer una persona que quiera ser escritor es escribir, porque a escribir se aprende es escribiendo.
Lástima que Gabo no alcanzó a escribir ese libro sobre el descubrimiento del Amazonas del que habló, ya que al ser un libro  escrito por un Nobel  tendría más credibilidad,  pero lo que si podíamos asegurar sobre ese libro, si existiera, era que los problemas allí esbozados, serían los mismos de siempre por los que ha pasado y está pasando la región actualmente y que nadie cree.
Y si observan la foto con detenimiento, tal vez  entre los cambios que han ocurrido desde ese entonces serían, entre otros, la vela y la edad de las personas que se encuentran en la fotografía.
Atendió como Nobel varias reuniones con autoridades de la ciudad  y como  turistas fueron llevados a conocer los sitios  más representativos turísticamente para la época.
A raíz de esa Nobel visita, hubo otra anécdota digna de recordar: Fabio Dickson comerciante de la región, tenía  para la época  un puesto de cambio de moneda  situado en toda la esquina de lo que era la Casa España – hoy almacén El opita –
Para hacerle un homenaje al Nobel  y a Macondo con su mundo mítico durante su visita, engalanó el puesto de  trabajo  con numerosas mariposas amarillas, convirtiéndolo en  un atractivo para todos los que por allí pasaban. Precisamente, en uno  de los recorridos del Nobel por las calles de Leticia, ese  lugar era de paso obligatorio con su comitiva. El Nobel al observar la referencia de Macondo, se acercó a dialogar con Fabio a quien agradeció el detalle  y entre otras cosas  le preguntó  sobre un sitio en donde podía conseguir dos guacamayas entre ellas una azul  para llevarlas a su finca en Cartagena. Después de unos minutos de dialogo con Fabio y con Nelson Hernández quien también se encontraba presente, continuaron su camino.
Cuando se retiraron, se acercó un personaje,  “ordinario emergente”, burro con plata,   de los que existieron en  la región durante la época de la bonanza y le preguntó a Nelson que si ese “duro” – refiriéndose a  Gabo – era de Medellín o de Cali y que si de pronto necesitaba “merca” que él tenía disponibilidad.
Nelson se quedó atónito ante la ignorancia de  éste personaje que solo atinó a decirle: Si, ese es el “duro” pero de las letras, no ves guevón que ese es nuestro premio Nobel  de literatura Gabriel García Márquez. Aquí si pudiéramos decir para estar actualizados con la situación que esos eran los apuntes y anécdotas que se vivieron y se viven en la macondiana Leticia.
Irónicamente, hoy Leticia, como Aracataca se encuentran sin agua y sin un “Nobel” que aprovechando su status e influencia,(llámese para Leticia gobernador, alcalde, representante, diputado o edil) hubiera hecho “ algo” significativo que mejorara la calidad de vida de su región. La historia se sigue repitiendo.

Como recuerdo de esa visita del Nobel a Leticia, Nelson posee  un tomo de la novela “Cien años de soledad” autografiada por el autor.

martes, 15 de abril de 2014

Marzo 29 de 2014.
Crónicas leticianas 69
“Llamado a la conciencia ecológica”
Al celebrarse  el  29 de marzo  el Día del Planeta con su campaña “apaguemos la luz para que se ilumine el  Amazonas”, me resulta  apropiado escribir esta crónica.
Este eslogan  a manera de indirecta,  no es más que un llamado -para ser más exactos- a todos los gobiernos del mundo y en especial a todos los habitantes, gobernantes y entidades estatales de esa hermosa zona selvática colombiana  y a toda la amazonia    en general que, como  fábrica y reserva mundial de oxígeno  tristemente perjudicada por el mal manejo de los residuos sólidos, la tala y quema indiscriminada de bosques y la minería ilegal (entre otros males modernos  que  sin ningún control  están incidiendo en toda esa región),  están haciendo que cada día la contaminación de la selva y  de sus ríos se haga más notoria. Es un llamado a que se ilumine el Amazonas, para que los gobiernos vean en vivo y en directo la triste realidad de lo que está sucediendo en todo ese entorno, problemática a la que muy poco le están parando bolas y de la cual ya se sienten sus efectos, sobre todo en el medio ambiente, el sistema climático y en las aguas de su majestad el rio Amazonas en otra época, uno de los ríos menos contaminados del mundo.
Para  ilustrar ese fenómeno, viene a mi mente   la historia   que, durante mi última estadía en la  ciudad de Leticia en un almuerzo en donde tuve la oportunidad de  compartir algunas palabras con ella, me contó la ecologista francesa doctora Hélene Le Drogou,  fundadora de la fundación “Isla de Agua”, quien se encontraba de visita por la ciudad conociendo, precisamente, los pormenores de la de la contaminación del rio y de la selva amazonense. Me contaba que  estaba hospedada en la desaparecida casa flotante que instaló en las orillas del río Amazonas una importante empresa turística, para deleite y experiencia exótica  de sus turistas visitantes, experiencia maravillosa, según sus palabras.
Todo  era normal -me decía- hasta cierta noche cuando  en la madrugada se desató una  fuerte tormenta de las que suelen caer en el área. Ella se encontraba durmiendo, hasta que la despertó un sonido atípico de “algo” que golpeaba el maderamen  sobre el cual estaba montada la casa. Acompañada de una linterna salió a observar  de qué se trataba. Cuál no sería su sorpresa cuando vio la infinidad de botellas de plástico retenidas golpeando la edificación de madera que les obstruía el paso   para continuar, llevadas por la corriente, su carrera contaminante. Me comentó que no pudo dormir pensando sobre el fenómeno que estaba observando, lo que demostraba que la contaminación del rio Amazonas ya era una realidad.
Antes del almuerzo, ella ya se había puesto en contacto con autoridades civiles y militares y con varios comerciantes de la ciudad,  a los cuales les esbozó un plan con miras a llamar  la atención mundial sobre ese fenómeno, plan que consistía en construir - con botellas de plástico- una anaconda de gran tamaño con varios metros de longitud que pudiera verse desde el satélite, la cual sería remolcada por una embarcación por todo el río Amazonas,  desde Atacuari  hasta abajo de Tabatinga, pasando por Benjamín Constant e Islandia, sembrando conciencia ecológica y filmando el acontecimiento para hacer conocer el video del fenómeno a través de las redes informáticas. Según ella, todos  los consultados dieron su apoyo a la iniciativa la cual se realizaría después de que  regresara de la capital. Posteriormente abandone la ciudad y no volví a saber si el proyecto se había  hecho realidad, cosa que dudo, porque en esa región proyecto que no conlleve ganancias para los participantes no es viable.
Ese fenómeno de la contaminación se visualiza mejor cuando el río sube de caudal  y se adentra por todos los recovecos  de la selva y debajo de las palizadas de las casas palafitos que se construyen  a lo  largo de las orillas, sin ninguna planeación  ni servicios sanitarios, convirtiéndolo en una cloaca cuando el río saca a flote todo ese material  plástico y basuras retenidas que permanecen latentes  cuando está bajo; si a esto le sumamos  el aporte que hace la ciudad con sus aguas residuales que por  caños y otros medios desembocan  al río  y a  los lagos contaminándolo con sus desechos , el futuro para esa arteria fluvial no es nada halagüeño.
Aunque ya hay programas de reciclaje, hace falta más conciencia ecológica ciudadana y contundencia de las autoridades para hacerlas cumplir. ¿Cuántas veces hemos visto campañas de recolección de basuras efectuadas por importantes empresas de la región, a las que concurren el estudiantado, la población y muchas entidades, campaña que se limita al día de su realización porque al día siguiente continúa el mismo proceder de la ciudadanía arrojando las basuras al río y a la calle?  Yo estaría de acuerdo en empezar a tocarles el bolsillo a los infractores con multas,  y sé  que  más de uno va a poner el grito en el cielo ante  esta proposición, pero es que ya está demostrado que en este país del sagrado corazón   ya las expresiones “hagan el favor”, “tengan la bondad” “colaboremos por las buenas” están mandadas a recoger, porque, desafortunadamente, la mayoría de la gente no colabora, pero cuando se les toca el aspecto económico, aprenden porque aprenden. Sé que  muchos  tampoco van a estar de acuerdo, pero  esa expresión antigua de que “la letra con sangre entra” a veces cobra vigencia y es efectiva para ciertos casos.  Y en cuanto a las multas que se recolectarían  por ese concepto, esperamos que éstas en vez de aumentar las cuentas particulares de los servidores públicos, sirvan para hacer campañas más frecuentes y motivantes de educación ciudadana  con miras  a controlar ese fenómeno que ya está mostrando sus  nefastos resultados.

Carlos Javier Londoño O.
Marzo 16 de 2014.
“Crónicas leticianas 68”

“Vuelve y juega la politiquería, un cambio es necesario”


Volvió la pasividad política y la calma relativa a Colombia y al departamento del  Amazonas después  del paso del circo   electoral llamado “elecciones”  recién efectuadas en el territorio nacional, jornada que dejó alegrías, decepciones, tristezas, incertidumbres y sobre todo problemas económicos a los que convencidos de ser ganadores, invirtieron la famosa mermelada en sus electores saliendo  “quemados” como se dice coloquialmente.
Y aunque traten de justificar su salida  pataleen y demanden  para no perder esa “teta”, ya lo electo y contado, contado y electo está.
Y en lo que compete al Amazonas, fue  una jornada de cambios en cuanto a  nuevos representantes se refiere, porque por lo demás, sigue la misma parafernalia, se siguen utilizando las mismas artimañas para conseguir los votos a como dé lugar, en unas elecciones atípicas en donde lo único que cambia son los personajes porque  la situación politiquera adversa a la región, como lo ha demostrado el pasar de los años, sigue siendo la misma, por no decir peor.
Aunque hubo sorpresas en la elección, también  se demostró que las maquinarías  que manejan los destinos de la región siguen haciendo de las suyas cuando de defender sus intereses corruptivos se trata,  y hasta la suerte les jugó a su favor en esta ocasión para  sacar un candidato electo.
Y aunque lograron reemplazar   los representantes que querían perpetuarse en el poder,  también es cierto que  no es mucho lo que las cosas vayan a cambiar  con esta elección,  sin ser negativo ni resentido como lo dirán algunos de mis contradictores,  pues a pesar de que uno de los elegidos  es de tendencia y ancestro popular, el otro es de apellido con herencia politiquera de los que manejan actualmente la región, Dios quiera esté equivocado y ojala  la tendencia de su gestión  no sea  únicamente para  mejorar su  patrimonio familiar.
Se notó que algunas personas quieren el cambio, pero les falta cohesión para conformar una fuerza transformadora que despojados del egoísmo, de individualidades y  de ese regionalismo malsano, unidos conlleven la situación a un mejoramiento regional, sobre todo en el campo político.
Ya se vio una juventud  inquieta con ganas de hacerse sentir,  con ganas de que las cosas mejoren en su departamento y ¿quién más que ellos, son los llamados a hacer esta transformación? pero viene mi preocupación acerca de su asesoría, acerca de su financiación, acerca de su supuesto cambio.
Porque está demostrado que en esa ciudad, nada se hace gratis y más cuando un político mete la mano en alguna asociación, entidad u obra benéfica en donde el encausamiento  ya está de antemano definido.
Qué bueno sería que se formara  de nuevo un “movimiento cívico independiente”  ajeno a toda  politiquería, como lo tuvimos en otrora, que concentre las fuerzas vivas de la región con representantes de los gremios del comercio, de los mototaxistas, taxistas, representantes indígenas, del turismo y gremio hotelero, agremiación en donde sin importar el regionalismo, el partido político, la religión y dejando atrás,  como lo dije anteriormente, el egoísmo, la mentalidad individualista y el afán de sacarle provecho a todo compromiso, luchen por un mismo ideal como cuando nos unía ese concepto de patriotismo y unidad fronteriza que luchábamos mancomunadamente por tener una región  como nos la merecíamos no más por el hecho  de estar cuidando esa  línea fronteriza y estar viviendo en esa candente latitud en donde nuestra paga simbólica como mínimo, debiera ser que los gobernantes jugaran en el mismo bando del pueblo para ser más llevadera, con una buena calidad de vida,  la estadía en la región.
Movimiento además, que  con una personería jurídica  se convierta  en el “siriri” (ave característica de algunas zonas del territorio nacional encargada de poner en ascuas al gavilán cuando se  lo encuentra en el camino) de las administraciones, en los veedores de las obras, exigiéndoles a los mandatarios el cumplimiento de la ley y del plan de gobierno esgrimido  durante su campaña electorera y sobre todo, pedirles un exigente respeto para con un pueblo que lo eligió.
  Carlos Javier Londoño O.



miércoles, 5 de marzo de 2014

Febrero 20 de 2014

Crónicas leticianas 67


“Y con éstas nuevas elecciones, se reactiva la herencia política

El 20 de febrero de 2014 se cumplieron  50 años  desde cuando  un pueblo olvidado y  situado en la parte más austral de Colombia, llamado Leticia, fuera declarado municipio.
A partir del día 22 de febrero de 1964 ese pueblo empezó  su novel carrera administrativa independiente,  pero también  su lucha incesante para salir del olvido del gobierno central y  soportar los posteriores  avatares de la politiquería, que lo hacían un feudo  manejado por los caciques politiqueros  del Caquetá y del Huila, quienes -  con  el respaldo y colaboración de los  gamonales de los partidos tradicionales regionales - manejaron por mucho tiempo los destinos políticos de la  comisaría, politiquería  heredada  reinante hasta hoy.
Pueblo que para aquél entonces,  a pesar de sus incipientes servicios  e incomodidades, era un paraíso donde no contaba el tiempo ni para sus habitantes, ni para los turistas, ni foráneos que de una u otra manera llegaban en busca de una aventura o a hacer patria en esa zona fronteriza.  
Pueblo en donde se podía dormir con las puertas abiertas, llamado “pulmón del mundo”, “ciudad turística y ecológica de Colombia y el mundo”, por cuyas calles - polvorientas en época de verano y pantanosas en época de invierno -  corría y se deleitaba  esa muchachada que hoy, posiblemente, son los padres de los jóvenes que aspiran a  transformar esa tierra, unos  para bien  como otros para mal.
Pueblo en donde se respiraba  el aire puro que produce esa selva circundante, hoy desafortunadamente contaminado por el smog que cada día emanan los motores del sinnúmero de vehículos que transitan por sus deterioradas calles.
Pueblo con un ambiente de paz privilegiada que  compartía con sus vecinos fronterizos, en un círculo de rutina que sólo cambiaba cuando se tenían relaciones extras amparadas por la soledad de la noche y de la selva,  paz que hoy desafortunadamente tiende cada día a deteriorarse  por   el incremento de actos vandálicos y de violencia incontrolados perpetrados por pandillas, ajuste de cuentas, atracos,  micro tráfico, drogadicción, prostitución en un ambiente  en donde a veces pareciera que existiera  una callada  permisividad.
Pueblo que se defendía laboralmente con sus bonanzas permitidas,  como lo fueron las del pescado,  las pieles y los animales vivos que daban sustento  a la población indígena y a cuanto rebuscador llegaba a la región.
Y así, compartiendo estas faenas,  siempre han estado juntas  las dos empresas generadoras de empleo, politiquería y corrupción llamadas alcaldía y   comisaría (hoy gobernación); y aunque  la calidad de vida que se manejaba no era la mejor si daba para vivir con armonía y fraternidad.
Los años fueron transcurriendo  y todos sus habitantes luchaban por salir adelante, en  contra de los avatares del tiempo, la salud,  los malos servicios y otras problemáticas  aún vigentes.
Lo que nunca pensaron sus habitantes, politiqueros y gobernantes  fue que detrás de esa tranquilidad de pueblo  irían a llegar miles de invasores de diferentes  calañas e identidades,  quienes en colaboración con ciertos  personajes  inescrupulosos de la región transformarían el contorno del pueblo y sus moradores  con su “nuevo negocio”,  acallando el cantar de las aves silvestres con los estridentes sonidos de la música a alto volumen,  el  sonido de los  motores fuera de borda  de los deslizadores subiendo y bajando por el rio y en la noche el sonido de las armas de fuego haciendo espectáculo o cumpliendo su cometido.
Invasores que les cambiarían a los habitantes, la cachaza,  el payavarú, la chicha de chontaduro, y el masato - bebidas que les calmaba la sed y les alegraba el corazón - por whisky, aguardiente, ron y toda clase de bebidas que los nuevos colonizadores traían para  relacionarse y embrutecer al pueblo. ¿Y qué decir de los cigarrillos negros y tabacos tradicionales como el “charuto” reemplazados por  cigarrillos rubios como el Marlboro y otras marcas americanas?
Los remos de las  canoas fueron reemplazados por el  famoso  peque-peque, motores fuera de borda y por veloces deslizadores hechos en fibra de vidrio.
Sólo tres avionetas sobrevolaban los cielos amazonenses para la época: la de la comisaría, la de la Prefectura y la de George Tsalikis el Ícaro del  Amazonas.
De Iquitos llegaba los aviones anfibios de la fuerza aérea peruana  “Tan” que acuatizaban en Islandia y Ramón Castilla.
A Leticia sólo llegaban un vuelo de Avianca, uno de Cruzeiro do Sul ( Brasilero) y dos de Satena semanalmente, vuelos cuyo arribo   eran motivo de fiesta en el pueblo;  empresas que posteriormente tuvieron que aumentar sus frecuencias ante  el incremento turístico de la época, sobre todo el de familias completas que llegaban del interior del país con gastos pagados  por los emergentes con la finalidad de sacar droga con la anuencia, a veces, de algunas autoridades.
Entre los negocios que no fueron  rentables inicialmente en el Amazonas estaba  el de las funerarias, porque  en Leticia la gente se moría  de vieja,  posteriormente,  si  fue  uno de los mejores.
Con la entrada de estos “jinetes del negocio” el pueblo se fue llenando de supermercados abarrotados con productos extranjeros; los pequeños hospedajes  fueron ampliando su capacidad. Se incrementó el mercado de vehículos -  especialmente el de motos -  casi en un cien por ciento.
Los nuevos colonos compraron a los nativos sus mejoras y ya fueron construyendo casas campestres, tumbaron monte y sembraron pasto para  ganadería;  el comercio de vacunos y equinos  se incrementó puesto  que el único caballo que existía en la región era el de Absalón Arango.
Y así lentamente, estos  emergentes fueron permeando  todos los negocios, familias, políticos, autoridades civiles y militares quienes vieron en este negocio la  oportunidad,  de aumentar su sueldo y sus haberes.
Todos vivíamos directa o indirectamente de ese negocio, pues quiéranlo o no, él era el que movía el comercio y los tentáculos de la corrupción en el pueblo,  a la cual muchos residentes quedaron mal acostumbrados y razón por la cual es tan difícil erradicarla, ya que ese cáncer es heredado  sobre todo por algunos  personajes a quienes,  viendo  la fuerte persecución desatada contra la droga en los años 90, no les quedó más remedio que insertarse en las huestes politiqueras,  mafia con más garantías dado que es patrocinada por los gobiernos, en donde la única condición para salir adelante  de cualquier eventualidad es tener  dinero  para  comprar conciencias, sobre todo en un pueblo en donde la lejanía de los controles centrales  son más difíciles y la manipulación de los expedientes es más fácil.
Cuando en 1991  la comisaría fue declarada departamento, las cosas se tornaron más favorables para la clase politiquera de la región, quienes ayudados por los emergentes que quedaron en la ciudad  tras la estampida nacional por las medidas del gobierno contra el narcotráfico, se ampararon en algunas fachadas  no comprometedoras y ante el ingreso de dinero  a las arcas del nuevo departamento por parte del gobierno central, vieron  que por ese lado se podía manejar la situación,  moviendo su dinero en campañas políticas y favoreciendo a ciertos personajes que se han prestado hasta la fecha para manejar los hilos de la contratación, las autoridades,  los gerentes bancarios y de entidades controladoras y a cambio de qué? Esta es la situación que todo el pueblo conoce pero que nadie denuncia, unos por pertenecer a la organización y otros por diferentes motivos.
Con el dinero entrante y  toda esa contratación, entra la era del modernismo para la ciudad y toda esa juventud mal acostumbrada por los excesos de la bonanza, vendían su alma al diablo con tal de hacerse nombrar como alcalde, gobernador o un puesto público en donde la premisa principal era   hacer dinero a como diera lugar.
Y así vemos cómo en el transcurso de esta nueva era como  departamento, la mayoría de gobernadores y alcaldes que han pasado rigiendo los destinos del presupuesto regional han descollado en la historia, no por la eficiencia y el compromiso de su gestión, sino por las investigaciones   sobre su conducta  indecorosa que  los han llevado  desde la suspensión del cargo hasta la prisión, situación que nos da el vergonzoso título de una de las administraciones más corruptas en el territorio nacional,  peor que la de la costa atlántica, lo que ya es mucho decir.
Leticia es una ciudad en donde no se ve ninguna obra representativa de gobierno alguno, fuera de los elefantes blancos que solo dieron rentabilidad a los gobernantes y contratistas de turno, más los palacetes y fincas de los ex mandatarios  que, luego de “exhaustivas investigaciones”  y pagar irrisorias condenas en la casa por cárcel, salen a disfrutar de ellas  como premio a sus vergonzosas actuaciones y  el pueblo - como siempre -  viendo cómo unas cuantas familias se lucran con los dineros de sus  impuestos y cómo la ley solo rige para los legales pero no para los ilegales que  salen adelante porque esos si dan ganancia.
Pueblo convertido en paraíso  de desplazados, reinsertados e insurgentes camuflados y cuanto rebuscador, timador o desempleado  llega al territorio sin control alguno y en donde a los pocos días  inician o continúan  con sus acciones delictivas,  en un contorno que ya quedó pequeño para  la supervivencia de tanta gente que tienen que acudir a lo informal o ilegal con tal de sobrevivir, porque como dice la canción “No hay cama pa´tanta gente”.
Así que no debemos aterrarnos por la situación actual reinante en la región en donde su majestad el dinero, la corrupción y la inoperancia de los entes de control hacen que todo sea posible, y en donde les tocará seguir con ese karma hasta que la población - que es la patrocinadora de toda  esa situación - tome los correctivos  necesarios para controlar la problemática existente.
Desde aquel  entonces, hace más de 50 años, los  manejos politiqueros  siguen  la misma tónica de  los cuales  siempre se aprovecharán  las sanguijuelas de turno, ante   las situaciones de pobreza, hambre, desempleo y desajuste social que reinan en la región.
Esta es la triste realidad de un pueblo llamado Leticia, que en otrora fue un “remanso de paz” en esta caótica patria llamada Colombia.


Carlos Javier Londoño O.