viernes, 10 de abril de 2015

 09 de Abril 2015

Crónicas leticianas

“Kapax homenaje bien merecido”

Cuando se habla de Alberto Rojas Lesmes, a no ser que seas leticiano o vivas en Leticia posiblemente no sabrás de quien se trata, pero si te hablan de Kapax  “El Tarzán del  Amazonas” la cosa es diferente.

Kapax el icono del turismo amazonense, porque quiéranlo o no,  éste personaje junto con el señor Mike Tsalickis fueron los encargados de hacer conocer turísticamente a Leticia y al Amazonas a nivel mundial.

Fue para el año 1976 cuando este apuesto atleta con 28 años de edad, se atrevió  a recorrer a nado los 1700 kmts que separan, vía fluvial,  a  Neiva con  Barranquilla.

Durante ese   mes y algunos días de recorrido sorteando a brazo partido las inclemencias del rio y del clima, sentó un precedente a nivel nacional como fue la de  terminar la hazaña y hacer  con ello, un llamado al gobierno y  al pueblo colombiano  sobre la polución, degradación y contaminación que el hombre está ejerciendo sobre los ríos de la nación.

Posteriormente en el año 2000  repitió otra hazaña parecida, al recorrer con el mismo propósito, el rio Amazonas desde puerto Nariño hasta Leticia con un trayecto de 80 kms.

Nativo de Puerto Leguízamo – Putumayo pero hijo adoptivo del Amazonas y en especial de su capital Leticia, este humilde personaje, ha puesto en alto  el nombre de esta región en los diversos certámenes turísticos en los que ha participado representando al Amazonas como la  primera vez, en que siendo  yo el presidente de la Cámara de Comercio del Amazonas lo llevamos  a Medellín junto con una comitiva representante del folclor amazonense integrada por  reina, indígenas, artesanías , danzas y comerciantes turísticos del departamento a la primera “Bolsa Internacional  de Turismo de Avianca” en donde fuimos todo un espectáculo a nivel nacional y mundial con él  y su anaconda a la cabeza de la delegación.

Desde esa época ha venido trabajando incondicionalmente por el Amazonas, desafortunadamente sin ser reconocido su trabajo como se lo merece, pues casi todo el mundo quiere sacar provecho de su nombre como lo han hecho diversos personajes  a través de la historia, empezando por el empresario de televisión Plata Camacho, quien fue el que más ganó con  la promoción  de la  travesía  que hizo él por el rio Magdalena , aparte del robo de los regalos que en efectivo le daban en  cada puerto  al que arribaba, con los cuales se evadió el personaje apodado “Limonada”.

Luego vino otro vividor que editó una revista con su nombre de la cual recibía sólo cinco centavos por cada ejemplar vendido. Y así sucesivamente ha sido explotado, ante sus afanes protagónicos figurativos, pues al no valorizar de su trabajo, lo regala con tal de que lo fotografíen o lo  filmen.
Entre los muchos pagos decepcionantes que ha tenido en la región, está la vez, en que pulcros periodistas de alguna emisora amazonense que se creen con el  poder de  censurar a cuanto parroquiano indefenso cae en sus manos por el solo hecho de manejar un micrófono, casi lo fusilan y extraditan por las declaraciones que dio a la revista “Conexión” de la empresa aérea Aires en donde decía “ que ya los animales no se encontraban en la selva amazonense si no en las calles de Leticia  andando en motos y sembrando el terror en la ciudad”. Verdades que duelen decirlas y que son repudiadas por algunos,  porque tocan intereses, a veces económicos.

Pero creo que una de sus más ingratas decepciones  fue el día en que un funcionario gubernamental adscrito a Corpoamazonia tal vez para pasar a la historia o hacerse el importante le decomisó con bombos y platillos su mascota, la boa constrictor llamada “cantalicia” animal que no podía estar en mejores manos y con la cual hacia su trabajo, al  menos el de  mostrar a los turistas  en vivo y en directo un espécimen de la fauna amazónica.

Afortunadamente  en años anteriores, algún personaje agradecido por su loable labor, al cual hay que darle las gracias por tan digno gesto, le erigió en vida un monumento  y hoy, el Congreso de la República   le concede, también en vida,  un reconocimiento a su trabajo ecologista con la orden Simón Bolívar que aunque tarde, es bien merecida,  reconocimiento que no demora en salir el politiquero de oficio amazonense a adjudicarse la autoría  para ganar puntos.
   
Hoy como empleado, hace parte del paquete explotador  de uno de los  emporios hoteleros monopolistas  de la región en donde su nombre es un  atractivo gancho para el turista  hospedarse y posar con él para la foto recuerdo de la estadía en la ciudad.

Pienso que en agradecimiento  a su labor realizada  ¿no debería de estar empleado por parte del gobierno departamental  devengando un sueldo al colocarlo en el área ecológica que es su caballo de batalla, junto con los organismos encargados, para que siga luchando contra la contaminación del rio Amazonas,  contaminación que tan mal librada está dejando a la región a la vista de los  turistas?


Carlos Javier Londoño O

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