Agosto 25 de 2015
Crónicas leticianas
“Parece que la historia se vuelve a repetir”
Fue hace cuatro años
cuando en vivo y en directo en la ciudad de Leticia, me tocó presenciar y vivir nuevamente después de muchos años de
estar ausente de esa ciudad, el festival
politiquero que con motivo de la elección de
gobernador, alcalde, concejales y diputados entre otros se celebraba allí y en todo el territorio
nacional.
Vi con agrado como el pueblo estaba contento y entusiasmado
con dos de los aspirantes tanto para la gobernación como para la alcaldía,
representados en un profesor y un policía, quienes al ser egresados de esos dos
estamentos de respeto, tenían credibilidad moralidad, honradez y sentido de pertenencia.
El aspirante a la gobernación con
su lema” Somos pueblo somos Más” esgrimiendo premisas electorales con base en su plan de gobierno tales como:
legalidad, justicia y trasparencia en la política, amazonas una nueva sociedad,
política rural, turística, agrícola y comercial generadoras de riqueza y
empleo, comunidades indígenas como protagonistas del desarrollo amazónico y
medio ambiente saludable y sostenible
entre otros, plasmó esas iniciativas en
un boletín como caballito de batalla electoral..
Y el aspirante a la alcaldía con
su lema” El camino hacia una Leticia nueva y competitiva” reforzado con una
formulación de promesas esbozadas en 12
puntos en los cuales prometía la redención y la panacea para salvar
al municipio.
El pueblo estaba optimista porque
esa dupla de aspirantes eran los “enviados” para enrutar de nuevo los destinos
del departamento y el municipio de las
falencias y corrupción que los venia golpeando desde hacia años atrás.
Con esa confianza y esperanza, los pobladores depositaron los votos por ellos como la
solución más indicada jamás vista en la región.
Pero como todo en ese pueblo, la
dicha no fue duradera.
El desengaño y decepción aparecieron
tiempo después cuando los dos
gobernantes empezaron a mostrar verdaderamente los objetivos de su gestión,
que como todos los anteriores eran:
la corrupción, el carrusel de la contratación,
la apatía por con la región, la falta de autoridad y de pertenencia, la ingobernabilidad,
pero eso sí, mostrando sin ningún recato alguno sus habilidades para
manejar el dinero de los
amazonenses a favor de sus cuentas
personales.
Y de todo lo prometido para el
desarrollo del departamento, a la mierda con esas promesas. Aquí lo importante
es quedar bien con los benefactores de la gestión al hacer que los dineros invertidos para financiar las campañas, a lo
mejor dineros sin justificación, tomen legalidad al incluir dichos colaboradores en el carrusel de la contratación.
Y no se aterren por esta
aclaración pues es muy sabido que algunos
empresarios locales, acrecentaron
su haber con las inyecciones
monetarias que les hacían a sus negocios
los opulentos de la época con el fin de que el dinero sucio obtuviera una legalización lo que hoy en la práctica se denomina “lavado de activos”
Como recuerdo las palabras que regían en la época de la bonanza
cocalera cuando alguien solicitaba una
manera fácil para conseguir dinero. Todos estábamos de acuerdo en afirmar y
debido a la realidad del momento en que si alguien quería conseguir dinero
fácil, sólo bastaba ser traqueto,
político o aduanero y parece que las cosas no es mucho lo que han cambiado, aparte de la desaparición de los aduaneros.
Hoy de nuevo viendo este zafarrancho electorero
lleno de intrigas, murmuraciones, denuncias epítetos, chismes y
habladurías temo que la historia de las
flaquezas del electorado en las elecciones volverá a repetirse pues en
el ramillete de aspirantes a regir los
destinos de la gobernación, la alcaldía y demás estamentos, aparecen personajes que ya han pasado por
esas lides, que saben de letra menuda sobre cómo esquilmar las finanzas públicas y de la tramoya
política de cómo se maneja la corrupción en el ejercicio.
Observo la lista y noto no con asombro, porque eso allá es muy
común y poco importa, de candidatos aspirantes que tienen o tuvieron
antecedentes e investigaciones, otros que ya probaron las mieles el poder, los
cuales saben de triquiñuelas y ardides con respecto al manejo del presupuesto, quienes
posteriormente en el ejercicio de su función, fueron destituidos y no creo que fue por haberse desempeñado a cabalidad en su administración.
Aspirantes que fueron elegidos
años atrás para que representaran la región
ante el gobierno central debido a la dejadez que se vive en esa frontera, personajes cuya característica
es la de haber pasado incólumes por su
gestión sin ningún acto beneficioso
para la región, aparte de asegurar su
situación financiera.
Aspirantes que hoy tienen el cinismo de volverse a lanzar para aspirar a regir de nuevo los destinos
del departamento y la ciudad y que a lo mejor van a ganar por que a falta de
preparación y conocimiento para
gerenciar el departamento tienen el dinero para comprar votos y conciencias en un
pueblo en donde la memoria histórica desaparece cuando las prebendas salen a
flote, en un pueblo y con respeto lo digo, en donde ciertos personajes son capaces de entregar a sus esposas o sus hijas al mejor postor, como ocurría en
la época de la bonanza, con tal de
participar en el ponqué presupuestal, pueblo en donde prima el interés
personal sobre el interés general .
Aunque también veo,
supuestamente, buenos elementos como aspirantes a ser elegidos, la
situación es muy relativa , porque como
dice el dicho “ojos vemos corazones no sabemos” y si no vean la triste realidad de lo que está
pasando con los salvadores de la región en quienes todo el pueblo confió y creyó y hoy son motivo de investigaciones,
desprecio, vituperios, demandas, enemistades, por haber cambiado el rumbo para
lo que fueron elegidos.
Infortunadamente uno nace bueno
pero la politiquería y la ambición lo corrompen y eso es lo que siempre he
escrito con relación a la problemática corruptiva del Amazonas situación válida
para toda Colombia en donde pueden haber buenos candidatos para regir los destinos de alguna entidad
gubernamental, gente buena, sana, con buenas intenciones de hacer, gente
honrada con moral pero que llegan como primíparos a unos antros de corrupción, de
ambición, y de inmoralidad, en donde muchos
de los recién elegidos son conocedores o
desconocedores de la situación y en donde son muy pocas las opciones que tienen para
sortear esa elección y una de ellas y la más rentable es unirse directa o
indirectamente al cartel que esta enquistado en las oficinas del gobierno desde
hace años, rigiendo los destinos del presupuesto y del nuevo mandatario, más si
recibió dineros de algún padrino para
obtener la elección.
Así es mis amigos amazonenses: ya
tienen en sus manos el espejo de años anteriores en donde pueden ver la realidad de lo que sucede en estas
contiendas electorales de las cuales todos son sabedores para que tomen o no los correctivos si
quieren cambiar la situación.
En ustedes y sólo en ustedes, está
la suerte de la región. No podemos
seguir permitiendo que con nuestros votos unas pocas personas se estén beneficiando
del dinero del pueblo encargado de elegirlos, y seguir como siempre, llevando de la peor
parte y lo más triste: si tenemos la potestad de elegirlos, por qué no tenemos
la verraquera y potestad para derogarles el mandato, cuando no cumplen con
nuestras expectativas como empleados
nuestros que son?
Carlos Javier Londoño O