sábado, 8 de agosto de 2015

Agosto 07 de 2015
“No nos van a callar”
Ayer como participante de la Marcha que convocamos por las redes sociales para mostrar nuestra inconformidad contra el fariano presidente y sus secuaces de la guerrilla, quien con sus alevosas mentiras y un proceso “manoseado” pisotea la dignidad de nuestra patria, me sentí como en mis años mozos de los 60 cuando, como activista dirigente estudiantil del Liceo Antioqueño de la Universidad de Antioquia, presidía las manifestaciones de inconformidad de la época.
En ésta marcha sentí de nuevo mi corazón henchido de amor patrio, con sentido de pertenencia y sobre todo con la obligación moral de hacerme sentir cuando con la verdad esbozada tenemos argumentos para protestar en defensa de esta querida Colombia a la cual nuestro apátrida presidente quiere desvencijar y entregar a una caterva de desadaptados para su bien personal que en nada nos favorece.
Fue halagüeño y motivante observar cómo la mayoría de los participantes éramos adultos mayores, adultos en su mayoría, producto de ésta violencia, que con banderas, estribillos y arengas incitábamos a los observadores indiferentes e intransigentes de turno que desde las aceras se limitaban a observar.
Adultos conscientes y sabedores del origen de ésta problemática ya que la mayoría la hemos vivido en vivo y en directo durante más de sesenta años, hemos aportado nuestro muerto a la causa y somos realistas de dónde venimos y para donde vamos si no tomamos conciencia de la situación, situación que ni Santos, ni ningún otro gobernante, si no cambian las reglas de juego del gobierno con todas sus falencias , como uno de los causantes de esta guerra fratricida, nunca se va acabar, cosa que me preocupa, porque en esta marcha, los estudiantes y jóvenes, futuro de éste país, brillaron por su ausencia, esperando tal vez que nosotros les cambiemos la situación, mientras ellos se idiotizan con los aparatos tecnológicos que no los dejan ver las situaciones reales a las que estamos y vamos a estar abocados.
Ayer le demostramos a éste disfrazado gobierno dictatorial violador de derechos constitucionales convenientes a la causa, que aún hay colombianos de bien y que somos mayoría, que no queremos ni vamos a permitir ver fenecer esta hermosa tierra por culpa de quien por su ególatra obsesión personal, no quiere dar su brazo a torcer a sabiendas de que las cosas van de mal en peor.
Ya dimos el primer paso demostrando además, que por más que nos quieran obnubilar con sus mentiras los medios radiales, escritos y televisivos al servicio del sátrapa, ya las redes sociales utilizadas en ese sentido cívico y responsable, están dando sus mejores frutos.
En nosotros está el futuro del país. Estemos listos al llamado patriótico de los amantes de la democracia y prestos a reaccionar ante una nueva convocatoria.
Carlos Javier Londoño O.

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