lunes, 14 de septiembre de 2015

Septiembre 12 de 2015

” Hay que leer para que no te cambien la historia”

Cuenta la historia, que por allá en los años ochenta y para ser más exactos, en junio del año 1984, un avieso periodista  quien para la época se desempeñaba como  sub-director de uno de los  rotativos más influyentes, manipuladores de gobiernos y gobernantes  que circula con gran aceptación a nivel nacional, publicó una “chiva” como se dice coloquialmente en la jerga periodística, cuyo revuelo fue  de carácter nacional e internacional,  en donde  confirmaba  de fuente fidedigna sobre una reunión efectuada en el Hotel Marriot de Panamá entre el ex presidente López Michelsen  y los capos del narcotráfico en Colombia a la cabeza de Pablo Escobar secundado por los hermanos Ochoa , Jorge y Fabio y Rodríguez Gacha más conocidos como “Los Extraditables”, quienes coordinados por Santiago Londoño White amigo del ex presidente López, querían hacerle con su intermediación,  una proposición  de entrega al gobierno nacional.
Ante el revuelo causado por ésa noticia,  al vejete presidente  Betancur no le quedó más remedio que  salir a la palestra a mentirle al país diciendo que esas conversaciones fueron hechas sin su autorización y para demostrar que si estaba en su lucha contra el narcotráfico, reanudó la racha de extradiciones entre las cuales tuvo cabida la del narcotraficante Carlos  Lehder entre otras.  
Ante la ruptura de las conversaciones  por parte del gobierno, debido a esa información, Escobar montó en cólera amenazando al gobierno y al pueblo colombiano quien  posteriormente fue el que pagó las consecuencias por esta decisión, ya que a  partir  de esa fecha empezó  la trágica época de los atentados dinamiteros con carros bombas, por todos conocidos, que dieron al traste con la muerte de  millares de inocentes colombianos.
La historia la repite de nuevo el mismo periodista pero  con  diferentes actores.
Personaje quien valiéndose de artimañas, falsedad e hipocresía logró  infiltrarse  en el gobierno del presidente Uribe, ganándose la confianza del mandatario  para escalar la posición que hoy ocupa y que lo tiene en el mandato de la nación  gracias a su alevosa actuación secundada y respaldada por los que hoy, defiende y favorece.
Irónicamente lo que denunció para ese entonces, o sea las conversaciones clandestinas del gobierno con los capos de la mafia, él  hizo lo mismo en sus inicios de gobierno pero las conversaciones fueron con sus   nuevos aliados  con quienes  venía conversando bajo la mesa a espaldas del pueblo colombiano  y que de no ser por la denuncia del presidente Uribe, quien nos mantiene al tanto sobre las rastreras actuaciones de este gobierno, la verdad no hubiera salido a flote.
Así es como se manejan las cosas políticamente, todo a base de tramoyas y falsedades no importando a quien haya que pisotear con tal de salir avante en los objetivos propuestos y para muestra un botón: lo está haciendo este apátrida para el cual priman más sus intereses personales que los de un pueblo que lleva más de 60 años tratando de quitarse de encima  ese flagelo de guerra y terrorismo que por culpa  de esta  escatológica politiquería  nos está llevando a que cada día nos acabemos entre hermanos, para saciar esa sed de vanidad, egolatría y  sentido figurativo de algunos quienes  se ufanan de ser los defensores del pueblo.
No creo que haya que decir el nombre de este funesto personaje a quien por sus actuaciones  en contra del pueblo colombiano, su nombre quedará inscrito en los anales de la historia  como la “escoria” que acabó con este país, siempre y cuando  la reacción  del pueblo no tarde en hacerse sentir en contra  de las medidas dictatoriales que se están tomando contra todo que  suene o huela a oposición y verdad, situación que cada día con la anuencia de algunos  indolentes,  que no quieren visualizar la  realidad, nos está  llevando al  despeñadero.
Carlos Javier Londoño O.


No hay comentarios:

Publicar un comentario