Octubre 9 d 2015
“Premio Nobel de Farc”
Ustedes pensarán que la felicidad que me embarga el día de hoy es por el triunfo 2-0 de la Selección Colombia sobre el onceno del Perú,
pues no, están equivocados, aunque si me alegro como buen patriota por este
triunfo, ya soy uno de los tantos que hemos superado aquello de “pan y circo
para el pueblo”.
Lo que me tiene “ güete” como decimos en nuestro dialecto paisa es que al
escuchar en la madrugada de
hoy el nombre del ganador del premio
Nobel de Paz, este no correspondía
al nombre de nuestro mitómano presidente. ¡ Qué alegría
por Dios!
Creo que más de un colombiano estamos “brincando en una pata” como se
dice coloquialmente por la sabia decisión de la Academia Sueca de no nombrar a
este adefesio con tan significativo premio.
Ah mal que se debe encontrar
este megalómano personaje al no ser considerado por la Academia, como el
precursor de paz que él dice ser, y que
cree que la mayoría de los colombianos le estamos alcahueteando esa farsa.
Bien merecido tiene ese galardón
“El cuarteto del Diálogo Nacional Tunecino” quienes por su contribución decisiva
a la construcción de una democracia pluralista en el país de
Túnez, único país protagonista de las revueltas árabes, hicieron
que esta acción llegara a buen puerto.
Ridículas, por no ser más grotesco , las nominaciones de Juan Manuel
Santos y Timochenko a aspirar a ese significativo
premio, codeándose a nivel mundial con 65 organizaciones y 203 eminentes
personajes entre los que se destacaban, entre otros: el Papa Francisco, la canciller alemana Ángela Merkel, John Kerry y Edward Snowden, par de anti demócratas quienes con su soberbia
y ego alborotados, creyeron que tenían el premio asegurado, sobre todo
después de la sarta de mentiras que disertó el sátrapa con el cinismo que lo
caracteriza, ante las delegaciones de varios países del mundo en la
reunión de la Organización de las
Naciones Unidas. Gracias a Dios su lucha por esa falseada paz que predica hasta
en la sopa y que está empecinado en sacar
adelante al costo que sea, por lo menos por este año, no fue fructífera.
Imagínense si esto hubiese ocurrido : el avión presidencial engalanado
con nuestros colores patrios despegando hacia Estocolmo con toda la parafernalia
militar falseada que se vive en este momento, despidiendo al galardonado, quien
acompañado por su séquito de esbirros
actores del circo, con Roy Barreras, Cepeda; timochenko, Márquez, Cristo, y De la Calle a la cabeza ataviados con guayaberas blancas y sombreros vueltiaos, la
Holguín, la Parody y la Teodora con polleras coloridas acompañadas
por el clásico conjunto vallenato como símbolo del folclor colombiano, seguidos por esa caterva de apátridas enmermelados
periodistas al servicio del dictadorzuelo alabándolo al traidor y su séquito durante la travesía.
Menos mal que Dios sabe cómo hace sus cosas.
Así es mi detestable presidente que siga empecinado en su acción que
este año no fue, mientras nosotros seguimos en lo nuestro, empecinados en darle
garrote en las próximas elecciones del 25 de octubre. Por ahora disfrute del
premio Nobel de Farc.
Carlos Javier Londoño O.
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