sábado, 30 de junio de 2012



Crónicas leticianas 9

La amazonía y sus misterios

Se cuentan tantas historias y leyendas sobre los misterios que encierra la selva amazónica que con el tiempo ya uno acredita como dice el brasilero.
En la época de los ochenta, junto con otros amigos, tomé la costumbre de salir, por lo menos una vez al mes, a pescar y a  cazar de noche, por los lados de la quebrada Tacana cuando sus aguas eran limpias y cristalinas.
Nuestra guía de cabecera era una veterana paisa de raca mandaca, osada, conocedora nocturna de la selva y una mujer de armas tomar llamada Lola Hoyos (q.e.p.d).
Salíamos con ella casi siempre un sábado por la noche, entrándonos a la manigua a la altura del km 8 por una trocha hasta llegar a la mencionada quebrada donde ya teníamos los sitios para pescar y mas adentro los saladeros en donde cazábamos boruga.
Permanecíamos toda la noche en esa faena hasta el otro día  cuando en las orillas de la quebrada, al son de un buen trago , un buen baño y un buen asado con los frutos de nuestra caza y pesca nos deleitábamos todo el día descansando y disfrutando de ese oasis de paz, tranquilidad y aire puro. Ya  en el ocaso regresábamos a nuestras casas.
Esta experiencia nocturna era todo un espectáculo al observar a la luz de las linternas el sinnúmero de ojos brillando en la oscuridad, escuchar los diferentes sonidos y silbidos agoreros emitidos por los animales noctámbulos que asemejan una sinfonía con notas de misterio y de terror y de vez en cuando experimentar un susto cuando nos atravesábamos en la ruta de un ofidio de grandes proporciones que silencioso se desplazaba buscando su sustento.
Ya nuestra conductora sabía lo que había que hacer en estos casos como correr en ciertas oportunidades y apagar las luces porque la serpiente la  sigue y otros casos  a los cuales les ponía espectacularidad sobre todo cuando iba con nosotros  algún personaje nuevo que medroso quería experimentar adrenalina nocturna..
El hecho concreto era que estas experiencias eran inolvidables sobre todo el observar el firmamento en las noches estrelladas como se dice comúnmente y en un sitio como ese en donde el resplandor de la  luz  de la ciudad no incidía en la oscuridad como para   perturbar una buena observación.
Desde allí se podía ver luces de diferentes colores surcando el firmamento y por qué no decirlo aparentemente entrando y saliendo de la selva.
Preguntando a la veterana guía sobre este fenómeno, nos respondía: en ciertas épocas del año es muy común observar estas luces multicolores pasar por esta zona, a veces son aviones  que hacen vuelos interoceánicos a gran altura  y a los cuales se les puede detectar su sonido peculiar, como a veces son luces insonoras que pasan mas bajas que los aviones y que se pueden ver claramente desde la orilla de la quebrada en donde la vegetación es mas baja.
Doña Lola usted cree  en esos fenómenos extraterrestres de que tanto hablan? le  preguntábamos: pues en mis  frecuentes entradas a esta selva, nunca he tenido una experiencia  anormal, pero si he visto con frecuencia luces de diferentes colores como les dije anteriormente que parece que entraran  y salieran de la selva y nada raro que exista algo que tenga que ver con estos  fenómenos y mas en  esta  amazonía  en donde se ha descubierto que existen tantos  elementos radioactivos como uranio y otros como carbón, oro, petróleo y quien sabe que otras cosas mas.
 De ahí tantas leyendas indígenas al respecto como la famosa  “Mochacabezas” que según los indígenas son naves extraterrestres que bajan en las noche llevándose los nativos  a los cuales les sacan los órganos vitales  apareciendo muertos y sin cabeza.
De eso si puedo dar fe –dije yo interrumpiendo la pregunta- de que en esta selva si existen zonas o yacimientos de algunos metales radioactivos porque lo experimenté personalmente cuando en la bonanza del oro en el Taraira o Traira por los lados de la Pedrera, yo gerenciala una empresa aérea en Villavicencio desde donde me autorizaron volar con los aviones DC-3 de la empresa desde esa ciudad  hasta Leticia con escala en  dicho corregimiento. Pernoctábamos en Leticia y al otro día hacíamos el regreso por la misma ruta hasta Villavicencio.
En uno de eso vuelos  que hicimos y luego de aterrizar normalmente en  La Pedrera, decolamos rumbo a Leticia después del medio día. Más o menos a la media hora de vuelo el comandante de la aeronave me llamó de urgencia a la cabina para que observara el fenómeno que estaba ocurriendo con todos los relojes de navegación del avión los cuales giraban locamente sin ninguna orientación razón por la cual la aeronave estaba volando sin rumbo, sin datos de velocidad,  ni altitud. Eso me preocupó por que desconocía el fenómeno y además íbamos full  con 24 pasajeros a bordo.
Piloto, copiloto, auxiliar de vuelo y gerente nos supeditamos a observar el fenómeno y esperar  a ver que pasaría. Más o menos a los 10 minutos los relojes volvieron a la normalidad, observando y comentándonos el comandante que el avión iba con un rumbo diferente al de Leticia y que si seguíamos en esa dirección quien sabe a donde iríamos a salir.
Corrigiendo el rumbo,  a la hora ya estábamos aterrizando normalmente en la capital del Amazonas.
Al aterrizar  pudimos observar que en plataforma se encontraba un Avión Hércules de la fuerza aérea americana estacionado en una zona estratégica, vigilado por militares del mismo país y como cosa rara pudimos notar que no había ni militares ni policías colombianos  en esa área.  La rampa trasera de la aeronave estaba abierta y por ella estaban cargando unos contenedores metálicos plateados que subían entre cuatro soldados.
Al bajar los pasajeros y tripulación de nuestro avión a tierra, nos alejaron rápidamente  de la zona. Y ahí viene la pregunta que siempre me he hecho, qué estarían cargando o descargando? Por qué tanto sigilo en esta operación?
Estarían subiendo muestras de algún metal radiactivo  conocido o recién detectado, o habrían bajado basura radioactiva  para enterrar en la selva?
Amigos amazonenses: ahí les dejo otra de las tantas inquietudes que existieron o existen en la región que nadie responde al respecto pero que sabemos que son una realidad.
La llegada de los gringos a la base aérea del Amazonas, no es gratis, algo se traen entre manos y mas ahora que todo el mundo tiene los ojos puestos en esa reserva mundial llamada Amazonas. El  tiempo nos lo dirá. 

1 comentario:

  1. Javier, muy interesante el artículo publicado. Hace reflexionar sobre las maravillas e injusticias que tiene esta tierra de la región del amazonas. Gracias por compartir tus experiencias. Ruth

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