“Las cosas que el país olvida”
En uno de los capítulos de la
telenovela “Escobar El Patrón del Mal”
pasados por la t.v el fin de semana, hacen alusión a una reunión que en la vida
real correspondió a la efectuada en Junio de 1984 en el Hotel Marriot de la
ciudad de Panamá entre el ex presidente Alfonso López Michelsen que se
encontraba en ese país como observador de las elecciones presidenciales y los
autodenominados “Los extraditables” en
cabeza de Pablo Escobar, los hermanos Jorge Luis y Fabio Ochoa y Gonzalo
Rodríguez Gacha.
Estos ya habían hablado
con Santiago Londoño White amigo del ex presidente para que lo
contactara, pues querían que éste
llevara a nombre de ellos una propuesta de entrega al gobierno del presidente Belisario Betancur.
Dicha reunión no había trascendido a la prensa y pasaba
inadvertida surgiendo de ella un documento escrito que fue entregado al
procurador vigente Jiménez Gómez.
Todo marchaba bien hasta que un joven periodista llamado Juan
Manuel Santos, subdirector del diario El Tiempo en la época, se enteró de los
contactos entre los narcos y el gobierno, confirmó la noticia por boca del ex
presidente López y de inmediato decidió publicarla en el periódico causando
gran revuelo a nivel nacional e internacional.
Ante ésta publicación se le
complicó la situación al presidente Betancur quien se vio obligado a mentirle
al país diciendo que esa reunión no había sido con su autorización y que se había hecho por fuera del gobierno.
Para curarse en salud y demostrar
que su gobierno estaba firme en su
decisión, durante su periodo extraditó
16 colombianos a los Estados Unidos entre ellos a Carlos Lehder rompiéndose los
diálogos con los extraditables quienes a órdenes de Pablo Escobar comenzaron el
terrorismo y la guerra fraticida contra el gobierno, que tanto mal le hizo al
país.
Hoy coincidencialmente ese
periodista como presidente de Colombia, movido por razones no muy convincentes
y actuando a favor del pueblo colombiano objetó y devolvió al epicentro de la corrupción
en Colombia, de donde salió, denominado “Congreso” ese engendro llamado Reforma
a la Justicia ,
quien días después la “hundió” evitando
que ellos mismos, apátridas con investidura, llamados irónicamente
“Honorables Representantes” se auto beneficiaran al querer imponerle al país,
siguiendo las enseñanzas de su colega Pablo Escobar, ese “poder absoluto”, por
el cual luchó el capo en su época de congresista y que por poco nos coronan.
Gracias señor presidente por ese gesto, que todos sabemos…tiene su precio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario