sábado, 7 de julio de 2012





“Las cosas que el país olvida”

En uno de los capítulos de la telenovela “Escobar  El Patrón del Mal” pasados por la t.v el fin de semana, hacen alusión a una reunión que en la vida real correspondió a la efectuada en Junio de 1984 en el Hotel Marriot de la ciudad de Panamá entre el ex presidente Alfonso López Michelsen que se encontraba en ese país como observador de las elecciones presidenciales y los autodenominados  “Los extraditables” en cabeza de Pablo Escobar, los hermanos Jorge Luis y Fabio Ochoa y Gonzalo Rodríguez Gacha.
Estos ya habían  hablado  con Santiago Londoño White amigo del ex presidente para que lo contactara,  pues querían que éste llevara a nombre de ellos una propuesta de entrega al  gobierno del presidente Belisario Betancur.
Dicha reunión  no había trascendido a la prensa y pasaba inadvertida surgiendo de ella un documento escrito que fue entregado al procurador vigente Jiménez Gómez.
Todo marchaba bien  hasta que un joven periodista llamado Juan Manuel Santos, subdirector del diario El Tiempo en la época, se enteró de los contactos entre los narcos y el gobierno, confirmó la noticia por boca del ex presidente López y de inmediato decidió publicarla en el periódico causando gran revuelo a nivel nacional e internacional.
Ante ésta publicación se le complicó la situación al presidente Betancur quien se vio obligado a mentirle al país diciendo que esa reunión no había sido con  su autorización  y que  se había hecho por fuera del gobierno.
Para curarse en salud y demostrar que su gobierno estaba  firme en su decisión, durante su periodo  extraditó 16 colombianos a los Estados Unidos entre ellos a Carlos Lehder rompiéndose los diálogos con los extraditables quienes a órdenes de Pablo Escobar comenzaron el terrorismo y la guerra fraticida contra el gobierno, que tanto mal le hizo al país.
Hoy coincidencialmente ese periodista como presidente de Colombia, movido por razones no muy convincentes y actuando a favor del pueblo colombiano objetó y devolvió al epicentro de la corrupción en Colombia, de donde salió, denominado “Congreso” ese engendro llamado Reforma a la Justicia, quien días después la “hundió” evitando  que ellos mismos, apátridas con investidura, llamados irónicamente “Honorables Representantes” se auto beneficiaran al querer imponerle al país, siguiendo las enseñanzas de su colega Pablo Escobar, ese “poder absoluto”, por el cual luchó el capo en su época de congresista y que por poco nos coronan. Gracias señor presidente  por ese gesto,  que todos sabemos…tiene su precio.


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