viernes, 13 de julio de 2012


Julio 10 de 2012
Crónicas leticianas 10


“Vuelven las fiestas de la confraternidad  Fronteriza”


Vuelven de nuevo las tradicionales fiestas de la confraternidad fronteriza y ya el pueblo se apresta  para tener en buen estado su órgano hepático para disfrutar de ellas.
Fiestas tradicionales en donde algunos entes gubernamentales también se preparan para sacar la mejor tajada económica con los contratos y adjudicaciones que hacen con los manejadores del certamen.
Las fiestas del “pan y circo para el pueblo” en donde el mandatario que lleve las mejores orquestas será el mejor de su especie por brindarle al pueblo la satisfacción de olvidarse por unos días la triste realidad y las ineficiencias de su mandato.
Fiestas que en ningún aspecto han progresado y lo digo con conocimiento de causa, porque me correspondió  participar de ellas el año pasado observando que tenían mas variedad  las que se hacían en  años anteriores.
Ahora las fiestas se supeditaron a unos rebuscadores peruanos quienes con su bisutería barata made in China hacen de las suyas en estas celebraciones en la conocida “plaza de los artesanos”.y a unas casetas en donde el licor y comidas sin ningún control, se expenden por doquier.
Queremos seguir viendo esas fiestas en donde el ambiente familiar era una característica importante cuando todos  nos dirigíamos a presenciar ese imponente desfile militar por las principales calles de la ciudad que aún se conserva, engalanado por armas de las tres naciones que se confunden con las nuestras como muestra de hermandad y camaradería,  cuando asistíamos al puerto a ver el desfile de las cañoneras de los tres países invitados  quienes haciendo alarde pacifico de su poderío naval desfilaban airosas por las majestuosas aguas del imponente Amazonas cuando este era nuestro río insignia,  al frente del ahora  mal llamado malecón, perdón se me olvidaba que para poder  ver de nuevo  este espectáculo tendríamos que hacerlo en el muelle de Tabatinga desde  donde se puede apreciar el río en todo su esplendor.
Que bueno sería  que realizaran de nuevo el famoso concurso  de pesca denominado “Piraña de Oro” que aglutinaba a pescadores  de Antioquia, los Llanos, Bogotá y otras regiones del país quienes motivados por un trofeo y conocer esa hermosa región se desplazaban  a participar en el concurso haciendo  de puerto Nariño y los Lagos de Tarapoto, por unos días, un epicentro de pesca.
O volver a escuchar  y gozar con las orquestas que nos deleitaban con los ritmos autóctonos de Colombia que nos  infundían  ese  vibrar de patria y ese sentimiento nacionalista que tanto se ha perdido. Degustar de la buena gastronomía y observar nuestros productos regionales y nacionales  al hacer de la ciudad una vitrina turística de nuestra nación.
Volver   presenciar a ver esos actos culturales significativos que rompan con  el esquema de los mismos con las mismas presentaciones  que la ciudadanía y los turistas presencian cada año.
Brindarle  a la ciudadanía un  reinado con todas las especificaciones en donde nuestra candidata representativa no sea elegida  por las influencias  interesadas de tres o cuatro matronas mandadas a recoger, sino por elección popular  manifestada en una digna representante
No es que esté en contra de éstas festividades, por el contrario estas deberían de ser,  no unas fiestas pueblerinas que no aportan nada a la región aparte  de una distracción premeditada , el descalabro económico que sufren los hogares  y de las ganancias extras adquiridas por los manejadores del evento sino una fiesta internacional que retumbe en los confines del territorio patrio en grande como su nombre lo indica, fiestas de hermandad, de acercamiento, de  nacionalismo, fiestas patrias conmemorativas en donde tengamos la oportunidad de mostrarle a los vecinos no solo la idiosincrasia, costumbres y productos  del Amazonas sino  mostrar parte de lo que es nuestra querida Colombia manifestada es ese pueblo llamado Leticia, como pueblo representativo en esta importante frontera tripartita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario