domingo, 10 de marzo de 2013


Marzo 09 de 2013.



Crónicas leticianas 31

“Sabotaje político en la región”


Para  asumir la presidencia de la república en el año 1982, los candidatos  Alfonso López Michelsen  por el partido liberal, y Belisario Betancur Cuartas por el partido conservador se disputaban el territorio nacional buscando adeptos y por ende los votos que los favorecieran en las urnas.
Para aquella época, Leticia era un feudo de los politiqueros de oficio del Huila y Caquetá de donde dependíamos electoralmente cuando estábamos adscritos al Departamento de Intendencias y Comisarías “Daínco” dirigido por Héctor Moreno Reyes quien venía a ser prácticamente el segundo presidente de Colombia pues bajo sus órdenes se encontraba mas de medio país conformado por las intendencias y comisarías existentes.
Esos caciques caqueteños y huilenses manejaban el Amazonas a su antojo acolitados por los políticos y “patrones” de aquel entonces , que no vale la pena mencionar pues todos saben quienes eran  y quienes son sus descendientes que siguen manejando su legado político.
Fue así como unos meses antes de las elecciones Belisario viajó al Amazonas en busca de los preciados votos que sumaran para la elección presidencial.
Por esta razón sus adeptos conservadores de raca mandaca prepararon una manifestación de apoyo que remataba con un discurso en la media torta, discurso prometedor y proselitista que no pasa de moda cuando de politiquería barata se trata y de la cual hacen uso los candidatos cuando se acerca una elección en donde ahí si visitan los pueblos mas olvidados de nuestro territorio en busca del preciado voto y la olvidada Amazonas no era la excepción pues los que llegaban prometían y se comprometían con la región en proyectos de bla bla electorera que después cuando ganaban se olvidaban que esa  tierra que les ayudo, pues Leticia  no ha representado electoralmente nada para ellos.
Pues bien el día del arribo del candidato  los conservadores recalcitrantes de la región que existían para la época, tenían todo preparado para su mitin politiquero el cual se llevo a cabo en horas de la tarde la tarde.
Por la noche, en la media torta,  ante una multitud representativa que lo escuchaba, Belisario empezó su discurso electorero.
Yo me encontraba en la cafetería del hotel Anaconda departiendo con varios amigos y desde allí se escuchaba perfectamente la voz del candidato exponiendo su  plan de gobierno y las promesas mentirosas y de proyectos con respecto a la región.
Cansados de escuchar toda esa basura electorera de las cuales muchas no se irían a cumplir, la temperatura se me fue elevando y cuando el discurso estaba en su esplendor prometedor, les dije a los amigos de mesa: hoy voy a pasar a la historia de este pueblo, pues pienso sabotearle el mitin al candidato.
Los amigos pensaron que se trataba de una chanza,  pero cuando me paré y les dije que ya volvía, todos me aconsejaron desistir de mi osada y arriesgada acción pues el candidato tenía  su seguridad.
Sin medir las consecuencias me dirigí   al estrado en donde se encontraba Belisario y en un acto de atrevimiento lo despoje del micrófono diciendo en vivo y en directo al pueblo leticiano que ya estábamos mamados de tanto politiquero que venía a la ciudad a pescar en río revuelto aunque esta era mas o menos la idea, mis palabras fueron más expresivas y elocuentes  Sin saber estas palabras fueron escuchadas por toda Colombia pues ese día la emisora estaba en cadena nacional  con Yamid Amat.
La acción fue acto de unos segundos   al cabo de los cuales me sentí en el aire pues dos de los escoltas me sujetaron y me alzaron por los aires para retirarme del candidato. Ya el objetivo estaba  alcanzado.
Como en esa época todo el mundo sabía quien era quien en el pueblo, como activista y conocedor de la mayoría de todos los problemas de la frontera tenía credibilidad, deduciendo que por esta razón el pueblo gritaba acaloradamente que me soltaran que yo estaba diciendo la verdad. Esto no valió para nada, pues al momento fui llevado detenido y a pie hasta las instalaciones de la policía cerca al cuerpo de bomberos, pues en ese tiempo no existían los modernos vehículos policiales  en que se pasean las autoridades actualmente.  El mitin se terminó pues todo el público presente  en la manifestación, se fue detrás de la comitiva policial  a ver para donde me llevaban.
Al llegar a la estación, salió a recibirme el comandante quien afortunadamente era  amigo. A él le expuse las razones de mi actuación y las cuales él entendía perfectamente, pues afortunadamente cualquier situación que se presentaba en la región y que atentara contra la ciudadanía, tocaba  a todos los estamentos los cuales condicionalmente se unían a las causas.
Como vio que la gente no se retiraba de la estación y por el contrario exigían mi libertad   y previendo  de pronto una asonada, me propuso que mi libertad estaba sujeta a que mi esposa llegara a  la estación a recogerme y llevarme para mi residencia.
Un voluntario me hizo el favor y en moto se desplazo hasta mi casa trayendo a mi esposa a la cual fui entregado con la condición de irme a dormir. En medio de aplausos y agradeciéndoles a los manifestantes su solidaridad  me fui a cumplir con lo pactado. Al otro día no di la cara por ningún lado para evitar problemas con los  conservadores de la ciudad.
Meses después Belisario Betancur como presidente elegido visitó de nuevo el Amazonas. Durante los días en que estuvo en la ciudad, permanecí encerrado  en mi casa,  para no dar papaya, como se dice  literalmente.
Y como cosa irónica en la política, Belisario como presidente de Colombia, fue uno de los que mas colaboró con la región especialmente con Leticia.

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