Marzo 09 de 2013.
Crónicas leticianas 31
“Sabotaje político en la región”
Para asumir la presidencia de la república en el
año 1982, los candidatos Alfonso López
Michelsen por el partido liberal, y
Belisario Betancur Cuartas por el partido conservador se disputaban el
territorio nacional buscando adeptos y por ende los votos que los favorecieran
en las urnas.
Para aquella época, Leticia era
un feudo de los politiqueros de oficio del Huila y Caquetá de donde dependíamos
electoralmente cuando estábamos adscritos al Departamento de Intendencias y
Comisarías “Daínco” dirigido por Héctor Moreno Reyes quien venía a ser
prácticamente el segundo presidente de Colombia pues bajo sus órdenes se
encontraba mas de medio país conformado por las intendencias y comisarías
existentes.
Esos caciques caqueteños y
huilenses manejaban el Amazonas a su antojo acolitados por los políticos y
“patrones” de aquel entonces , que no vale la pena mencionar pues todos saben
quienes eran y quienes son sus
descendientes que siguen manejando su legado político.
Fue así como unos meses antes de
las elecciones Belisario viajó al Amazonas en busca de los preciados votos que sumaran
para la elección presidencial.
Por esta razón sus adeptos conservadores
de raca mandaca prepararon una manifestación de apoyo que remataba con un
discurso en la media torta, discurso prometedor y proselitista que no pasa de
moda cuando de politiquería barata se trata y de la cual hacen uso los
candidatos cuando se acerca una elección en donde ahí si visitan los pueblos
mas olvidados de nuestro territorio en busca del preciado voto y la olvidada
Amazonas no era la excepción pues los que llegaban prometían y se comprometían
con la región en proyectos de bla bla electorera que después cuando ganaban se
olvidaban que esa tierra que les ayudo,
pues Leticia no ha representado electoralmente
nada para ellos.
Pues bien el día del arribo del
candidato los conservadores recalcitrantes
de la región que existían para la época, tenían todo preparado para su mitin
politiquero el cual se llevo a cabo en horas de la tarde la tarde.
Por la noche, en la media torta, ante una multitud representativa que lo
escuchaba, Belisario empezó su discurso electorero.
Yo me encontraba en la cafetería
del hotel Anaconda departiendo con varios amigos y desde allí se escuchaba
perfectamente la voz del candidato exponiendo su plan de gobierno y las promesas mentirosas y de
proyectos con respecto a la región.
Cansados de escuchar toda esa
basura electorera de las cuales muchas no se irían a cumplir, la temperatura se
me fue elevando y cuando el discurso estaba en su esplendor prometedor, les
dije a los amigos de mesa: hoy voy a pasar a la historia de este pueblo, pues
pienso sabotearle el mitin al candidato.
Los amigos pensaron que se trataba
de una chanza, pero cuando me paré y les
dije que ya volvía, todos me aconsejaron desistir de mi osada y arriesgada
acción pues el candidato tenía su
seguridad.
Sin medir las consecuencias me
dirigí al estrado en donde se
encontraba Belisario y en un acto de atrevimiento lo despoje del micrófono
diciendo en vivo y en directo al pueblo leticiano que ya estábamos mamados de
tanto politiquero que venía a la ciudad a pescar en río revuelto aunque esta
era mas o menos la idea, mis palabras fueron más expresivas y elocuentes Sin saber estas palabras fueron escuchadas por
toda Colombia pues ese día la emisora estaba en cadena nacional con Yamid Amat.
La acción fue acto de unos
segundos al cabo de los cuales me sentí
en el aire pues dos de los escoltas me sujetaron y me alzaron por los aires
para retirarme del candidato. Ya el objetivo estaba alcanzado.
Como en esa época todo el mundo
sabía quien era quien en el pueblo, como activista y conocedor de la mayoría de
todos los problemas de la frontera tenía credibilidad, deduciendo que por esta
razón el pueblo gritaba acaloradamente que me soltaran que yo estaba diciendo
la verdad. Esto no valió para nada, pues al momento fui llevado detenido y a
pie hasta las instalaciones de la policía cerca al cuerpo de bomberos, pues en
ese tiempo no existían los modernos vehículos policiales en que se pasean las autoridades
actualmente. El mitin se terminó pues
todo el público presente en la
manifestación, se fue detrás de la comitiva policial a ver para donde me llevaban.
Al llegar a la estación, salió a
recibirme el comandante quien afortunadamente era amigo. A él le expuse las razones de mi
actuación y las cuales él entendía perfectamente, pues afortunadamente
cualquier situación que se presentaba en la región y que atentara contra la
ciudadanía, tocaba a todos los
estamentos los cuales condicionalmente se unían a las causas.
Como vio que la gente no se
retiraba de la estación y por el contrario exigían mi libertad y
previendo de pronto una asonada, me
propuso que mi libertad estaba sujeta a que mi esposa llegara a la estación a recogerme y llevarme para mi
residencia.
Un voluntario me hizo el favor y
en moto se desplazo hasta mi casa trayendo a mi esposa a la cual fui entregado
con la condición de irme a dormir. En medio de aplausos y agradeciéndoles a los
manifestantes su solidaridad me fui a
cumplir con lo pactado. Al otro día no di la cara por ningún lado para evitar
problemas con los conservadores de la
ciudad.
Meses después Belisario Betancur
como presidente elegido visitó de nuevo el Amazonas. Durante los días en que
estuvo en la ciudad, permanecí encerrado
en mi casa, para no dar papaya,
como se dice literalmente.
Y como cosa irónica en la
política, Belisario como presidente de Colombia, fue uno de los que mas
colaboró con la región especialmente con Leticia.
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