Agosto 24 de 2013
Crónicas leticianas 54.
“Cuando la ambición toca a tu puerta, casi todo es predecible”
Desde hace muchos años, es común que avivatos
y timadores lleguen del interior del país a contactar incautos en la
ciudad de Leticia.
La ambición del dinero rápido
de muchos de sus habitantes y la falta de
verificación de datos de algunas entidades y pueblo en general cuando de hacer negocios con extraños se trata, hacen
de ésta ciudad una “plaza fácil” para los
inescrupulosos, quienes poniendo en práctica sus argucias hacen sus
tumbadas con alguna frecuencia, muchas de los cuales pasan desapercibidas y no
se divulgan para no pasar pena ni hacer el ridículo los implicados.
En los vuelos que a diario aterrizan
en la ciudad llegan estos personajes con credenciales made in Bogotá o Medellín,
que los acredita como doctores,
abogados, profesionales, comerciantes de
empresas importantes y hasta representantes del gobierno, algunos de los
cuales se gradúan en la universidad del
aire, es decir en el vuelo Bogotá-
Leticia .
Ellos ya están enterados que algunos comerciantes y habitantes de la
ciudad, cuando de hacer dinero fácil,
rápido y en efectivo, “se abren de patas” como se dice literalmente ante
cualquier oferta tentadora, otros caen por ingenuidad y otros lo hacen para lavar activos. Éstas debilidades son aprovechadas por éstos profesionales del
tumbis, quienes haciendo uso de su elocuencia, presencia, y capacidad de convencimiento “enredan una bruja en una guadua”, como
decimos en Antioquia.
Evoquemos algunos casos que pasaron a la historia
regional, empezando por el famoso paisa apodado “limonada” quien con su
verborrea locuaz, fue capaz de reunir lo
más granado de la sociedad amazonense, comerciantes, militares y eclesiásticos,
para esbozarles un proyecto con el cual
pretendía promocionar turísticamente la
región.
Fue el mismo que se unió a la
comitiva cuando el empresario de televisión Plata Camacho montó toda la
parafernalia para que Kapax nadara desde
Neiva hasta Barranquilla, y era él quien recibía el dinero que en efectivo se recogía en una urna en cada
puerto adonde llegaban.
El día en que kapax llego a
Barranquilla y se subía al puente Pumarejo para culminar su hazaña, Limonada
desaparecía por otro lado con el dinero producto de las donaciones.
Otro caso conocido, fue el del personaje que haciéndose pasar por
un representante del gobierno y
pintándole pajaritos en el aire con respecto a la administración, llamó desde Bogotá
a un conocido alcalde de turno para
anunciarle su llegada.
En el aeropuerto fue recibido por
el mandatario en mención, quien lo atendió de maravillas con comida,
buen hotel, licor, préstamo de dinero en efectivo y hasta mujeres a
bordo. Resultado del encuentro, birlada
al señor alcalde.
Y otra tumbada ocurrida hace unos pocos años de la se
salvaron muchos más comerciantes, gracias a mi contacto con el inescrupuloso,
fue la efectuada por el paisa de nombre Jorge Henao ( nombre falso, por supuesto)
quien haciéndose pasar como
representante del centro
comercial “El Hueco” de Medellín, engatusó a varios comerciantes a
quienes prometiéndoles mercancía muy barata que le llegaba en un chárter desde Panamá, los despojó de dinero por
adelantado, historia - denuncia que pueden leer
en mi blog sineskrupulos.blogspot.com bajo el título crónicas leticianas
8 “ El precio de la palabra verificar” .
Y así como los anteriores, son
muchos los casos que han ocurrido que
darían para escribir un libro bien voluminoso, pues como lo he dicho en
repetidas ocasiones, muchos comerciantes
y mucho pueblo en general, por andar
con el signo pesos incrustado en la cabeza, no les da la oportunidad de verificar o comprobar ciertas acciones de algunos
personajes que los visitan, razón por la cual caen tan fácilmente.
Y esta modalidad, parece que se hubiera enquistado en la región
y hablemos de ciertos personajes traídos del interior del país o que ya habitan
en el terruño, quienes con la anuencia de ciertos gobernantes se vinculan a la administración, entre otras cosas, a
esquilmar el presupuesto regional.
Abogados, entre otras profesiones, que
ingresan como asesores y jurídicos expertos en el ardid y la trama sobre todo
cuando se habla del término
“contratación”.
Puede que el gobernante sea honorable
y honesto, y puede que desconozca o no,
que el lugar en donde se confabulan ciertas
operaciones es precisamente en las oficinas de ciertas asesorías o secretarías en
donde al incluir al mandatario en la nómina de los que reciben comisión, lo
convierten automáticamente en el firmón
de turno, que en la mayoría de las veces, les acarrea problemas y futuras investigaciones.
Ellos son los que saben, al
confabular con el contratista elegido, en donde está el veneno en la licitación que
desfavorece a los demás, como por ejemplo y entre las múltiples triquiñuelas, cambiar
una referencia que sólo la distribuya el contratista elegido, publicar en
internet en la página de la alcaldía o gobernación los requisitos del
contrato en horas de la noche con vencimiento a los pocos días, requisitos que
ya conoce el favorecido de antemano teniendo todo listo para su
presentación, o inventándose requisitos absurdos, como le ocurrió al mega ex
gobernador al exigir en una licitación, que los aspirantes debían hablar el idioma indígena nativo para poder ser partícipe de
ella, detalle que hoy lo tiene en investigación.
Y esa situación parece que
también la están aplicando otros personajes, quienes como a aspirantes a
diferentes puestos políticos como representantes, senadores, diputados, concejales, alcaldes o gobernadores aparecen de un día para otro
como los salvadores de la región con doctorados, títulos académicos, solvencia
económica pero con una visión “micro” de los problemas del departamento al no
mirar más allá de sus narices, inoperantes, desconocedores de leyes y de administración pública que no les da para
esbozar un buen plan de gobierno, obras a ejecutar o un planteamiento o debate
popular entre ellos para conocer sus ambiciones, pero eso sí con el signo pesos
estampado en su frente. Está bien que la mayoría de personas se conocen entre
sí, pero no hay derecho que para una elección de esa magnitud, en donde está en juego un presupuesto o una
representación popular a nivel nacional, porque
éste o aquel sean conocidos, posean
apellido de tradición política, o tengan como sostener una campaña, que en la mayoría de las veces es patrocinada
por segundas personas interesadas en manipular el mandato y el presupuesto, sin
ser negativo, ni dudar de las
capacidades que muchos puedan tener, no creo que estas connotaciones los hagan merecedores para aspirar a los
puestos descritos anteriormente y es ahí en donde el pueblo debe exigir con miras a la verificación, la hoja de vida
de los aspirantes, experiencia, títulos universitarios, conocimiento de la
problemática regional y todo los temas alusivos a su aspiración, para así tener
un conocimiento más acorde y realista del
personaje, ya que esa es una de las tantas fallas electoreras que se presentan en el departamento en donde algunos por favorecerse personalmente, confunden la
amistad y el paisanaje con el manejo de una administración y los destinos de una
región con las consecuencias previstas que todo el mundo conoce y que vienen ocurriendo desde hace muchos años, con el
patrocinio del electorado, a quienes muy poco les interesa la región, sino la buena tajada que puedan sacar de la
elección.
Carlos Javier Londoño O.