Agosto 12 de 2013
Crónicas Leticianas 53
“La triste realidad que algunos políticos y candidatos han olvidado”
Leyendo algunas páginas de las redes sociales - en especial las de origen amazonense - que
hablan sobre la problemática politiquera existente en la región,
encontramos que ciertos personajes dejan allí plasmado por escrito, verdades,
mentiras, comentarios, chismes y elucubraciones alusivas a la causa, sacándose
los trapos al sol, lanzándose dardos,
insultándose, ultrajándose, esculcándose
el pasado y denigrando de todo el mundo
con tal de dejar mal parados a ciertos personajes, adversarios o candidatos que se
disputan la torta para regir los destinos, aquellos que en nada
benefician a la ciudad, pero sí a
los elegidos, en una lucha de “oportunistas” que desde hace
mucho tiempo viene ocurriendo en la región.
Escribo ésta crónica para
refrescarles la memoria a algunos, a otros, para que repasen lo que ya saben, y
escribo sobre todo para que la juventud existente se entere de algunas
realidades.
Remontémonos a la época desde cuando el Amazonas era una simple
comisaría que dependía del gobierno central, en especial del pulpo político
llamado Departamento Administrativo de
Intendencias y Comisarias, “DAINCO”,
entidad que aglutinaba políticamente a todas las intendencias y
comisarias existentes para aquella época. Era otra Colombia, con un director,
que era prácticamente el segundo presidente de éste país del Sagrado Corazón.
Entre ésas dependencias
políticas estaba la circunscripción
electoral, que para el Amazonas era manejada desde el Huila y el Caquetá por
los gamonales politiqueros de la época, entre los que se destacaban, entre otros, Guillermo Plazas
Alcid, Rodrigo Lara Bonilla, Hernando Turbay
su hijo Rodrigo Turbay y Ricaurte Lozada, quienes como congresistas,
senadores y representantes, desde esas tierras eran los que conducían los hilos
de la política amazonense, secundados por los caciques regionales por todos
conocidos como los jefes de los partidos
tradicionales conservador y liberal,
representantes, senadores y matronas de gran influencia , ya que para esa época
no existía - como en la actualidad - la
alcahuetería de tantos partidos, en
donde se amparan, para su conveniencia los disidentes, tránsfugas y
voltearepas.
Esos eran los dos partidos que
prácticamente se disputaban el manejo de la rienda administrativa comisarial
que, como dije anteriormente, eran patrocinados
de acuerdo a la conveniencia, por los políticos antes mencionados.
Desde esa época, los actos
corruptivos para ganar elecciones vienen
haciendo su agosto, tal fue el caso del
robo del lote de Navenal, que con su repartición entre varios usuarios,
para unas votaciones, favoreció al
partido infractor. o la “caja menor de los amazonenses”, como lo fue la construcción de la carretera
denominada los “kilómetros”, vía a la
cual - durante más de treinta años - le inyectaron millonarias sumas de dinero
para hacer míseros veinte kilómetros, de trocha, pero eso sí, las partidas asignadas
dieron para que la mayoría de los administradores y allegados, llenaran sus
arcas personales.
Posteriormente con la llegada de
la bonanza, cuando un gran amigo del pueblo (en especial de los indígenas) se
consolidó como un líder político regional con
pros y contras a su favor por
todos conocidos, fundador de la famosa
“Casa Liberal del Amazonas”, que aglutinó la crema y nata de la política
amazonense y que manejó por mucho tiempo los destinos políticos de la región, y
que ahora sólo lo recuerdan por su emergente actividad, y no por lo que hizo por
la mayoría de los politiqueros de turno, como patrocinarlos para que fueran elegidos como representantes,
senadores , alcaldes, comisarios diputados o
concejales o conseguirles
prebendas como buenos puestos o jugosas
pensiones que ahora, haciendo ahora gala
de su doble moral y mente olvidadiza, no
recuerdan las antesalas que hacían en la “casa grande”, acompañadas de
whisky de las mejores marcas para
esperar de nuestro gran “amigo” un apoyo económico para financiar sus campañas, tal como lo hacían los políticos huilenses y
caqueteños.
Hoy que sus hijos, nietos,
hermanos, cuñados, primos , yernos, nueras y otros descendientes están en la contienda, peleándose una curul
para regir los destinos del erario departamental, éstos, se rasgan las vestiduras ante los
medios radiales y escritos, hablando de honestidad, de amor por su pueblo, no dejando de practicar las
mismas mañas y los mismos vicios políticos
de sus antepasados, pensando que un apellido, una situación económica o
un antecedente ilegal, les da patente de corso
para hacer del departamento una finca familiar.
Como olvidaron esos veteranos
políticos cuando en aquel entonces, secundaban esas actividades politiqueras,
las cuales si querían seguir a través de
su descendencia, hubieran enviado a sus allegados a estudiar y
prepararse mejor con buenos
conocimientos, bases y conexiones beneficiosas para el desarrollo de la región,
y no permitir que su descendencia se “bacaniara”
como dicen en la jerga parlache, en esa sociedad del dinero fácil
tan común en la región, que los motiva ahora a aspirar, cueste lo que cueste, a
manejar los hilos de la administración
departamental, con miras a conseguir
dinero y figuración, mientras ellos, unos, ya fallecidos, y los vivientes, se pasean como
respetables comerciantes o ciudadanos
eméritos de la región. Bien lo decía un amigo: hasta para ser bandido se deben
conocer bien las leyes para saber cómo violarlas correctamente.
Mientras tanto, el puedo se
prepara para votar por los mismos con las mismas, a sabiendas de lo que va a
pasar, pero no importa, no hay que desaprovechar las prebendas a las que están
acostumbrados como la compra del voto, una mísera dádiva o un puesto, desde donde les toca
permanecer callados durante los
años que sus elegidos ejerzan, viendo como la corrupción acaba con el dinero
del pueblo amazonense por la complacencia de los electores.
Carlos Javier Londoño O
No hay comentarios:
Publicar un comentario