Noviembre 12 de 2015
IN MEMORIAM
A Olinda María Riveros de Vela.
Se sigue desflorando el árbol genealógico de la
gente representativa, de la Leticia
buena de aquel entonces.
Personajes que por las desinteresadas acciones
que realizaron, pasarán a la historia regional como ejemplo para una
generación en donde la honestidad, el tesón y la moral no están entre sus
preceptos.
Personajes que han luchado
de tú a tú, tratando de mejorar la calidad de vida y el bienestar de
los habitantes leticianos y foráneos, contra la apatía gubernamental que desde
aquella época han tenido postrada la
región en la desidia y el abandono.
Personajes que eran capaz de dejar a sus hijos abandonados
por unas horas con tal de ir a ejercer un trabajo reconciliador para su
espíritu, sin esperar ninguna recompensa muy diferente a la época de hoy en
donde todo tiene su precio.
Hoy le correspondió el turno y nos abandona de esta
tierra la incondicional amiga Olinda
María Riveros de Vela, la inolvidable y
aguerrida pedagoga quien desde muy joven luchando contra los avatares e inclemencias de esa hermosa manigua se adentró a las poblaciones de La Pedrera
y Tarapacá y posteriormente a
Leticia a la Escuela Anexa de Niñas a dar lo mejor de sus enseñanzas a esa niñez, que hoy debe
estar agradecida por haber sido discípulos de tan meritoria profesora, quien
entre otros puestos ocupó también el de Supervisora de Educación Municipal y
Diputada Departamental.
Posteriormente
perteneció al grupo de
Voluntarias “Damas Grises” de La Cruz Roja de Amazonas a la cabeza de doña
Elvia de Cano en donde con sus amigas del voluntariado entre las que figuraron:
Aminta Filó, Luz Marina de Mejía, Lucia de Montes, Aura Lilia de Álvarez ,
Charito de Silva, Mirian de Otero, Iracy de Moré, entre otras se desplazaban por los kilómetros, veredas y el rio visitando asentamientos indígenas
llevando con entereza y amor, una voz de aliento en medicinas y alimentos a
esas personas menos favorecidas.
Mujer luchadora y emprendedora quien desde la muerte trágica
de su querido esposo el profesor Pacho
Vela, no dio su brazo a torcer para sacar adelante a su familia.
Como te recordamos Olinda cuando en compañía de los Socorristas
de la Cruz Roja a mi cargo hacíamos esas
tertulias y festivales para recoger fondos para la institución y en donde Tú
cual hormiguita arriera trabajabas codo a codo con todos los integrantes.
Como te irán a extrañar las
inolvidables amigas del combo de las Cuchibarbies en donde tú eras el hazmerreír con tus
picantes anécdotas y chistes que les alegrabas la vida a Rita, Olga, Betty, Teófila, Carola, Gloria y
Amparo entre otras.
Tu legado no va a quedar en el olvido más ahora en donde últimamente
actuando como la samaritana caritativa
estabas pendiente para darle su voz de aliento a cuanto enfermo conocido
era remitido de Leticia a la capital del país.
El pueblo te va a extrañar por esas ejemplarizantes enseñanzas que plasmaste en la mente de esa
niñez naciente quienes hoy, son mujeres ejemplo de muchos hogares.
Que el Hacedor de Días
te tenga a su diestra. Paz en tu tumba.
Carlos Javier Londoño O
No hay comentarios:
Publicar un comentario