Septiembre 16 de 2017

“La palabra amistad, concepto ilusorio”

“Cuando está en condiciones tiene amigos a granel pero si el destino cruel hacia un abismo nos tira, vemos que todo es mentira y que no hay amigo fiel.” Así reza una parte de la letra de la canción “La Cama Vacía” del cantante Oscar Agudelo, una triste realidad de la ilusoria palabra “amistad”

Escribo estas notas precisamente en este mes, en que se le rinde tributo  económico al Amor y a la Amistad, para evocar un triste caso de la vida real.

No han pasado dos años en que un filme colombiano llamado “ El Abrazo de la Serpiente” fuera motivo de orgullo para Colombia y para el Amazonas, película que recibió grandes elogios por parte de la crítica colombiana y del resto del mundo, que tuvo como director a Ciro Guerra y entre otros protagonistas a Antonio Bolívar, Nilbio Torres y Nicolás Cancino, película ganadora  del premio Art Cinema en el Festival de Cannes 2015 y nominación a los premios Oscar versión 88   como “La mejor película de habla no inglesa”.

Quién no recuerda toda la parafernalia montada a nivel nacional y mundial montada para promocionar esta película?

¿Quién no recuerda  a uno de los principales actores que le dio vida y caracterización a la película conocido en ella como “Karamakate”, quién  en la vida real corresponde al  nativo amazonense Antonio Bolivar?

Quién no recuerda cuando fueron por él a su terruño amazónico, todo el equipo de la película, sobre todo los  encargados de la logística propagandista, a darse caché y recibir los elogios y homenajes por parte de los administradores gubernamentales de oficio, quienes luego, con bombos y platillos, lo sacaron a exhibirlo como un raro espécimen por los medios televisivos y posteriormente  por la alfombra roja de los Premios Oscar?

Todos queríamos tomarnos una foto con el actor para el recuerdo, no porque era el amigo. si no porque era “figura” importante , para la ocasión, a  nivel nacional y mundial.

Los halagos y la buena propaganda para Colombia y el Amazonas  a costa de la película, circulaba por todos los medios televisivos, radiales y periodísticos. Pero la triste realidad era que, la figura de  Bolívar para ese momento, había  producido éxito, dinero, premios, fama para todos los realizadores del proyecto y esto es lo que prima en esta sociedad moderna.

Como lo diría Rolando La Serie en su canción “Las Cuarenta” “Del amigo que es amigo, siempre y cuando le convenga y sé que con mucha plata uno vale mucho más”.

Y esta triste realidad  le pasó al amigo Bolívar, hoy que la suerte le jugó una mala pasada, con el accidente traumático que sufrió y que lo redujo a una cama, mientras los allegados mendigaban una ayuda  en las puertas de las malditas empresas de la muerte denominadas EPS para solucionar este accidente que por poco acaba con la vida del actor.

Pero que más se puede esperar, ya el boom de la película pasó, y Bolívar estaba de nuevo disfrutando de su realidad, de ser el mismo parroquiano indígena que tiene que defenderse de las  adversidades de la región y de las malas administraciones que no tienen en sus haberes, un recurso para atender imprevistos, de personajes que han dejado en alto el nombre de esa tierra amazonense.

Con esta situación de Bolívar y de otros personajes de tiempos anteriores, que han dejado muy en alto los colores del Amazonas y que hoy viven desafiando la suerte para sobrevivir, no vi, ni tuve conocimiento, y a lo mejor esté equivocado, que sobre esta situación que nos ocupa,  alguna entidad gubernamental, como los despachos de las primeras damas, o las gestoras sociales que operan en la región se hayan pronunciado al respecto convocando a una recolecta, colaboración o algo por el estilo que paliara la necesidad por la que nuestro efímero actor está pasando. La realidad es otra, esta situación no produce votos, ni figuración para los gobernantes.

Afortunadamente toda regla tiene su excepción, y sobre este caso, he leído de amigos y gente doliente de las necesidades de sus coterráneos que se pusieron a la cabeza de esta acción, procurando ayuda y traslado de Bolívar hacia Cali en donde fue operado satisfactoriamente para el bien de él, de su familia y de algunos amigos que lo esperan.

En hora buena amigo Bolívar, pronta recuperación.