domingo, 19 de agosto de 2012


Bogotá Agosto 19 de 2012


Crónicas leticianas 15

Revivamos nuestra historia.


Ayer, día en que se cumplieron 23 años del magnicidio del Dr Luis Carlos Galán, recordamos con tristeza como ese año y ese día también asesinaron  la “esperanza” para Colombia, esperanza de cambiar esos modelos prefabricados por los “patrones del mal” existentes en la época y que aún perduran.
Patrones que no permiten que esos esquemas y conductas cambien  porque se trabaría toda esa maquinaria montada con la cual manejan los destinos del país, de los departamentos, de las ciudades y los pueblos.
Y repasemos nuestra historia para que estas juventudes nacientes se empapen de la realidad que existió, existe y existirá sino se toman los correctivos para dar al traste con este “cáncer” llamado corrupción e ilegalidad que cada día involucra  mas personas inescrupulosas y aquellas necesitadas de trabajo, experiencia y medios para subsistir .  Y este repaso y evocación va para las nuevas generaciones amazonenses que a lo mejor desconocen   o conocen y les es indiferente la situación   o la causal de la problemática que los aporrea actualmente.
En los años 70  Leticia empezó a figurar  en el ámbito  nacional y mundial, no por ser la ciudad ecológica, pulmón del mundo y menos la ciudad turística por excelencia si no por ser  el paraíso de los emergentes de la época enunciados en el seriado “Pablo Escobar el patrón del mal” y por otros que aunque no figuran en el seriado ahí estuvieron haciendo parte de la parafernalia de ese “negocio” entre los que destacamos comerciantes, aduaneros, autoridades civiles y militares y en general todo el pueblo que directa o indirectamente fue tocado por este fenómeno económico, y además por ser la puerta de entrada a la bonanza que tanto daño le hizo a la ciudad y al país y  de la cual muchos subsistieron y aún subsisten y aunque a muchos nos duela reconocerlo, Leticia fue la  mamá de este esperpento el cual la mayoría piensa que se originó en el interior o en la costa colombiana.
Por esa razón los que allí vivieron en esa época, empezando por los indígenas,  se acostumbraron  a ganar el dinero relativamente fácil, y  nunca pensaron que la bonanza se acabaría  no previendo el futuro ni económicamente ni preparándose con educación para afrontar esta realidad existente y fue ahí en donde apareció y aunque antes ya existía pero no con el descaro patético como se vive actualmente, la “política” como  recurso para seguir delinquiendo pero esta vez con legalidad y  autorización de los gobiernos de turno.
Fue en esa década cuando Don Crisanto Pérez fundó  la famosa “Casa Liberal del Amazonas”  epicentro de las actividades políticas y corruptivas de la región desde donde se subían al poder, comisarios, alcaldes, concejales, diputados y representantes quienes con la ayuda interesada  de este amigo y con el apoyo  de los asiduos emergentes que nos visitaban frecuentemente y los que, si movían la situación política a nivel nacional, como no la iban a mover en un pueblo olvidado que se defendía  a uña y diente para salir adelante, ayudaron también  a los patriarcas, gamonales, comerciantes,  y autoridades  quienes unificando el dinero bueno conseguido con el sudor de su frente con el dinero de las actividades ilícitas, hoy llamado “ lavado de activos” surgieron y tomaron fuerza patrocinando, manipulando  y hasta intimidando  elecciones y nombramientos.
Allí en esa casa y sobre todo en la “casa Grande” en donde las reuniones  eran más fácil que pasaran desapercibidas, hicieron fila para recibir las dádivas con las cuales manejaron sus  campañas, grandes políticos nacionales, sobre todo los del Huila y Caquetá de donde dependíamos políticamente.  Fariseos quienes  se codeaban con matronas y personajes influyentes de la región con don  Crisanto al calor de un whisky  de marca para convenir las estrategias con las cuales se manejaría la región.
Hoy esto es muy poco lo que ha cambiado, pues ya no son los antiguos los que manejan  los hilos de la política si no sus hijos o descendientes, quienes rasgándose las vestiduras quieren pasar inadvertidos y desconocer su pasado y ahora son los “ilustres comerciantes” y personas de bien , pero este karma no lo pueden esconder porque los que vivimos allí sabemos quienes son y como resurgieron económica y políticamente y que si les preguntan por el “amigo”, ahora lo desconocen acordándose de él solo por sus actividades ilícitas  y no porque hicieron fila en su casa en donde les dio la mano  y los ayudó a ser lo que hoy son.
Estas son las descendencias políticas que manejan la región…hipócritas y fariseos.

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