Agosto 24 de 2012
Crónicas
leticianas 16
Y sentamos un precedente.
Fue el día 6 de Noviembre de 1985 cuando siendo presidente de la Cámara de Comercio del
Amazonas apoyado por mi secretario ejecutivo señor Roberto Camacho Prada y la
junta directiva en pleno conformada por hoy prestantes comerciantes de la
ciudad y apoyados por el comercio y el pueblo en general, sentamos un
precedente histórico en el Amazonas al realizar el primer paro generalizado con
repercusión nacional.
Cansados de que Leticia fuera la
cenicienta de Colombia manejada en ese entonces por el Departamento
Administrativo de Intendencias y Comisarías “ Dainco” dirigido por el
politiquero de oficio Héctor Moreno Reyes, segundo presidente de Colombia
virtualmente pues bajo su mando estaba casi medio país conformado por las intendencias y
comisarías de la época y que fuéramos el basurero energético del país donde nos mandaban para suplir nuestra
necesidad lumínica, todas las plantas generadoras viejas que sobraban en los
departamentos, las cuales solo nos producían gastos en combustible y repuestos
pues eran mas los días que permanecían en reparación que produciendo el fluido
eléctrico, fueron los motivos
suficientes para realizar esa la protesta.
Unidos bajo un mismo lema con sentido de pertenencia, con ese vibrar de
patria y sobre todo con ese espíritu de colaboración y unidad que nos caracterizaba cuando había que luchar
por algo que nos afectara,hicieron que
la gente reaccionara ante esta
situación y burla de los organismos estatales.
Fue así como convocamos para ese
día 6 de Noviembre un paro general del
comercio leticiano como medio para hacernos sentir.
Desde tempranas horas la ciudad
amaneció con sus locales comerciales
cerrados y los comerciantes secundados
por el pueblo se fueron arremolinando en las afueras del edificio de la Comisaría , hoy edificio
representativo de la gobernación en donde quedaban las oficinas de la Cámara de Comercio.
Cuando ya había personal
representativo, se dio comienzo a la marcha pacifica por las principales calles
de la ciudad con terminación de la protesta al frente del edificio en donde funcionaban las
vetustas plantas generadoras.
Al paso de la manifestación mas
pueblo se unía a la causa y al son de arengas y estribillos dicientes y
motivantes, nos dirigimos a la avenida internacional.
A medida que la mañana transcurría
el calor se hacía sofocante enardeciendo
más el cuerpo de los manifestantes razón por la cual en esta avenida trato de
dañarse la protesta pues ya hubo conato de piedra y el derribo de varios postes
de luz para obstaculizar el tráfico automotor por la frontera, afortunadamente
todo se controló a tiempo y el río humano continuo la marcha hacia el objetivo,
las instalaciones en donde funcionaban
las plantas.
Con antelación los comerciantes
de productos cárnicos de la plaza de mercado con “tortilla el pobre” a la
cabeza, se habían comprometido a hacer un sancocho colectivo para atender a los
manifestantes después de la marcha.
Desafortunadamente este fue el
hecho negativo que marcó la protesta , pues ese amigo al venir por la avenida
internacional en su moto en estado de embriaguez a supervisar el alimento convenido
chocó con uno de los postes tendidos en el suelo impacto que le causo la
muerte en forma inmediata.
Esto fue posterior al paso de la
muchedumbre que ya se encontraba al frente del objetivo enardecida, lanzando
vituperios e insultos contra la clase dirigente y el gobierno y una que otra
piedra contra las instalaciones en donde operaban las causantes de la protesta.
Afortunadamente teníamos credibilidad y
nuestra lucha en ese momento era que la manifestación no se fuera a degenerar porque ahí si sería
el acabose.
De pronto alguien de la multitud
grito que nos dirigiéramos a tomarnos la pista del aeropuerto a la hora de la
llegada del vuelo de Avianca.
Ahí si pensé que la manifestación
se iba a degenerar pues la gente no lo pensó dos veces y empezaron el desfile
hacia el aeropuerto.Ya el avión se
encontraba en plataforma.
Al llegar al Terminal aéreo, ya la fuerza pública estaba replegada
dispuesta a impedirnos el acceso a la
pista, afortunadamente el problema generador de la protesta nos tocaba a todos
inclusive a la misma policía.
Al observar que la gente iba
dispuesta a todo me adelanté a hablar
con el comandante del operativo, amigo comprensivo, tocado como dije anteriormente por el mismo
problema a quien le solicité que nos dejara pasar que yo me hacia responsable
de la situación pues el impedimento podía desencadenar en choque entre los dos
bandos lo cual no era necesario que yo me responsabilizaba de los manifestantes
y que él se encargara de los agentes,
pues el enfrentamiento si se daba, era
desigual pues nosotros triplicábamos a la fuerza pública, a lo mejor esta
visión sirvió de argumento para que nos dejara seguir.
Apaciguando a la multitud de que
guardaran la compostura y el orden sobre todo al llegar cerca de donde se
encontraba parqueada la aeronave con
miras a que no fueran atentar contra ella, la gente se sentó en el suelo
impidiendo que el avión decolara hacia Bogotá.
Mientras esto ocurría, delegue
mis funciones en otros compañeros y me dirigí a la casa a vestirme con el
uniforme de Socorrista de la Cruz Roja
pues yo era también el director de Socorrismo en esa época. Cite a varios de los integrantes de la institución y con agua regalada por los comerciantes me
dirigí de nuevo al aeropuerto a hidratar la gente y a estar pendiente a prestar
cualquier auxilio necesario
Que conciencia tan verraca y que
espíritu de solidaridad la de los manifestantes pues a esa hora la pista
parecía un hervidero por el calor canicular que emanaba la pista, mas sin
embargo esto no fue obstáculo para que todos permanecieran sentados en el piso,
impidiendo la salida de la aeronave.
Mientras tanto mi hermano,
poseedor de un local en la sala de espera del aeropuerto convencía a los
pilotos amigos de él de que se unieran a la justa causa encerrándose en el
local mientras pasaba la situación. Así lo hicieron, gesto que fue agradecido
por los dirigentes de la manifestación.
Al verme el comandante de la
policía vestido como socorrista me dijo; Ah es que me está jugando a dos
bandos?. Tranquilo comandante que aquí no va a pasar nada le dije sonriendo y
empezamos a repartir el agua a la policía y a los manifestantes.
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