martes, 29 de abril de 2014

                                                                      Tierra bendita Amazonas,
Hoy te cantamos tu gloria,
     Por ser el pulmón del mundo
Y de Colombia su historia.
 ¡Vengan todos a Leticia de Colombia el paraíso!
Todos llegan encantados a ver su rio y su selva,
           ella es la casa de todos, esperamos que usted vuelva,
     b           pa´ atenderlos con cultura, rompemos cualquier hechizo,
¡Vengan todos a Leticia de Colombia el paraíso!
Carlos Javier Londoño O.

Abril 25 de 2014
Crónicas leticianas 71
“Doña Leticia Amazonas  se pronuncia de nuevo”
Hoy que arribo a un año más de mi fundación: 147 años de existencia, por tercer año consecutivo les escribo esta carta - especie de llamado - a mis gobernantes y a mis conciudadanos, para  iterarles de nuevo el favor de tomar cartas en el asunto sobre la problemática que en todos los sentidos  se viene desarrollando en mi territorio, situaciones que he dejado plasmado en  varios escritos anteriores sin que nadie se apersone de esta triste realidad por la que estoy atravesando y que, en vez de tomarse los correctivos, cada día   se empeoran más.
Parece como si el cáncer de la indiferencia hubiera hecho metástasis en todas las dependencias y entidades municipales y departamentales que rigen mi destino, pero sobre todo en la población que calla y se torna apacible ante estas irregularidades.
Ya me da hasta pena recalcarles los mismos problemas cada año, pero si denunciándolos no me paran bolas… ¡qué tal que nunca les dijera nada!
Hoy día de mi aniversario estarán tirando la puerta por la ventana  con actos de pan y circo que en nada van a beneficiar los problemas que sin solucionar tenemos desde hace muchos años; celebraciones y actos populacheros para justificarle al pueblo la falta de gestión política, la dejadez y la ineficiencia de ustedes mis elegidos para sacar adelante proyectos productivos, proyectos representativos y sobre todo proyectos de proyección futurista, que me deje bien librada ante    mis coterráneos y sobre todo con los turistas que me visitan,  pues me gustaría mostrarles  una imagen agradable, tranquila, ecológica y medio ambiental que justifique el apelativo que me tienen de “remanso de paz”, “ciudad ecológica” y “pulmón del mundo”.
No es que sea apática a estas celebraciones, pero creo que habiendo otras prioridades  urgentes, no es justo que se inviertan mis dineros  en francachelas y uno que otro acto cultural en donde veo que lo único que cambia es el contratista.
Itero de nuevo, no quiero con este escrito ser portadora de resentimientos, polémicas desgastadoras y comentarios ajenos a lo que les quiero decir, pero ya estoy cansada de esta indolencia, razón por la cual hoy, día de mi cumpleaños, voy a recordarles  algunas de mis preocupaciones:
Primero que todo, ¿qué pasó con mi gobernador estrella quien bajo su lema “Por un buen vivir, somos pueblo, somos más” sería el redentor de la situación existente en mi departamento?
Y usted señor alcalde, qué  pasa con mi ciudad en donde veo cada día el deterioro y mal estado de las calles y vías  de locomoción peatonales y automotoras, cuyos huecos  cada día se agrandan más y más   por la falta de mantenimiento? Si a eso le agregamos la falta de  un buen acueducto que hace que las aguas residuales horaden internamente  las vías, las cosas van a empeorar y a pasar de castaño a oscuro.
Dejo constancia y que Dios no quiera, que el día que un hueco de esos se trague una o más viviendas, ese día será demasiado tarde para tomar los correctivos; y lo digo con conocimiento de causa, pues ya los ha habido de gran tamaño como el que  apareció al frente del Hotel Anaconda, el que se tragó el carro  en meses anteriores , el que estaba socavando y pasó desapercibido para muchas personas en la calle  novena con carrera diez ,exactamente a la salida del lote de Villarreal y otro sinnúmero de huecos a los cuales les están dejando coger ventaja.
Y apropósito de alcantarillado, ¿qué pasó con la millonaria suma presupuestada para hacer el nuevo acueducto, proyecto que - si no estoy equivocado - ya estaba aprobado?
Y de  la salud veo que ando muy, mal pues ya  mis coterráneos se están muriendo a las puertas del hospital ante la indolente e impávida mirada de sus funcionarios.
¿Y de la CORRUPCIÓN que cada día se acrecienta más?, De esa palabra  ni hablar pues daría tema para hacer un libro y además la mayoría de ustedes mis ciudadanos, saben su origen y a pesar de ello conviven con ella y la patrocinan, cosa que para mí es la más dolorosa y para muestra un botón: ¿Cómo permiten que una o dos familias manejen el destino de mi dinero  abusando de las contrataciones en favor de  sus familiares?
¿Y qué pasa con el proyecto Manguaré?. El esperpento de obra que lleva más de siete años de construcción y que ahora  se ha convertido en la caja menor de la administración  y de algunos contratistas, quienes inyectándole  cada año millonarias partidas  para poner una chapa o una puerta,   atrasan la obra para su  conveniencia, y en donde las entidades de control,  como la canción de Shakira,   pasan por ciegas y sordomudas ¡no hay derecho!
Y qué decimos de la contaminación de mi socio el rio Amazonas, debido a los residuos sólidos de plástico y aguas residuales de la ciudad  que caen a su vertiente, empezando por  la del  muladar, foco de infección y enfermedades  que se está generando  desde uno de los costados de la nueva plaza de mercado?
Y  en donde están las casas que el gobierno por boca del político Vargas Lleras, prometió para el departamento?
¿Qué  pasa con mi seguridad que no se ve bien librada y se evidencia en los atracos, muertes a manos de sicarios y pandillas que se están gestando en mi región?
En donde está el mantenimiento de zonas verdes, parques y unidades deportivas, para fomentar la sana recreación de mis jóvenes y niños y así evitar que entren al mundo del micro tráfico, consumo y prostitución?
Solo espero que con el cambio de los “honorables  representantes”, quienes  entre las “cosas buenas” que hicieron por  la región están el incrementar sus cuentas personales  beneficiándose de  las votaciones de mis conciudadanos, las cosas mejoren pidiéndole a Dios quiera que los nuevos que los reemplacen, hagan algo representativo, alguna obra con la cual pasen a la historia, muy aparte de agrandar la chequera o de tener la casa por cárcel,  o investigaciones deshonrosas y exhaustivas que no conllevan a nada y a las nos tienen acostumbrados, acreditándonos  en Colombia como uno de los departamentos más corruptos y con más investigaciones a sus funcionarios.
Esto es  a grosso modo parte de mi problemática, y  que hoy día de  mis cumpleaños clamo de nuevo  para que ojalá  oídos  receptores  capten estas inquietudes, tomen cartas en el asunto y empiecen a tomar correctivos que me beneficien a mi como ciudad y a mis habitantes, quienes trabajando día a día  bajo el sol canicular de este trópico para sacar adelante sus negocios y sus hijos, hacen patria ante la poca colaboración de un gobierno que no le interesa mi tierra por no generar demasiados ingresos y, sobre todo, por no ser un territorio  representativo electoralmente, situación que me sigue convirtiendo en la “cenicienta de Colombia”.

¡A pesar de todas estas vicisitudes, compartamos estos 147 años!

Carlos Javier Londoño O.

miércoles, 23 de abril de 2014

Abril 23 de 2014.
“Las mariposas amarillas de Macondo también volaron al amazonas”
Hoy 23 de Abril Día mundial del Idioma español, por pura coincidencia, con ésta crónica No 70 llamada “Las mariposas amarillas de Macondo también volaron al Amazonas”,  que acabo de escribir sobre la visita que el  premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez (Q.E.P.D) hizo a la ciudad de Leticia en 1984, más las 30 que escribí anteriormente sin numeración, completo mis  primeros 100  escritos bajo esa modalidad escritos sobre diversos temas amazónicos (historia, ecología, anécdotas, política, personajes, entre otros) los cuales quiero dejar plasmados en un libro como un  legado histórico a esa juventud inquieta naciente para que conozcan  la verdad sobre lo que ocurrió y está ocurriendo en su tierra  escritos con conocimiento de causa, sin velos, sin sesgos ni mentiras, historias y realidades que muchos saben pero que les da miedo comentar, historias y realidades de esa tierra  durante  los últimos 40 años.

Crónicas leticianas 70.
“Las mariposas amarillas de Macondo también volaron al Amazonas”.
 A raíz de la muerte del Nobel  Gabriel García Márquez y conversando con mi gran amigo Nelson Hernández, compañero de lucha en la época cuando existía “la otra Leticia” que juntos conocimos, me  él preguntaba que si yo recordaba algo sobre   la visita del Nobel García Márquez  a Leticia, para que escribiera una crónica sobre ese tema.
Le comenté que tenía una vaga idea sobre ella, pero que  si él me refrescaba la memoria podía escribirla, inclusive  que sería muy apropiada para publicarla en esta fecha de gran significación. De inmediato, me contó varias anécdotas y me envió un documento con los apartes   publicados en el  libro “Gabriel García Márquez, una vida”  del escritor inglés Gerald Martin, en donde citan el nombre del profesor y escritor leticiano Alejandro Cueva Ramírez como autor de una nota   que también aparece en el libro, sobre la entrevista que el Nobel concedió al estudiantado de la Normal de Leticia en 1984  y que fue  recopilada por él.
Esos apartes me sirvieron  de guía para  escribir este artículo.
Cuenta   Alejandro que cierto día de los años ochenta, recibió  de parte de Carvajal Educación de Cali un libro titulado ”Gabriel García Márquez, una vida” escrito por el inglés Gerald Martín publicado en el año 2009, versión en español, en donde se hacía alusión a su nombre y al escrito  que el susodicho había enviado a la revista “Pluma 52” de Bogotá, la cual lo publicó,  cuando acompañado por el pintor Alejandro Obregón y   Felipe González presidente español,  el Nobel García Márquez, haciendo las veces de anfitrión había invitado a los personajes a pasar unos días en la capital amazonense.
La nota escrita por Cueva Ramírez fue titulad por la revista “Pluma 52”  de  marzo-abril de 1985 como: “El gallo no es más que el gallo”, nombre que se refería tal vez a la anécdota relatada por García Márquez  ocurrida con su hijo mayor cuando estudiaba en México, en un colegio inglés a donde        llegaban procedentes de Inglaterra y en un sobre sellado las preguntas de los exámenes; en uno de ellos, alguna de las preguntas fue la siguiente: ¿ Cuál es el símbolo que representa el gallo en la novela “El coronel no tiene quien le escriba”?,
El hijo de nuestro Nobel, respondiendo con la verdad  y  la modestia del caso,  dijo que de acuerdo con las conversaciones que había sostenido con el autor de la novela,  el gallo no era más que el gallo, o sea que no tenía otra connotación o significado. Por esa respuesta, lo rajaron en la materia. Gabo le escribió al profesor pidiéndole una explicación sobre el porqué de la pérdida de la materia por parte de su hijo a lo cual el docente respondió  que no lo había rajado por la respuesta, sino  porque pensó que el muchacho le estaba mamando gallo - como se dice literalmente – ya que desconocía que el joven era hijo  del Nobel. Y la verdad era esa: en la novela,  el gallo no era más que el gallo, cosa contraria para un buen crítico,  para quien  ese gallo podría significar algo más.
Narra el autor del libro, basado en el escrito de Cueva Ramírez, que el Nobel,  en la penumbra, después de haberse ido la luz eléctrica en el recinto, sentado en un salón de la Normal  y  a la luz de una vela y de una linterna, concedió una entrevista al estudiantado de la época,   que - como dije anteriormente - fue recopilada por el profesor.
En palabras textuales  dice“ Gabriel García Márquez, al comenzar su entrevista, fue recibido por  los aplausos del estudiantado, aplausos ante los cuales solicitó una pausa para decir: “esperen, no sabemos si lo que voy a decir vale la pena el aplauso (risas del público), no nos podemos conocer esta noche por falta de luz, no nos vemos  las caras, pero espero que tengamos muy pronto la oportunidad de vernos de nuevo, pues precisamente tengo planeado un viaje desde Iquitos hasta Belem de Pará en la desembocadura del Amazonas, con motivo de la celebración  del medio milenio  del descubrimiento de América, noticia que les doy como primicia pues no ha sido divulgada”. Este recorrido va a contribuir en tres obras: la terminación del diccionario filológico, apuntes críticos del Instituto Caro y Cuervo, la terminación  de los trabajos de la expedición botánica y la tercera es precisamente sobre un libro que quiero escribir sobre el descubrimiento del rio Amazonas, que como ustedes  bien lo saben lo recorrió Francisco de Orellana desde Iquitos hasta la desembocadura escribiendo un diario que yo conozco. La idea es volver a escribir ese diario de navegación,  casi para probar que es muy poco lo que han cambiado las cosas desde entonces, pues me imagino que cuando Orellana pasó por  aquí, ¡tampoco había luz!, de manera que ya eso empieza a ser una semejanza (risas). Les cuento esto primero a ustedes, pues como están estudiando, sé que les interesa que se haga éste proyecto,  que sin duda permitirá divulgar los problemas de la región y, segundo, les prometo formalmente que volveré otra vez, y si no hay luz nos veremos de día (risas) con la luz del sol que esa aquí si nos sobra y esto puede ser al final de este año.
El propósito no era  venir a dictarles una conferencia porque las detesto, porque siempre hay un señor que habla y sabe de todo y otros que lo oyen, creo que aquí todos sabemos un poco y podemos enseñarnos y lástima que no tenemos mucho tiempo para hablar de lo que yo sé realmente y es sobre mis libros.
Al  hacer esta pregunta al público: ¿A ver, yo creo que aquí nadie ha leído mis libros?, la única respuesta que escuchó por parte de ellos  fueron risas.
Habló de sus diferencias culturales y de escritura  entre él y Hemingway de él dijo que le tenía gran admiración después de haber leído  todas sus obras;  y que además era un gran  escritor  y sobre todo un gran cuentista, aconsejando leer  una de sus obras titulada “ La vida feliz de Francis Macomber” como uno  de los cuentos más perfectos que se hayan escrito.
Cuando se le preguntó  el significado que tenía Macondo para él, contestó: “Macondo es lo que nosotros tenemos de distinto en relación con el mundo entero; es la primera vez que se me ocurre pensar en  esto, porque lo que quería decir  es que generalmente eso lo hacen los críticos que son los que descubren estos elementos a veces inconscientes en el escritor”
Comentaba además  que lo más difícil para un escritor era empezar una obra, empezar cada capítulo, razón por la cual  aconsejaba lo ventajoso de escribir cuentos porque sólo hay que empezarlos una vez. Cuando estaba  explicando esto, llegó la  luz de nuevo al salón en donde se daba la entrevista, alguien le acomoda un micrófono, él probó el sonido y al comentar que ese micrófono estaba mejor para cantantes, el público soltó de nuevo la risa.
Lo más difícil de una novela - decía - es el primer párrafo, ya que allí el escritor descubre cuál será su estilo, cuál será el tono he inclusive cuál será el ritmo  y cuál puede ser la longitud probable de la novela, en cambio terminar es mucho más fácil.
Explicó sobre la estructura mental del comportamiento de sus personajes en sus obras, de esa relación existente entre el escritor y esos personajes para que no se le salgan de la mano, haciendo énfasis  en que lo más interesante para un escritor, es la creación de un personaje.
Como el tiempo era apremiante para él, al hacerle la última pregunta sobre una recomendación para alguien que quiera ser escritor su respuesta fue contundente: “que escriba”. Lo único que tiene que hacer una persona que quiera ser escritor es escribir, porque a escribir se aprende es escribiendo.
Lástima que Gabo no alcanzó a escribir ese libro sobre el descubrimiento del Amazonas del que habló, ya que al ser un libro  escrito por un Nobel  tendría más credibilidad,  pero lo que si podíamos asegurar sobre ese libro, si existiera, era que los problemas allí esbozados, serían los mismos de siempre por los que ha pasado y está pasando la región actualmente y que nadie cree.
Y si observan la foto con detenimiento, tal vez  entre los cambios que han ocurrido desde ese entonces serían, entre otros, la vela y la edad de las personas que se encuentran en la fotografía.
Atendió como Nobel varias reuniones con autoridades de la ciudad  y como  turistas fueron llevados a conocer los sitios  más representativos turísticamente para la época.
A raíz de esa Nobel visita, hubo otra anécdota digna de recordar: Fabio Dickson comerciante de la región, tenía  para la época  un puesto de cambio de moneda  situado en toda la esquina de lo que era la Casa España – hoy almacén El opita –
Para hacerle un homenaje al Nobel  y a Macondo con su mundo mítico durante su visita, engalanó el puesto de  trabajo  con numerosas mariposas amarillas, convirtiéndolo en  un atractivo para todos los que por allí pasaban. Precisamente, en uno  de los recorridos del Nobel por las calles de Leticia, ese  lugar era de paso obligatorio con su comitiva. El Nobel al observar la referencia de Macondo, se acercó a dialogar con Fabio a quien agradeció el detalle  y entre otras cosas  le preguntó  sobre un sitio en donde podía conseguir dos guacamayas entre ellas una azul  para llevarlas a su finca en Cartagena. Después de unos minutos de dialogo con Fabio y con Nelson Hernández quien también se encontraba presente, continuaron su camino.
Cuando se retiraron, se acercó un personaje,  “ordinario emergente”, burro con plata,   de los que existieron en  la región durante la época de la bonanza y le preguntó a Nelson que si ese “duro” – refiriéndose a  Gabo – era de Medellín o de Cali y que si de pronto necesitaba “merca” que él tenía disponibilidad.
Nelson se quedó atónito ante la ignorancia de  éste personaje que solo atinó a decirle: Si, ese es el “duro” pero de las letras, no ves guevón que ese es nuestro premio Nobel  de literatura Gabriel García Márquez. Aquí si pudiéramos decir para estar actualizados con la situación que esos eran los apuntes y anécdotas que se vivieron y se viven en la macondiana Leticia.
Irónicamente, hoy Leticia, como Aracataca se encuentran sin agua y sin un “Nobel” que aprovechando su status e influencia,(llámese para Leticia gobernador, alcalde, representante, diputado o edil) hubiera hecho “ algo” significativo que mejorara la calidad de vida de su región. La historia se sigue repitiendo.

Como recuerdo de esa visita del Nobel a Leticia, Nelson posee  un tomo de la novela “Cien años de soledad” autografiada por el autor.

martes, 15 de abril de 2014

Marzo 29 de 2014.
Crónicas leticianas 69
“Llamado a la conciencia ecológica”
Al celebrarse  el  29 de marzo  el Día del Planeta con su campaña “apaguemos la luz para que se ilumine el  Amazonas”, me resulta  apropiado escribir esta crónica.
Este eslogan  a manera de indirecta,  no es más que un llamado -para ser más exactos- a todos los gobiernos del mundo y en especial a todos los habitantes, gobernantes y entidades estatales de esa hermosa zona selvática colombiana  y a toda la amazonia    en general que, como  fábrica y reserva mundial de oxígeno  tristemente perjudicada por el mal manejo de los residuos sólidos, la tala y quema indiscriminada de bosques y la minería ilegal (entre otros males modernos  que  sin ningún control  están incidiendo en toda esa región),  están haciendo que cada día la contaminación de la selva y  de sus ríos se haga más notoria. Es un llamado a que se ilumine el Amazonas, para que los gobiernos vean en vivo y en directo la triste realidad de lo que está sucediendo en todo ese entorno, problemática a la que muy poco le están parando bolas y de la cual ya se sienten sus efectos, sobre todo en el medio ambiente, el sistema climático y en las aguas de su majestad el rio Amazonas en otra época, uno de los ríos menos contaminados del mundo.
Para  ilustrar ese fenómeno, viene a mi mente   la historia   que, durante mi última estadía en la  ciudad de Leticia en un almuerzo en donde tuve la oportunidad de  compartir algunas palabras con ella, me contó la ecologista francesa doctora Hélene Le Drogou,  fundadora de la fundación “Isla de Agua”, quien se encontraba de visita por la ciudad conociendo, precisamente, los pormenores de la de la contaminación del rio y de la selva amazonense. Me contaba que  estaba hospedada en la desaparecida casa flotante que instaló en las orillas del río Amazonas una importante empresa turística, para deleite y experiencia exótica  de sus turistas visitantes, experiencia maravillosa, según sus palabras.
Todo  era normal -me decía- hasta cierta noche cuando  en la madrugada se desató una  fuerte tormenta de las que suelen caer en el área. Ella se encontraba durmiendo, hasta que la despertó un sonido atípico de “algo” que golpeaba el maderamen  sobre el cual estaba montada la casa. Acompañada de una linterna salió a observar  de qué se trataba. Cuál no sería su sorpresa cuando vio la infinidad de botellas de plástico retenidas golpeando la edificación de madera que les obstruía el paso   para continuar, llevadas por la corriente, su carrera contaminante. Me comentó que no pudo dormir pensando sobre el fenómeno que estaba observando, lo que demostraba que la contaminación del rio Amazonas ya era una realidad.
Antes del almuerzo, ella ya se había puesto en contacto con autoridades civiles y militares y con varios comerciantes de la ciudad,  a los cuales les esbozó un plan con miras a llamar  la atención mundial sobre ese fenómeno, plan que consistía en construir - con botellas de plástico- una anaconda de gran tamaño con varios metros de longitud que pudiera verse desde el satélite, la cual sería remolcada por una embarcación por todo el río Amazonas,  desde Atacuari  hasta abajo de Tabatinga, pasando por Benjamín Constant e Islandia, sembrando conciencia ecológica y filmando el acontecimiento para hacer conocer el video del fenómeno a través de las redes informáticas. Según ella, todos  los consultados dieron su apoyo a la iniciativa la cual se realizaría después de que  regresara de la capital. Posteriormente abandone la ciudad y no volví a saber si el proyecto se había  hecho realidad, cosa que dudo, porque en esa región proyecto que no conlleve ganancias para los participantes no es viable.
Ese fenómeno de la contaminación se visualiza mejor cuando el río sube de caudal  y se adentra por todos los recovecos  de la selva y debajo de las palizadas de las casas palafitos que se construyen  a lo  largo de las orillas, sin ninguna planeación  ni servicios sanitarios, convirtiéndolo en una cloaca cuando el río saca a flote todo ese material  plástico y basuras retenidas que permanecen latentes  cuando está bajo; si a esto le sumamos  el aporte que hace la ciudad con sus aguas residuales que por  caños y otros medios desembocan  al río  y a  los lagos contaminándolo con sus desechos , el futuro para esa arteria fluvial no es nada halagüeño.
Aunque ya hay programas de reciclaje, hace falta más conciencia ecológica ciudadana y contundencia de las autoridades para hacerlas cumplir. ¿Cuántas veces hemos visto campañas de recolección de basuras efectuadas por importantes empresas de la región, a las que concurren el estudiantado, la población y muchas entidades, campaña que se limita al día de su realización porque al día siguiente continúa el mismo proceder de la ciudadanía arrojando las basuras al río y a la calle?  Yo estaría de acuerdo en empezar a tocarles el bolsillo a los infractores con multas,  y sé  que  más de uno va a poner el grito en el cielo ante  esta proposición, pero es que ya está demostrado que en este país del sagrado corazón   ya las expresiones “hagan el favor”, “tengan la bondad” “colaboremos por las buenas” están mandadas a recoger, porque, desafortunadamente, la mayoría de la gente no colabora, pero cuando se les toca el aspecto económico, aprenden porque aprenden. Sé que  muchos  tampoco van a estar de acuerdo, pero  esa expresión antigua de que “la letra con sangre entra” a veces cobra vigencia y es efectiva para ciertos casos.  Y en cuanto a las multas que se recolectarían  por ese concepto, esperamos que éstas en vez de aumentar las cuentas particulares de los servidores públicos, sirvan para hacer campañas más frecuentes y motivantes de educación ciudadana  con miras  a controlar ese fenómeno que ya está mostrando sus  nefastos resultados.

Carlos Javier Londoño O.
Marzo 16 de 2014.
“Crónicas leticianas 68”

“Vuelve y juega la politiquería, un cambio es necesario”


Volvió la pasividad política y la calma relativa a Colombia y al departamento del  Amazonas después  del paso del circo   electoral llamado “elecciones”  recién efectuadas en el territorio nacional, jornada que dejó alegrías, decepciones, tristezas, incertidumbres y sobre todo problemas económicos a los que convencidos de ser ganadores, invirtieron la famosa mermelada en sus electores saliendo  “quemados” como se dice coloquialmente.
Y aunque traten de justificar su salida  pataleen y demanden  para no perder esa “teta”, ya lo electo y contado, contado y electo está.
Y en lo que compete al Amazonas, fue  una jornada de cambios en cuanto a  nuevos representantes se refiere, porque por lo demás, sigue la misma parafernalia, se siguen utilizando las mismas artimañas para conseguir los votos a como dé lugar, en unas elecciones atípicas en donde lo único que cambia son los personajes porque  la situación politiquera adversa a la región, como lo ha demostrado el pasar de los años, sigue siendo la misma, por no decir peor.
Aunque hubo sorpresas en la elección, también  se demostró que las maquinarías  que manejan los destinos de la región siguen haciendo de las suyas cuando de defender sus intereses corruptivos se trata,  y hasta la suerte les jugó a su favor en esta ocasión para  sacar un candidato electo.
Y aunque lograron reemplazar   los representantes que querían perpetuarse en el poder,  también es cierto que  no es mucho lo que las cosas vayan a cambiar  con esta elección,  sin ser negativo ni resentido como lo dirán algunos de mis contradictores,  pues a pesar de que uno de los elegidos  es de tendencia y ancestro popular, el otro es de apellido con herencia politiquera de los que manejan actualmente la región, Dios quiera esté equivocado y ojala  la tendencia de su gestión  no sea  únicamente para  mejorar su  patrimonio familiar.
Se notó que algunas personas quieren el cambio, pero les falta cohesión para conformar una fuerza transformadora que despojados del egoísmo, de individualidades y  de ese regionalismo malsano, unidos conlleven la situación a un mejoramiento regional, sobre todo en el campo político.
Ya se vio una juventud  inquieta con ganas de hacerse sentir,  con ganas de que las cosas mejoren en su departamento y ¿quién más que ellos, son los llamados a hacer esta transformación? pero viene mi preocupación acerca de su asesoría, acerca de su financiación, acerca de su supuesto cambio.
Porque está demostrado que en esa ciudad, nada se hace gratis y más cuando un político mete la mano en alguna asociación, entidad u obra benéfica en donde el encausamiento  ya está de antemano definido.
Qué bueno sería que se formara  de nuevo un “movimiento cívico independiente”  ajeno a toda  politiquería, como lo tuvimos en otrora, que concentre las fuerzas vivas de la región con representantes de los gremios del comercio, de los mototaxistas, taxistas, representantes indígenas, del turismo y gremio hotelero, agremiación en donde sin importar el regionalismo, el partido político, la religión y dejando atrás,  como lo dije anteriormente, el egoísmo, la mentalidad individualista y el afán de sacarle provecho a todo compromiso, luchen por un mismo ideal como cuando nos unía ese concepto de patriotismo y unidad fronteriza que luchábamos mancomunadamente por tener una región  como nos la merecíamos no más por el hecho  de estar cuidando esa  línea fronteriza y estar viviendo en esa candente latitud en donde nuestra paga simbólica como mínimo, debiera ser que los gobernantes jugaran en el mismo bando del pueblo para ser más llevadera, con una buena calidad de vida,  la estadía en la región.
Movimiento además, que  con una personería jurídica  se convierta  en el “siriri” (ave característica de algunas zonas del territorio nacional encargada de poner en ascuas al gavilán cuando se  lo encuentra en el camino) de las administraciones, en los veedores de las obras, exigiéndoles a los mandatarios el cumplimiento de la ley y del plan de gobierno esgrimido  durante su campaña electorera y sobre todo, pedirles un exigente respeto para con un pueblo que lo eligió.
  Carlos Javier Londoño O.