jueves, 19 de marzo de 2015

Marzo 16 de 2015
“Sálvese quien pueda de las  EPS”

La lucha diaria contra la muerte en este país es una realidad que se volvió cosa del común. Aparte de estar expuestos a que en alguna de estas aglomeradas calles céntricas y aledañas a la ciudad, por robarte un celular, te atraquen y te propinen varias heridas mortales que la mayoría de las veces dan al traste con tu vida, hay que andar prevenidos, pues cuando menos lo piensas, un carro  conducido por un ebrio, ahora con todas las garantías, más si es de estrato 6, se sube a tu acera, te atropella y acaba contigo. ¿Y qué decir de los actos violentos contra las mujeres llamados feminicidios, la violencia intrafamiliar, las  balas perdidas, los atraco con muerte incluida a taxistas y en fin a todos esos actos de intolerancia que producen muertes por doquier?
A todo lo anterior hay que sumarle la pelea con la muerte que tenemos que vivir a diario los niños, empleados, pensionados  personas de la tercera edad, propiciada por entidades, que autorizadas por el gobierno, colaboran con esta mortalidad nacional ya sea por negligencia o falla en el servicio ocurridas  en clínicas, centros de salud y atención de urgencias, sitios en donde es más fácil morir que sobrevivir, sobre todo cuando se trata de una urgencia o una cita prioritaria. Entidades con ánimo de lucro  llamadas EPS y a las cuales el gobierno, ahora que se habla tanto de paz,  no ha llamado a “dialogar” sobre la cantidad de muertes que producen a diario por su culpa  y para subsanar con ellas, este atropello contra un derecho inalienable como es el de la salud.
Para no ir muy lejos contaré esta anécdota, que con la complicidad de una médica de un centro de atención al usuario, hicimos el año pasado, ante la negligencia oportuna de un servicio.
Durante algunas de mis prácticas deportivas matinales, empecé a sentir una especie de ardor en el lado izquierdo de mi cuerpo, cosa que para mí no era normal. Como el mejor médico que uno tiene en la vida es uno mismo, pues es el que sabe de sus dolencias, de sus síntomas o cosas por el estilo que experimenta su cuerpo, al otro día pedí una cita prioritaria para detectar lo que me estaba ocurriendo. Acudí al centro de atención al usuario de mi EPS dando con una médica con la cual tuve una buena afinidad, empezando porque era paisana. Yo soy una de esas personas que piensa  cuando uno encuentra compatibilidad con su médico, ya está solucionado la mitad del problema.  Después delos exámenes preliminares me aconsejó hacerme una prueba de esfuerzo para empezar a encontrar el motivo de mi dolencia. Afortunadamente empecé bien pues al solicitar la cita, me la dieron para el tercer día.
Durante la prueba,  el médico me dice: si siente algo parecido a lo que le ha venido sintiendo, me avisa de inmediato. Empezamos la prueba en una caminadora eléctrica la cual aumentaba la frecuencia de velocidad con el paso de algunos minutos.
Transcurridas  más o menos media hora de ejercicio empecé a sentir el malestar, razón de mi consulta, le informé al médico quien detuvo  la maquina  finalizando la prueba. De inmediato se sentó a hacer el informe para presentarle a la doctora remitente. Después de haberme pasado el malestar de la prueba, regresé a mi casa.
Al otro día regresé  en horas de la mañana donde la doctora  a mostrarle los resultados.
Abrió el sobre leyó su contenido y me dijo: Don Carlos usted ayer durante la prueba tuvo un pre infarto. Con la tranquilidad que me caracteriza le respondí: doctora, con el respeto que usted me merece, si  lo que sentí ayer fue un pre infarto pues le digo que  por lo menos me han dado como 10 pues esa sensación es la que estoy sintiendo  desde hace muchos días y es la causa de mi consulta. La doctora se quedó mirándome incrédula diciéndome: de todas maneras ese dolor suyo no me gusta para nada, le interrumpí y le contesté: ni a mí tampoco doctora. Para descartar algún problema cardíaco le voy a mandar un “cateterismo de urgencia” y fue así como me extendió una orden “prioritaria” para el examen. Despidiéndome de ella le agradecí sus deferencias y me fui a pedir la cita ahí mismo  en el edificio en donde me encontraba.
Después de presentar la orden, me informaron que sólo había una cita para dentro de un mes. Al ver que la cita era “prioritaria” cuyo significado es: que tiene prioridad o preferencia respecto de otra cosa, desistí en pedirla  y me devolví a hablar de nuevo con la doctora a exponerle la situación con respecto  a la demora en hacerme el cateterismo.
Ojalá todos los médicos tuvieran esa actitud ante una situación de éstas. Al explicarle que mi cita prioritaria sólo era efectiva  para dentro de un mes,  no disimuló su contrariedad ante esta información diciéndome que por eso andaba tan mal la salud en este país y que por esa razón moría tanta gente. Comentario que me parecía imposible de escuchar de una joven médica, la cual  estaba muy consciente de su juramento hipocrático como era el de salvar vidas, caso raro  en esta época de las multinacionales farmacéuticas, en donde  la mayoría de médicos vienen con el chip impuesto por la OMS, rectora mundial de la salud,  como lo manifiesta la doctora Ghislaine Lanctot   en su libro “La Mafia Médica”  al cuestionar el sistema médico actual, aduciendo que la medicina actual fomenta la enfermedad , no la salud, culpando de ello, entre otros a la  OMS .
De inmediato la doctora un poco aireada me dijo: está usted dispuesto a colaborarme en lo que voy hacer, lo cual no es correcto pero no hay razón para  desatender una cita con carácter de urgencia.
-Listo doctora cuente conmigo, de qué se trata?
Ya lo voy a remitir   en una ambulancia  a una clínica de la ciudad  con el diagnostico de  un “pre infarto”.
-Listo hagámosle-
De inmediato se comunicó con la operadora del centro solicitando una ambulancia.
Al poco rato llegó el vehículo medicalizado para atender  mi traslado, al cual ingrese caminando un poco lento para seguir con la trama.
Una vez acostado dentro del vehículo empezaron con el proceso de canalización para ponerme suero. La ambulancia procedió a iniciar su recorrido encendiendo su sirena  desplazándose rauda por las calles de la ciudad hasta la clínica de mi destino. Yo por dentro me reía al pensar que sólo la doctora y yo sabíamos lo que estaba pasando. Ellos para saber lo que me ocurría, debían preguntármelo o hacerme los exámenes respectivos y de eso precisamente se trataba, que me hicieran lo que tenían que hacer para ver  cuál era la causa de mi dolencia.
Al llegar a la clínica fui llevado directamente a la recepción en donde entregaron los papales y sin leer dijeron que había que esperar. Al escuchar esto y siguiendo con la farsa basado en mis  conocimientos médicos le pregunté a la enfermera que si ella sabía que era un dolor precordial, que esa era la razón por la cual había sido remitido de urgencias. Al escuchar esa palabra, la enfermera encargada procedió a  dar la orden de seguir directo a la sala de urgencias en donde empezaron con los exámenes rutinarios, un electrocardiograma, tomas  de muestras de sangre e  inyecciones intravenosas.
Yo estaba tranquilo porque sabía lo que pasaba. Después de “estabilizarme” según ellos, me llevaron a una sala de recuperación a donde más tarde dejaron entrar a mi hija. Ahí estuve todo el medio día relajado, esperando que llegara el  especialista, un médico cardiólogo, quien apareció después de las  5 pm. Entro, me saludo y  me preguntó cómo me sentía. Después de leer los resultados de los exámenes se acercó de nuevo a hablar conmigo  a decirme que por los exámenes todo estaba muy bien , pero en lo referente al dolor que a él tampoco le gustaba, razón por la cual me esperaría al otro día a las 7 am para hacerme un cateterismo y descartar alguna isquemia miocárdica. Solté una leve sonrisa al pensar para mis adentros: coronamos, ese era el objetivo, el cateterismo a tiempo para  salir de dudas. Después de las 6 pm salí de la clínica con un andar apacible. En el camino a tomar un taxi pensaba: Conforme esta “emergencia” no fue de vida o muerte, ¿qué tal que sí lo hubiese sido? , si espero un mes para la cita lo más seguro era que si  el infarto era efectivo, hubiera acabado con mi vida.
Cuanta gente muere a diario por esta negligencia  pre concebida, pues para éstas entidades, aunque no lo manifiestan, es más rentable que usted muera a ser mantenido con droga o ser sostenido en una clínica por alguna intervención quirúrgica y sobre todo estas de alto riesgo.
Al otro día a las 6 am ya acostado en una camilla  me alistaban para efectuarme el cateterismo.
Este es un procedimiento que se hace con anestesia local, en donde el catéter es introducido a nivel de la ingle por la arteria femoral y en donde uno como paciente está viendo en una pantalla el procedimiento en vivo y en directo ya que el médico le va preguntando a uno sobre lo que siente.
 Después de 30 minutos finalizó la intervención con un resultado negativo  a obstrucción arterial a corto plazo.
Lo que si me comentó el médico era que si había  un leve quemoncito en el corazón,  no significativo, el cual podía  contrarrestarse con droga.
Después de permanecer  varias horas en  recuperación la cual fue de  intensa quietud para evitar una hemorragia interna salí hacia mi casa en compañía de mi hija, llamando sobre el camino a la doctora para contarle lo sucedido y agradecerle su colaboración.
Desde ese día continuo con mis caminatas más confiado con mi salud a sabiendas de que mi dolencia, no es el principio de un infarto.
Y aquí viene mi reflexión: si eso me ocurrió a mí que conozco mis derechos y se la forma de defenderme ante una situación de estas, que será de esa pobre gente del régimen subsidiado y  del Sisben ante tanta negligencia en el servicio por parte de  estas entidades que conlleva a la muerte de muchas de estas personas  en las puertas y pasillos de algunos  centros hospitalarios?
Aquí es donde uno también tiene que valerse de artimañas para poder sobrevivir ante estas  mafias de la salud llamadas EPS.

Carlos Javier Londoño O

lunes, 9 de marzo de 2015

Marzo 08 de 2015

“Algo huele mal en el Amazonas”

A raíz  del destape corruptivo en el carrusel de la contratación que opera en el Amazonas en lo referente a la salud, entre otros males, ventilado a la luz pública a nivel nacional por el noticiero CM&, noticiero de credibilidad, creo que ya era hora de que esas acciones malintencionadas efectuadas contra los intereses de un pueblo que si tiene la culpa de lo que está ocurriendo, salieran a flote, por seguir creyendo que algunos de sus coterráneos son los non plus ultra en moralidad,  solidaridad y sentido de pertenencia, al confiarles con un voto comprado, los destinos de su región.
Según las ley de los promedios: Cuando se hace algo con la frecuencia suficiente, una “medida” va a aparecer y esto es lo que está ocurriendo en esa tierra en donde estos casos de corrupción no son esporádicos sino generalizados, que no salgan a la luz pública es una cosa pero que existen ,existen, y su desconocimiento se debe al concubinato, por todos sabidos, entre ciertos gobernantes, representantes, autoridades y entes de control y sobre todo entre algunos líderes indígenas y regionales que aprovechando la ignorancia  de los electores que se venden por una dádiva mezquina, dan su voto y como resultado  sale elegido el  mejor postor económico, sin importar las nefastas consecuencias para el pueblo con tal de suplir alguna necesidad básica y para muestra un botón.
Ahora pregunto: en donde están nuestros detractores, los que nos critican, nos tratan de resentidos, de idiotas, de ignorantes por el solo hecho de estarles refrescando la memoria sobre la problemática que está viviendo la región  por esta circunstancia, por estarles diciendo la verdad de lo que pasa, por qué no se han manifestado?. Será que temen quedar comprometidos como el patrón, o será que están haciendo lo dice el refranero popular, que cuando el barco se está hundiendo, las ratas huyen a buscar su refugio?
En Hora buena ocurre este destape de corrupción para el Amazonas, que no será el primero; pues como lo he dicho que los hay, los hay, en una región en donde es inadmisible que unos apellidos de “casta” sigan dominando desde tiempos ha, lo más sagrado de un pueblo como son la salud  su educación y lo más sagrado, su patrimonio, dinero que se necesita para subsanar las necesidades básicas de la región, no para suplir las necesidades refrigerantes de un servidor público.

Carlos Javier Londoño O.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Marzo 04 de 2015
“Usted no sabe quién soy yo”

Dolor de patria produce  ver las denigrantes escenas que se vienen presentando por los diferentes medios televisivos sobre la aberrante situación que vienen atravesando nuestras autoridades, fuerzas del orden, los oferentes de sus vidas para salvaguardar las nuestras en este país, por los desafueros cometidos por ciertos “personajes” que quieren pasar a la posteridad haciéndose los importantes ante una cámara, unos aprovechando sus prostitutos apellidos, otros aprovechando su investidura, para pisotear o  avasallar a nuestros servidores públicos o pasarse por la faja nuestra misma justicia.
¿Quién no recuerda la dolorosa escena del soldado llorando que le dio la vuelta al mundo cuando fue retirado a la fuerza de su guarnición por unos indígenas del Cauca?
Quién no recuerda al político de marras de apellido Merlano quien haciendo alusión a  la frase viral” Usted no sabe quién soy yo” con la que muchos ahora quieren violar la ley como justificación a una falta cometida, falta punible para el fulano ya sea de apellido Merlano, Gaviria, Lleras, Ospina, Santos, López o cualquiera de esos  apellidos de “alta alcurnia” que desde épocas atrás vienen defecándose en este país del Espíritu Santo.
Y por qué no mencionar también a Laureano Acuña empleado público quien  protagonizó otro deplorable incidente con otras autoridades en una carretera de Riohacha?
O recordar la  doble infracción cometida por el ex embajador Moreno de Caro en Bogotá, entre otras, para que ahora le sumemos la vergüenza nacional protagonizada por este “desadaptado social” Nicolás Gaviria quién aprovechando su supuesto apellido y su calidad social, públicamente ofende, amenaza, denigra y mancilla el buen nombre  de una institución y de una joven autoridad quienes a lo mejor con esta nueva situación de justicia, de alcahuetería judicial, ya están adiestrados para dejarse maltratar en pro  del llamado “Proceso de paz” mientras  “algunos” de sus superiores haciendo gala del tráfico de influencias favorecen estas acciones a favor del infractor.
Con todo esto que está pasando me atrevo a pensar que ser ilegal, político de marras, infractor, insurgente, ladrón de cuello blanco, entre las tantas violaciones a la justicia penal que se están presentando en el país  en donde  no pasa nada, esto tiene sus garantías. 
Y si no miren esta otra perla: La nueva modalidad de evadir la justicia y responsabilidades. Atropelle o  dele muerte a alguien en un accidente de tránsito en estado de embriaguez, evada la acción y preséntese a los pocos días, fresco y con abogado, lo más seguro es que si tiene dinero y su carro era de alta gama se va para la casa a juzgar su pena, si no lo tiene, y su carro es una perola popular, y afortunadamente aquí no existe, se iría a pagar cadena perpetua.
A raíz de estos episodios con apellidos incluidos, recordé  las palabras de mi profesor de historia cuando refiriéndose a esos apellidos “prestantes” decía: No sacudáis los árboles genealógicos de esas familias  de cuna  porque no verán sino caer “tataraputas”.
Y como tema de reflexión  les dejo las palabras de José de San Martín: La soberbia es la discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder.

Carlos Javier Londoño O.

lunes, 2 de marzo de 2015

Febrero 28 de 2015

“Atención a Urgencias”

El gobierno nos menosprecia,  nosotros no hacemos valer nuestros derechos o yo estoy equivocado.

A la tan anunciada Ley Estatutaria de salud en lo que se refiere a la “Atención a Urgencias”      ley que regula los derechos y deberes fundamentales de las personas y la administración de justicia en nuestro país, que se está promulgando con bombos y platillos, presentada como una proeza de este gobierno, no  he entendido lo novedoso respecto a una ley que ya existía.
Tengo en mi poder la Circular externa No 014 del 28 de diciembre de 1996  que recibí personalmente en el año 2004 para hacerla conocer a nivel departamental cuando  me desempeñaba como radio operador de la oficina de comunicaciones de la gobernación del Meta, oficina adscrita a la “S” departamental que controlaba por radio, todos los centros de salud y hospitales del departamento. Norma que por  hacer cumplir  entre otros motivos, me cancelaron mi contrato de trabajo.
Esta circular fue expedida por la Superintendencia Nacional  de Salud, dirigida a gobernadores, alcaldes, fondos de solidaridad y garantía, jefes de direcciones seccionales, distritales y municipales de salud, directores, gerentes o representantes legales de entidades que presten servicios de salud públicas y privadas y gerentes  y representantes legales de entidades promotoras de salud, entidades administradoras del régimen subsidiado, cajas de previsión social y entidades responsables de las personas excepcionadas del sistema de seguridad social en salud,  y cuyo asunto específico era “Atención de Urgencias”.  Allí dice muy claro  que de conformidad con los artículos 44,48,49, 50 de la Constitución Política y su desarrollo legal (el literal a)del artículo 3 de la ley 10 de 1990, el numeral 2 del artículo 159 de la ley 100 de 1993, el estado tiene el deber de garantizar a todos los habitantes del territorio nacional la atención inicial de urgencias y la atención de urgencias, entendidas en los términos del artículo 2 Decreto 412 de 1992, de la resolución 5261 de 1994 expedida por el Ministerio de Salud.
En consecuencia ninguna entidad prestadora de servicios de salud podrá negarse a prestar la atención inicial de urgencias, la cual debe ser prestada a todas las personas independientemente de su capacidad socioeconómica (Articulo 2 ley 10 de 1990, articulo 2 decreto 412 de 1992 y articulo 168 ley 100 de 1993) y del régimen al cual se encuentre afiliado. No se requiere convenio  o autorización previa  de la Entidad Promotora de Salud respectiva o de cualquier otra entidad responsable o remisión de profesional médico o pago de cuotas moderadoras. Esta atención no podrá estar condicionada por garantía alguna de pago posterior ni afiliación previa al Sistema General de  Seguridad Social en Salud.
Observando está circular con respecto  la Atención a Urgencias vemos que esta norma ya existía, para que  ahora no vengan a decirnos que fue la buena acción de una junta médica que presentó la idea original, los senadores y representantes a la cámara (que la aprobaron), el gobierno, los jueces y la Corte Constitucional que declaró la ley como exequible, por lo cual  esto se hizo realidad.
¿No será otro de los ardides empleados por este gobierno con sus colaboradores de turno para engatusar al pueblo y adquirir  más adeptos al tan sonado proceso de Paz? 

Carlos Javier Londoño O.