Marzo 08 de 2015
“Algo huele mal en el Amazonas”
A raíz del destape corruptivo en el carrusel de la
contratación que opera en el Amazonas en lo referente a la salud, entre otros
males, ventilado a la luz pública a nivel nacional por el noticiero CM&, noticiero
de credibilidad, creo que ya era hora de que esas acciones malintencionadas
efectuadas contra los intereses de un pueblo que si tiene la culpa de lo que está ocurriendo, salieran a flote, por
seguir creyendo que algunos de sus coterráneos son los non plus ultra en
moralidad, solidaridad y sentido de
pertenencia, al confiarles con un voto comprado, los destinos de su región.
Según las ley de los promedios:
Cuando se hace algo con la frecuencia suficiente, una “medida” va a aparecer y
esto es lo que está ocurriendo en esa tierra en donde estos casos de corrupción
no son esporádicos sino generalizados, que no salgan a la luz pública es una
cosa pero que existen ,existen, y su desconocimiento se debe al concubinato,
por todos sabidos, entre ciertos gobernantes, representantes, autoridades y
entes de control y sobre todo entre algunos líderes indígenas y regionales que
aprovechando la ignorancia de los
electores que se venden por una dádiva mezquina, dan su voto y como resultado sale elegido el mejor postor económico, sin importar las
nefastas consecuencias para el pueblo con tal de suplir alguna necesidad básica
y para muestra un botón.
Ahora pregunto: en donde están
nuestros detractores, los que nos critican, nos tratan de resentidos, de
idiotas, de ignorantes por el solo hecho de estarles refrescando la memoria
sobre la problemática que está viviendo la región por esta circunstancia, por estarles diciendo
la verdad de lo que pasa, por qué no se han manifestado?. Será que temen quedar
comprometidos como el patrón, o será que están haciendo lo dice el refranero
popular, que cuando el barco se está hundiendo, las ratas huyen a buscar su refugio?
En Hora buena ocurre este destape
de corrupción para el Amazonas, que no será el primero; pues como lo he dicho
que los hay, los hay, en una región en donde es inadmisible que unos apellidos
de “casta” sigan dominando desde tiempos ha, lo más sagrado de un pueblo como
son la salud su educación y lo más
sagrado, su patrimonio, dinero que se necesita para subsanar las necesidades
básicas de la región, no para suplir las necesidades refrigerantes de un
servidor público.
Carlos Javier Londoño O.
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