miércoles, 18 de mayo de 2016

Mayo 17 de 2016

“25185 días de supervivencia y no me las doy”

Hoy que arribo al día No 25185 después de mi nacimiento, doy gracias al Altísimo por darme el  privilegio y la oportunidad de llegar a este significativo día con salud, con el calor de un  hogar,  con la compañía amistosa de mis hijos  y con una buena calidad de vida, en una época en donde al paso que vamos, con el acelere de esta modernidad, los atentados que  a diario recibimos contra nuestra salud  por parte de las multinacionales farmacéuticas  que con sus químicos acaban con nuestro organismo lentamente,  los alimentos chatarra y transgénicos  que con colores y sabores atractivos nos están envenenando y si a esto le  sumamos la contaminación producida  por los aparatos electrónicos última generación, entre otros, muy pocas personas  en un  futuro van a  llegar  con salud  a mi edad, en donde la clave para  mi lograrlo entre otros, es la de romper ciertos paradigmas, creencias, gustos y todos esos chips que nos  han impuesto desde pequeños y los que ahora nos introducen por  ojos y oídos a través   de las propagandas mediáticas.
Aunque sé que  para muchos es difícil romper con ciertas costumbres arraigadas desde temprana  edad, es necesario hacerlo  cambiando   ciertos hábitos sobre todo los alimentarios  con el fin de superar crisis, enfermedades y poder sostener una buena calidad de vida.
Yo lo estoy haciendo y me ha dado muy buenos resultados,  ayudado con la concientización de que todo acto que haga con  mi  cuerpo es en beneficio de mi salud en donde las palabras negatividad, terquedad, mala vibra y estrés no tienen cabida  y si a esto le sumo las prioridades vigentes  por los cuales estoy viviendo y poniendo en práctica como son:  salud,  conocimiento,  buenas amistades y conexiones y por último dinero, agregándole otros adminículos como el “meimportaunculismo” por ejemplo , que sin rayar en la dejadez o la responsabilidad, ayudan a mantenerme en forma , aunque no faltan ciertos “molestias” alusivos a la edad.
La calidad de vida como adulto mayor se la da uno mismo pues ya con la experiencia  vivida se aprende que es lo mejor , en donde el mejor médico es uno mismo,   y en donde aprendemos que de acuerdo a nuestra alimentación, medicación,  comportamiento y actuar sabemos de qué nos vamos a morir.
No me descompensa ni me traumatiza los comentarios  negativos alusivos  a mi edad a la que yo llamaría  “experiencia” pues el llegar a este día es un privilegio negado a muchos, sobretodo en esta época en donde la neurosis colectiva por el dinero, la fama, y los placeres están en primer lugar .
Bienvenido este número de años  de vida, número de suerte  por donde lo mires. Número vigente y de gran atracción en los devaneos amorosos.
Gracias Señor por permitirme ver las maravillas de tu creación en este nuevo día.


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