Diciembre 14 de 20013
Crónicas leticianas 61
Reflexiones sobre “ la tal paz”
Viendo de nuevo la serie “Escobar el patrón del Mal”, llegaron a mi
mente recuerdos funestos de aquella y de
ésta violencia que sigue azotando al pueblo colombiano.
Evoqué, además los libros y
artículos que he leído con respecto a este
tema, haciéndome de inmediato una serie de preguntas y reflexiones sobre
el sonado proceso que se lleva
actualmente, para firmar
la “presunta paz” que a toda costa quiere sacar adelante nuestro
oportunista presidente, no importándole
el nuevo precio que tenga que pagar esta aporreada nación con tal de quedar en
la palestra nacional e internacional como el “Non Plus Ultra” de la paz, sin
negar el interesado propósito de una
reelección a la presidencia o hacerse merecedor a un premio Nobel.
Hablo como persona adulta,
producto de la violencia de este país, nacido en la época en que comenzó este
cruento fratricidio hacia el año 1948 con el asesinato del líder popular Dr
Jorge Eliécer Gaitán, entre otros factores; fecha desde la cual los emblemáticos colores dominantes del país azul y rojo, hoy con otros nombres y otros
partidos - como para variar , pero en el fondo los mismos tránsfugas - que se disputan
el poder a sangre y fuego y con la misma mentalidad de mantener subyugado al pueblo, legislar en su
contra, y favorecer a los ricos y multinacionales que como siempre, lo han venido haciendo.
De ese tiempo y desde cuando tengo uso de razón vengo observando,
oyendo, y leyendo acerca de los tales
procesos de paz, desmovilizaciones, pactos, amnistías y todo lo referente al
tema con miras a acabar con el conflicto armado pero vemos que esas son “conveniencias y
montajes” interesados de acuerdo al
mandatario de turno.
Por éstas y otras razones que expondré a través del
escrito voy a dejar plasmadas unas reflexiones acerca de esta farsa que sobre la paz
se está fraguando en el territorio colombiano, palabras dirigidas a algunos jóvenes que desconocen la historia del país, porque no leen o por la apatía que abunda entre ellos, pero
que quieren sobresalir basando su conocimiento en las mentiras y conveniencias expuestas por los políticos de turno y
politiqueros de oficio en la prensa, radio y tv medios subyugados al mejor postor.
No me considero versado en la
materia pero las vivencias que me ha tocado experimentar desde la muerte de mi padre en
el nordeste antioqueño, a causa de la guerra desatada por el magnicidio del “Caudillo del Pueblo” como
se conocía a Gaitán, reforzada con lectura y la tradición oral de mis antepasados me dan un
poco de conocimiento para escribir este artículo, sobre todo hoy, cuando todo en este país gira alrededor del
formato de la palabra “paz” auspiciado
por los oportunistas de turno quienes - como
dije anteriormente- en su empeño de firmar el documento a consta de unos
intereses ajenos al pueblo colombiano, quieres sobresalir pisoteando la
dignidad de nuestro pueblo.
No es que sea ave de mal agüero y
ojala esté equivocado en mis apreciaciones, pero la verdadera paz en Colombia
sólo se verá cuando se rompan los esquemas y dejen de existir las verdaderas
causas que han originado este conflicto de tantos años y entre los cuales están, entre otros: la
pobreza, la marginalidad, la desigualdad
social, la falta de educación, la falta de salud, la falta de políticas para el agro, y la injusticia.
Pueden que ahora pacten o firmen la supuesta
paz pero la pregunta es: ¿Será ésta una realidad? He aquí mis apreciaciones:
1) Por lo estamos viendo en la
mesa de negociaciones, a los líderes por
parte de la guerrilla sólo les interesa arreglar su situación personal actual,
desconociendo la base inconsulta o sea la guerrilla rasa que se encuentra
fraccionada en el monte, actuando independientemente cada uno de sus frentes. ¿Será que éstos
veteranos del monte salen a mendigarle al gobierno un subsidio por la reinserción y
el pacto de paz, a sabiendas de que con el control del narcotráfico, secuestros
y extorsiones reciben sumas exorbitantes de dinero?
2) ¿Será que este presidente
tiene autoridad moral para hablar de
paz a sabiendas de que hace parte de una
de las familias privilegiadas de este país que con un periódico de base como lo es El
Tiempo han influido y seguirán
influyendo en la situación política del país manipulándola información?
3) ¿Será que puede haber paz
cuando 268 HP (Honorables Padres de la patria), con alguna excepción, claro
está, legislan para su conveniencia y en contra del pueblo que los eligió,
favoreciendo a la clase adinerada
opresora de los trabajadores y a las multinacionales que esquilman las riquezas de nuestro territorio.
Personajes que abusando descaradamente de su investidura hacen lo que a bien
tengan, esgrimiendo su credencial como si fuera
patente de corso que les da
derecho a hacer lo que les dé la gana,
dejando mal parada su elección y por ende al pueblo que lo eligió?
Aquí caben muy bien las palabras del religioso
Luis Farinello a quien le pidieron una oración para la apertura de las sesiones
del senado de su país, palabras válidas para Colombia, pues esa caterva de corruptos representantes parecen ser cortados con la misma tijera.
El religioso en vez de elogiar al Senado y exaltar su labor, pedía perdón y dirección a Dios por todo el mal que están causando estos
privilegiados, al perder el equilibrio espiritual y el cambio de los valores, explotando
al pobre, llamándolo “distribución de
riquezas”
Recompensando la pereza, llamándola “Planes
sociales”
Matando a los hijos de pueblo que
aún no han nacido, llamándolo “libre elección”
Dejando que maten y roben,
llamándolo “derechos humanos”
Siendo negligentes al disciplinar
a sus hijos, llamándolo “desarrollar su autoestima”
Siendo corruptos y abusando del poder, llamándolo “política”
Siendo codiciosos con los bienes del vecino, llamándolo
“tener ambición”
Habiendo contaminado las ondas de
radio y tv con groserías y pornografía, llamándolo “libertad de expresión”
Haber ridiculizado los valores
establecidos desde hace tiempos por sus
ancestros, llamándolo “obsoleto y pasado”.
Palabras que por su veracidad
causaron estupor entre los honorables representantes.
4)Podrá haber paz cuando esta
amnésica sociedad olvida que un joven ávido de noticias en los
años funestos del narcotráfico, llamado Juan Manuel Santos como Subdirector del
Tiempo, publicó a titulo de chiva , la noticia sobre las conversaciones que a
escondidas estaba realizando el gobierno del presidente Belisario Betancur con
el cartel de Medellín ( los hermanos Ochoa, Pablo Escobar, Rodríguez
Gacha, y Ledher), en el Hotel Marriot
de la ciudad de Panamá bajo la vocería del expresidente López Michelsen, de
quien obtuvo la veracidad de esa información el citado subdirector, obligando,
con la noticia publicada, al presidente Betancur a mentirle al país diciendo
que desconocía esa situación, iniciando la extradición de los nacionales
hacia los Estados Unidos, y rompiendo
las conversaciones con el cartel, dando
origen así a la ira desatada por Pablo Escobar en contra del
gobierno y del estado al cual le declaró la guerra que conllevó a la oleada de sangre producida por el terrorismo y las explosiones
de los carros bombas, como consta en el libro “ Crónicas que Matan” en el
capítulo titulado “ Reunión en el Marriot” pagina 46 de la periodista María
Jimena Dussán
5) ¿Podrá haber paz ante la
desigualdad salarial entre los congresistas o su equivalente con los asalariados del país la cual es
aberrante, por no decir humillante, entre los 25 millones que gana el
congresista y los 589 mil que gana la
mayoría del pueblo colombiano, ante el incremento salarial de cada año que para
el pueblo no supera el 4% alegando el
gobierno que un alza mayor redunda en la inflación del país?
6)¿ Podrá haber paz
ante las injusticias cometidas por algunos funcionarios de los
estamentos encargados de velar por la
seguridad, la justicia, el control financiero, la educación, y la salud de éste
país, entidades en donde la mayoría de esos empleados son apátridas y
benefactores de los ladrones de cuello blanco que legislan para favorecerse.
Personajes
con antecedentes que el pueblo olvida y que son reelegidos a cambio de las dádivas
que ofrecen, cuyos historiales
están reseñados en libros tales como “El Narcofiscal” del fallecido periodista
Manuel Vicente Peña Gómez en donde se puede encontrar particularidades
sobre algunos políticos de renombre. El libro- documental mencionado fue
recogido cuando salió, para no
desprestigiar al personaje, apareciendo una versión pirata que se consigue en
el mercado.
Podría escribir un libro sobre las verdades por las cuales no hay paz en Colombia
cuyos detractores principales son algunos de los entes del gobierno; afortunadamente ante esta
política dañina, el pueblo colombiano empieza
a despertar y a reconocer la realidad.
Hoy, después de veinte años, de
la muerte de Pablo Escobar, su legado de
maldad permanece intacto entre algunos congresistas con el
agravante de que le han agregado más corrupción a sus delitos.
Mas grave, entonces, es el proceder de las
mafias gubernamentales que el historial delictivo del extinto jefe
del Cartel de Medellín y aún así se atreven a hablar de paz.
Bien lo dice el abogado de la mafia: Pablo no
es el Patrón del mal , éste es el narcotráfico, yo le agregaría, también lo es el Gobierno con su entidad el Congreso de la república.
Carlos Javier Londoño O