sábado, 27 de julio de 2013

Julio  26 de 2013
Crónicas leticianas 50

“A don Custodio Parra Rojas, mi respeto y mi reconocimiento”
Murió uno de los más  grandes comerciantes que tuvo el Amazonas en su época pionero del comercio y del turismo, señor Custodio Parra Rojas.
Sin causarme extrañeza, veo que  ninguna entidad de las que funcionan en la ciudad ni nadie  se ha pronunciado al respecto, aunque fuese con una mención al personaje que manejó los hilos de la economía en esa frontera tripartita.
Desafortunadamente, como Don Custodio, no  era “producto interno bruto” amazonense, a lo mejor no pasara a los anales históricos de la región, como le ha ocurrido a  otros personajes que han hecho mucho por el territorio y que el pago que  han recibido ha sido el  desconocimiento de sus acciones  y el desagradecimiento de la ciudad,  como son los casos de los foráneos el  Dr Silva y Mike Tsalickis entre otros, que por su accionar honesto y con las fallas que como todo humano se pueden cometer, han pasado como simples ciudadanos.
Caso contrario ocurre hoy con aquellos que, siendo o no conterráneos, por su actuar deshonesto, doble moral, negligente, apático e indolente  con la región, pero que si han compartido con el pueblo parte del erario amazonense, se han ganado  los puntos necesarios para subir al pódium de los personajes importantes.
Quiero con éste artículo -con el respeto que él y su familia me merecen- Agradecerle y hacerle un  reconocimiento  por todo lo que hizo por la región en épocas cuando Leticia tenía mejor calidad de vida, en donde los problemas del departamento eran  problemas de todos  y se trataban de solucionar  de común acuerdo y en donde los trabajos se ejercían con honestidad.
Éste personaje, quien con su almacén “La Confianza Y Créditos Cuspar” en primer lugar, seguido por el señor Blas Porras con su “Bodegas El Triunfo”, comercialmente en segundo lugar, trabajando  en camaradería y sentido de amistad con los señores Mario  Soarez de Tabatinga, propietario del supermercado “ Taquí ”, Joaquín Abenzur,   magnate maderero  y naviero que ejercía su comercio en Islandia ( Perú) y el señor Lucho Valdés Villacorta comerciante de Pucallpa (Perú) formaron el triángulo  comercial que movió las importaciones y exportaciones y las divisas  para los tres países y toda ésa frontera amazónica.
Según los “comunicativos” amigos de tertulia,  a los cuales les enseñó los juegos que aún eran desconocidos en la región, como el póker, el dominó y los dados entre otros, contaban que don Custodio llegó a Leticia  como guardia aduanero procedente  de una  hermosa tierra, su pueblo natal, llamado Timaná que queda en el departamento del Huila.
Trabajo en que se desempeñó con honestidad por largo tiempo.
Después de renunciar a su empleo original de aduanero,  decidió  montar su propio negocio, que todos conocimos con el nombre de almacén “La Confianza”, desde donde empezó su ascendente carrera comercial pues era el representante de casi todas las firmas empresariales  colombianas, peruanas y brasileñas, y especialmente de Panamá,  país del cual era su primer importador.
El origen de su capital –decían- fue producto del azar, tema que no viene al caso  profundizar, aunque lo conozco,  para evitar malos entendidos, pues de esos comentarios  nada me consta.
Posteriormente se asoció con otro comerciante, creando las bodegas en donde comercializaba las pieles de tigre, caimán negro y serpientes, dándole trabajo a muchas personas de la ciudad que laboraban en el puerto, comprando para él  toda clase de pieles que llegaban, en un   negocio que era permitido en aquel entonces hasta  cuando llegó la veda por un  acuerdo firmado en Leticia por los presidentes Pastrana de Colombia y Garrastazú Medici del Brasil.
Desde las bodegas salían cantidades de pieles  en los barcos ingleses  que llegaban  a Leticia y  que posteriormente salían para  Europa.
Hacedor junto con su hijo Evelio , como arquitecto, y  Jaime Núñez - popularmente conocido como  “Panucho”- como  maestro de obra, del famoso “Hotel Anaconda” emblema amazónico que ha albergado personajes de toda clase  desde presidentes  hasta emergentes famosos; hotel que fue construido como competencia turística a los hoteles “Parador Ticuna” y “ Hotel Colonial” de los  hermanos Mike y Jorge Tsalikis,  impulsadores turísticos del Amazonas a nivel nacional y mundial.
Fue el pionero de los créditos en el Amazonas y en especial en la  ciudad capital Leticia, con su almacén “Créditos Cuspar”,  el cual fue gerenciado  inicialmente por el señor Alberto Sánchez, seguido por su sobrino Robinson Parra quien se lo compró posteriormente, siendo el heredero al día de hoy,  de ese emporio comercial que inició su tío y que hoy se llama “Créditos Parra”.
Como dato anecdótico, les cuento que las primeras volquetas que llegaron a Leticia fueron  sacadas a crédito por los señores Hernando Matiz e Ignacio Enciso.
Toda persona que se precie de haber  vivido en Leticia por muchos años, tuvo que ver con el almacén Créditos Cuspar, de ahí que fue incluido el cuento de que el que tomara agua del  río Amazonas  para aquella época, le caía la maldición  que se hacía realidad con los siguientes hechos: vivir en Leticia  por más de 10 años, casarse con una leticiana, comprar un carro viejo, que la  casa se la construyera Panucho  y tener un crédito, en Créditos Parra.
En resumen: Don Custodio fue todo  un magnate en la región. En cualquier transacción de gran magnitud  económica que se hiciera en la ciudad, sus manos  estaban de por medio  pues era tanto el poder, que hacia subir o bajar las cotizaciones  del Cruzeiro y el sol (moneda del Perú) en la ciudad de acuerdo con su conveniencia.
Desafortunadamente para  dolor de mucho leticiano, la mayoría de las grandes empresas creadas en la región fueron hechas por manos netamente foráneas.
A Don Custodio, mi respeto y mi reconocimiento.

Carlos Javier Londoño O.

1 comentario:

  1. Buen día, quisiera saber de su memoria de los e personajes que impulsaron el comercio de pescado tanto fresco como seco, personas como Hernán Gómez y Rafael Lozano, amigos de figuras como los Tsalickis,los Porras y comerciantes brasileños

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