lunes, 13 de mayo de 2013


Mayo 10 de 2013



Crónicas leticianas 40


¿Porqué las cosas no funcionan.?


Para que el pueblo amazonense se de cuenta el porqué las cosas no funcionan ni en la región ni en el país.
“Voluntad Política” expresión que nos sabe a estiércol cuando uno comprueba que por falta de ella, negligencia, apatía o por falta de concertación en los porcentajes que por concepto de aprobación de un proyecto exige la mayoría de los funcionarios gubernamentales de esta querida Colombia, se dejan de realizar proyectos que beneficiarían una colectividad.
Requisito económico que ya se institucionalizó en la mayoría de oficinas del gobierno y que es conocido por las entidades controladoras cegatonas y cómplices de   ésta situación.
Y Leticia que tiene el récord como el departamento  que más empleados gubernamentales tiene sancionados por corrupción, no es la excepción, ya que allí se dan como en toda Colombia todos los ejemplos sobre este aspecto que sirven para ilustrar artículos, crónicas e historias de actualidad.
Fue a mediados del año 2011 cuando estuvo en la ciudad una representante del Ministerio de Cultura con miras a incluir a Leticia  en el proyecto de recuperar la memoria histórica y fotográfica de la ciudad que se estaba realizando a nivel nacional.
Ejercían para esa época  la alcaldía el señor  José Ricaurte Rojas y como  secretario del Departamento Administrativo Fomento Ecoturismo “Dafec” el señor Carlos Fajardo.
Para llevar a cabo  este proyecto, ella concretó con la alcaldía y con dicha secretaría  una reunión que aglutinara los representantes de las artes plásticas en el amazonas como pintores, escritores, danzas, artistas, músicos, escultores etc, con miras a formar un comité, para  que en conjunto, realizáramos el proyecto antes dicho.
A la primera reunión no pude asistir, pero mi nombre si fue tenido en cuenta.
Lo primero  que dijo la representante ante los asistentes, fue de que este proyecto se haría a través de un comité independiente de la alcaldía y la gobernación por el antecedente que había en la malversación de fondos, comentario que no cayó muy bien a los representantes gubernamentales sobre todo cuando dijo  que el dinero que enviarían para la ejecución del proyecto lo manejaría directamente el comité.
Fuera del apoyo económico que nos brindaría el ministerio, nos regalaría además un Kit consistente en una fotocopiadora multiusos, una cámara fotográfica, una filmadora y un  computador.
En la segunda reunión a la cual  asistí, se nombró el comité  representativo e inclusive se programó un festival folclórico, gastronómico, y de medicina tradicional indígena   para apoyar la ejecución  y recopilación de datos concernientes al proyecto.
Todo se concretó en esa noche. Se notaba la animación y la  buena voluntad de los participantes. Lo único que exigía el ministerio era  que con los nombres elegidos, se hiciera un acta de reconocimiento de este nombramiento por parte de la alcaldía la que posteriormente se hacia llegar al ministerio para el desembolso inicial del kit y parte del dinero para comenzar a trabajar. Todo quedó organizado y ese proyecto iba a ser una realidad.
Al término de la reunión me propuse hacer un directorio con los nombres, direcciones y teléfonos de todos los asistentes como representantes de las artes plásticas, con la intención de  programar tertulias en mi negocio con el objetivo de conformar un colectivo cultural  representativo  regional.
Cuando abordé un personaje regional  sin saber de quien se trataba, pero que si me impacto por su indumentaria, pues no era la más apropiada para una reunión de esa naturaleza y preguntarle por el nombre y actividad cultural me contestó con un poco de despotismo: -yo soy el bugeólogo del Amazonas-.
Al pronunciar la palabra bugeólogo le pregunté: discúlpame estoy escuchando que tú dices bugeo en vez de bufeo que es la palabra correcta.
Ante mi pregunta me respondió con otra pregunta: ¿ y tu de donde eres?
Yo soy paisa - le respondí -   de inmediato contestó un poco airado: -No faltaba más que viniera un paisa a decirnos como se habla en el Amazonas-.
Tratando de apaciguarle  los ánimos le dije: - tranquilo no se enoje, es más - Usted sabe que es  el DRAE?  Pregunta  a la que  me contestó con un no.
Dándole una palmadita en el hombro le dije : ahora si nos vamos entendiendo, el DRAE es la máxima autoridad mundial en cuanto acepciones o palabras se refiere, ese es el Diccionario de la Real Academia Española el que precisamente consulté hace tres días con respecto a esa palabra bugeo la cual no encontré, sin embargo la palabra bufeo si existe y significa:  marsopa o delfín, así que su palabra no es castiza razón por la cual no aparece en el diccionario, que usted la utilice como un costumbrismo se la acepto.
Al recibir mi explicación me dijo como para terminar: -dejemos la cosa así, que yo seguiré siendo el bugeólogo del Amazonas- Muy respetable su determinación  le contesté y nos retiramos del recinto. Después todo transcurrió normal.
Al otro día, una compañera llevó personalmente la carta al Dafec para que esta oficina se la entregara al alcalde e hiciera el acta respectiva  que había que  enviar al ministerio. Dejamos pasar una semana  luego de la cual fuimos a indagar por  el acta que debía  de hacer el alcalde para alcanzar este beneficio del ministerio. Primero que todo, casi siempre que íbamos no se encontraba el secretario que nos diera una respuesta y cuando lo encontrábamos su respuesta era que el alcalde no había hecho el acta.
En este seguimiento estuvimos más de un mes  sin que hubiera poder humano que  le hiciera  ver al alcalde la necesidad  que teníamos de enviar esa acta lo antes posible para recibir el apoyo prometido.
Y como casi  todo lo del Amazonas,  a lo que no es rentable no le paran bolas, por esta negligencia de un dirigente  elegido por el pueblo  Leticia perdió  esta oportunidad de recuperar  la antes dicha memoria histórica, de tradición oral y fotográfica que tanta falta le hace a la región y la cual iba a ser exhibida en un banco fotográfico.
Hoy,  desafortunadamente y no me alegro de ello, a este mandatario la vida le esta cobrando  los errores  los que a sabiendas o no, cometió en el uso de su gestión. Ejemplo de sanción, que aunque no fue por ésta incompetencia, donde se aplicara al sinnúmero de casos que se presentan a nivel de esas entidades, habría que construir un nuevo recinto carcelario para albergar a todos los que debían   de estar allí.


Carlos Javier Londoño O.

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