jueves, 12 de abril de 2012

El carnaval politiquero

El carnaval politiquero


Estamos a pocos días de comenzar el circo electoral.
Circo que cada cuatro años recorre el país, presentando el mismo espectáculo por todos conocido, con actos como la farsa,  la misma cantaleta repetitiva  de promesas y peroratas fantasiosas para atraer  su clientela.
A pesar de ello, la ciudad esta inquieta, animada y ansiosa esperando que nuevas propuestas nos traen, propuestas que poco  interesan al ciudadano porque aquí el problema es económico, de hambre, de pobreza, de trabajo y de muchos otros factores, razón por la cual lo más significativo es quien es el mejor postor.
Quien ofrece más por el voto,  quien ofrece un buen puesto  o por cualquier  otra dádiva mezquina para solventar un poco el sinnúmero de necesidades presentes en la región.
Ya están llegando los empresarios oportunistas, (politiqueros de oficio)  con toda su parafernalia  a montar las toldas desde donde ejercerán toda la  influencia económica necesaria y moverán todos los hilos para que la función  les sea favorable, sin importarles qué o a quién hay que sacrificar, con tal de obtener unos buenos resultados.
Los aspirantes están prestos a seguirles el juego con tal de que, si la función también les es favorable les participen de esa torta burocrática por todos deseada.
Y el pueblo ahí, como siempre  diligente esperando que empiece el espectáculo a ver si también les dejan roer alguna de las limosnas que dejan los empresarios, porque  la mejor tajada no es para el pueblo que siempre lleva la peor parte, sino para aquellos que con anterioridad compraron las boletas.
Tomemos conciencia de que los empresarios que manejan este circo, ya son expertos en las tramas odiosas contra el pueblo necesitado de trabajo, educación, seguridad  social y bienestar, necesidades  primarias y básicas que se comprometen  a combatir mientras están en sus campañas electoreras pero que con el tiempo mandan al demonio, para dedicarse al objetivo de su acción y es la de poner en practica todo lo que un buen politiquero sabe hacer   y practicar y son los delitos por los cuales la mayoría siempre termina encarcelado o con una buena demanda por birlar los dineros del erario , delitos  que explicaré para que el pueblo lo entienda mejor.
La Corrupción (putrefacción, seducción,  vicio o abuso) este es el principal  delito enquistado  y que ya hizo metástasis en todas las instituciones gubernamentales del país.
El Peculado y el Peculado por Apropiación o sea el hurto de caudales del erario por aquel en quien esta confiada la administración.
El Prevaricato, delito que consiste en  dictar a sabiendas, un  funcionario de turno, una resolución injusta.
Cohecho, delito que consiste en sobornar a un funcionario publico o aceptar soborno por parte de ellos.
Constreñimiento, obligar a una persona a hacer algo y por ultimo, la Concusión que es la acción arbitraria hecha por un funcionario público en provecho propio como exigir impuestos, multas, deudas  etc. o un cobro injusto y violento. Estos son los delitos  más significativos de nuestra clase politiquera y contra los cuales debemos luchar, haciendo una buena escogencia al votar.
Aquí el problema no son los gobernantes de turno, somos nosotros que como ciudadanos permitimos  y elegimos a los mismos,  para que nos dejen participar o por lo menos probar parte de la torta  para suplir ese ego,  ese interés personal de figurar, sin importarnos que  la ciudad se desmorone con ese nombramiento.
Bien lo decía Hobbes: “Uno nace bueno, pero la sociedad lo corrompe, pensamiento que para nuestra querida Colombia sería: el funcionario entra a su gestión relativamente bueno, pero los que manejan la trama, lo corrompen.
Pellizquémonos y despertemos a la realidad… hasta cuando vamos a soportar que nos pisoteen, que nos nieguen el derecho a vivir en una ciudad digna  y acogedora  con la calidad de vida  que nos merecemos? Esta ciudad  no merece esta suerte.
Recuerden estamos en la amazonía colombiana, ciudad que debía de ser el modelo ecológico del mundo y?....
O acaso esta es la ciudad que estamos deseando para nuestros hijos?
Como lo digo en mi nuevo libro “Decadencia Amazónica” para mi y con mucho respeto, Leticia es la Nueva York de Colombia, en donde hay gente de todas partes del país que poco les importa lo que pase en la ciudad porque no tienen sentido de pertenencia, porque esta no es su tierra. y porque  todos estamos sacando  nuestro provecho personal, pero ¡ay! de que ocurra un acto que toque al indolente, ahí si están    listos  para protestar.
Exijamos que estos nuevos candidatos que se lanzan a la palestra con el ánimo de regir los destinos de ésta maltratada ciudad, demuestren con argumentos bien cimentados, con debates públicos y sobre todo con una hoja de vida impecable  de que son personas aptas para manejar  esta región.
Que el puesto a que aspiran se lo van a ganar  con una buena plataforma política, con honradez y con sentido de pertenencia, no por ser el recomendado de confianza o porque su apellido es de tradición política. Fuera con esa alcahuetería.
Que no nos pase de nuevo lo que estamos viviendo.
Que nos están rigiendo personas que están en otro paseo diferente a la problemática del Amazonas  y que se ganaron   el puesto en donde están, porque alguien ajeno al circo, como lo dije anteriormente,  compró las boletas.
Acabemos  con  ese estribillo popular que dice: siempre los mismos con las mismas….. ¿Hasta cuando?

CARLOS JAVIER LONDONO O.

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