Abril 28 de 2011
Y continuamos con el abuso a los turistas.
Gracias a Dios el negocio que tuve, me permitió interactuar e intercambiar diálogos con turistas nacionales y extranjeros que llegan a visitar esa hermosa tierra.
Y ante la pregunta de ¿como los han tratado? , ahí viene la decepción pues muy pocos hablan del buen trato o la benevolencia de los sitios que frecuentan como bares, restaurantes y transporte y aquí me refiero a los turistas que vienen por su propia cuenta, no los que llegan “amarrados” a los cuales los pulpos turísticos de la región no les permiten ni comprar ni agua en la ciudad.
Y si no creen he aquí otra perla…un sábado en la mañana abrí mi negocio como solía hacerlo todos los días.
Al momento llego un matrimonio suizo de nombre Claudia y Peter Nigg, ella una mujer muy bonita, él un hombre muy tranquilo.
Eran las 9 am se sentaron y pidieron dos cervezas.
Ella, después de beber el contenido de la botella tomó un paquetico que traía en las manos y se dirigió al puerto civil.
El se quedo degustando otra cerveza esperando que ella regresara.
A los veinte minutos más o menos apareció ella de nuevo enardecida llorando.
Se sentó pidió otra cerveza y vi que le gesticulaba a su esposo con ira algo que le había sucedido.
Al notar su irascibilidad, me tome el atrevimiento de hablar con ella preguntándole que si hablaba español a lo cual me respondió que si, ya que ella era profesora en Suiza.
Con el respeto que se merecía le pregunté que si le había ocurrido algo que yo le pudiera ayudar pregunta a lo cual me respondió,…porqué? Porqué? la gente es así, porqué la gente abusa de esa manera y vea señor me dijo ,el problema no es de plata , porque yo soy una mujer adinerada y mi esposo también.
En su cara se le veía el resentimiento y la ira de un turista ultrajado.
Le pregunté.. Me puede contar que le sucedió y es más, le puedo grabar, contestándome que no había ningún problema.
Prendí mi grabadora y empezó a contarme de que el primer día en que llegaron a Leticia el taxi que tomaron desde el aeropuerto al centro de la ciudad les había cobrado 15 mil pesos a sabiendas de que la tarifa no costaba más de 8 mil.
Ante este atropello les pregunte que si no habían hecho el reclamo y me dijeron que quisieron buscar un policía para explicarle la situación, pero no lo encontraron.
Porque la gente piensa así de esa manera se preguntaba, ,porqué no piensan con sentido futurista, todo turista que va a una ciudad mínimo sabe cuanto vale un transporte o una comida , porqué cambian los precios apenas le ven a uno el color de los ojos y del cabello.
Yo estaba intrigado por saber la causa de su ira y de de su llanto, razón por la cual le pregunté que le había sucedido recientemente para estar tan enojada.
Así me narró su experiencia: mire señor ayer llegamos de Puerto Nariño en donde estuvimos paseando, a mi me gustan mucho los animales especialmente los perros.
Cuando pasé por la casa del señor Yelko Prieto, vi que tenia un perrito muy enfermo, lo llevamos al veterinario el cual le receto unas drogas que no se conseguían en Puerto Nariño, yo le dije que como veníamos para Leticia, yo las compraba aquí y se la mandaba al otro día.
Le pregunté que cuanto valía mas o menos el envío de la encomienda desde Leticia hasta Puerto Nariño y el me confirmó que 4 mil pesos.
Como usted vera vengo del puerto hacia donde me dirigí para enviarla.
Hice la fila en una de esas oficinas de transportes fluviales que quedan ahí en el puerto civil y observé que a personas con paquetes mas grandes que el mío les cobraban 4 mil pesos, cuando llego mi turno y al preguntar el valor del envío me dijo la señora que costaba 5 mil, le pregunte que porque me cobraba ese precio si a todo el mundo le estaba cobrando 4 mil respondiéndome que eso valía si quería enviarlo.
Desistí en enviarlo y me fui al Cai de la policía cercano a esa oficina a contarle al agente de turno mi problema quien después de escuchar mi queja se vino a hablar con la señora.
Al poco rato el policía regresó y dirigiéndose a mi me dijo: señora y usted va a pelear por mil pesos?
Respuesta que me desconcertó mas, pues ese era mi único punto de apoyo para solucionar este atropello, por esta razón tengo rabia señor, el problema no son los mil pesos porque yo los puedo pagar y hasta mas porque yo tengo dinero, mi queja es que porqué abusan del turista por ser extranjero por tener ojos azules y el pelo mono.
Ante esta denuncia le solicite que me permitiera el paquetico, le cambiáramos el empaque y que me acompañara al puerto para yo enviarlo personalmente para verificar lo que ella me decía.
Efectivamente me encamine con ella hacia la oficina donde le hicieron el desplante comentándole que me esperara afuera para que no la vieran y así yo poder verificar su denuncia.
Me espero afuera y yo entre a enviar el paquete, cuando me lo recibieron y pregunte cuanto era el costo del envío, la niña que estaba al mando de la oficina me dijo que costaba 4 mil pesos.
Cuando le hice la pregunta de que porque le habían cobrado a una extranjera 5 mil pesos la niña se atortoló más sabia lo del problema, porque me contesto que tal vez había sido la mamá la que le había cobrado eso que ella no sabia nada.
Le solicité el favor de que me devolviera el paquete y hable con la suiza verificando que era verdad lo que me había manifestado que si estaban abusando del turista.
D e inmediato le dije que fuéramos al Cai para que me relacionara con el agente que ella había contactado y que le había salido con esa respuesta, desafortunadamente no había nadie en la caseta por lo cual no pude verificar la identidad del agente.
Regresamos de nuevo al negocio en donde su esposo nos esperaba.
Allí ella seguía repitiendo, porqué la gente no se concientiza para el futuro, puede que ahora saquen un buen provecho del abuso, pero nosotros los turistas no somos estupidos y estas acciones las comentamos a personas que piensen hacer turismo por estas tierras.
Por ejemplo, mis padres piensan venir al Amazonas y yo debo contarles este atropello, será que ellos deciden venir?.
Para resarcir un poco este insuseso los invité a almorzar conmigo, un suculento caldo de pescado que yo estaba preparando. Agradecieron la deferencia, se fueron y a la 1 pm regresaron con una botella de vino tinto “casillero del Diablo”. Almorzamos y departimos toda la tarde al sabor de unos buenos vinos.
Posteriormente enviaron la encomienda por otra empresa costándole el envío 3 mil pesos.
Hoy los suizos están en su tierra recordando las cosas lindas de esta región y a las personas que le hicieron su estadía agradable.
Tras de que el ojo esta lloroso y nosotros echándole sal.
Recuerden el turismo es el futuro de esta región.
Hasta pronto.
Carlos Javier Londoño O.
No hay comentarios:
Publicar un comentario