Abril 10 de 2012
El
porqué de mis escritos alusivos a la problemática del Amazonas
A raíz de los escritos y fotos de mi autoría que he publicado por la
prensa amazonense, por Facebook, o
leídos por alguna emisora regional en donde a veces comento, muestro, o
denuncio algunos de los problemas que
agobian el departamento del Amazonas y en especial a su ciudad capital Leticia,
situaciones que para sus moradores posiblemente sean comunes, pero que vistos desde otra óptica
pueden ser infracciones que con el
tiempo y la permisividad de algunas autoridades se han convertido en ley en la
región, ha surgido una pregunta enunciada por varias personas sobre el porqué
de mis apuntes engorrosos hacia esa ciudad, sus administraciones o su gente a
sabiendas que estas mismas situaciones se presentan y se viven en otras
ciudades colombianas?.
Aquí van mis apreciaciones:
Primero que todo aunque no
soy Amazonense de nacimiento, si lo soy de corazón y como paisa de raca mandaca
y gracias al espíritu aventurero y de progreso que nos caracteriza me permitió
llegar a esa hermosa tierra cuando iba
de paso hacia el Brasil a continuar mis estudios de medicina luego de ser
expulsado de la Universidad de Antioquia por no tragar entero, digerir y
denunciar las actuaciones deshonestas de mis superiores. Aquí me pregunto: para
que sirve el estudio? Pues yo creo que para
tener conocimientos, un trabajo estable, una remuneración y mejorar la calidad
de vida, pues bien, como la ciudad de Leticia me ofreció estas oportunidades, hasta aquí
llegaron los míos de lo cual no me
arrepiento. Y es por esta razón por la cual me quede en esa ciudad mas de
veinte años haciendo patria gratis trabajando y colaborando con la ciudad en
puestos de los cuales la mayoría eran Ad-Honorem pero los ejercí con gusto, sin esperar nada a
cambio con la colaboración desinteresada de los demás conciudadanos. De ahí
que desempeñé puestos como Bombero Voluntario, Jefe de Socorristas de la
cruz roja, comerciante independiente en
las áreas de restaurante, bar y mercantil, fui bancario, gerente empresarial, concejal del municipio,
presidente de la cámara de comercio y
luche por el turismo regional con Kapaz a la cabeza.
No fui comisario ni alcalde, puestos que me fueron ofrecidos
interesadamente en la época del boom cocalero porque mis principios de
moralidad y aversión hacia ese cáncer
llamado política que no me lo permitieron.
Salí de esa ciudad porque
las circunstancias me lo exigieron, pues al caerse un avión de la Fuerza
Aérea Colombiana en el año de 1985 por
negligencia, terquedad y falla en el servicio de su comandante, sufrí un trauma
sicológico al privarme este accidente a
mi y a muchos colombianos, la alegría de
seguir conviviendo con un sinnúmero de amigos y en mi caso particular con mi
hermana los cuales murieron en esta
ocasión.
Como miembro de la Cruz Roja
me tocó este traumático rescate.
Desde ese entonces he salido
y entrado a la ciudad por la puerta grande y a pesar del trauma sufrido, no tengo para ella ni sus habitantes resentimiento ni aversión,
al contrario solo tengo para ellos deudas de gratitud, respeto y amor ya que al
acogerme por tantos años me dieron lo
mas representativo para mi como fueron un
hijo y mi esposa con la cual llevo mas de treinta y cinco años de dichoso
matrimonio.
Esta bien que la
problemática que esbozo en mis escritos es extensiva para la mayoría de las
ciudades colombianas, pero en el caso de Leticia tiene su particularidad.
En otras ciudades para darte
cuenta del sinnúmero de problemas que la
afectan llámense: tráfico de influencias, chanchullos, desfalcos, corrupción,
politiquería, violencia etc, si tu no ves
televisión o escuchas la radio no te enteras absolutamente de nada, caso
contrario ocurre en Leticia en donde con
el solo hecho de sentarte en un cafetín y compartir mesa con varios regionales
te das cuenta en vivo y en directo de lo que pasa en la ciudad porque allí te
lo cuentan y porque los actores de las infracciones, por todos conocidos,
deambulan por las calles ante la mirada impávida y mas bien complaciente de la
mayoría de sus habitantes quienes sabiendo de los antecedentes y actuaciones,
no denuncian porque algún nexo interesado, familiar o económico con el
personaje o la entidad a la que pertenece se los impide.
Y es ahí en donde nace mi
reacción al ver la cantidad de situaciones anómalas que se presentan a diario,
de la forma como la mayoría de personas quieren sacar partida del presupuesto,
de la dejadez con que se maneja la ciudad, de la falta de autoridad, de la
suciedad, polución y de un sinnúmero de
cosas que impiden el buen desenvolvimiento de la ciudad y de las que nadie dice
nada. Por esta razón me propuse durante el último año y medio que permanecí en
la ciudad en donde monté un negocio que rompió con todos los esquemas y que muy pocos conocieron porque ese tipo de
negocio no pertenece a la idiosincrasia leticiana porque ni la polución
auditiva, ni el escándalo, ni la música bohemia tuvieron cabida en el, pues
era un bar- galería tertuliadero
en donde me propuse fomentar
cultura y calidad de vida.
Allí tuve la oportunidad de afianzar
más mis conocimientos sobre lo que ya sabía de la región y sobre muchos de los tópicos que aquejan últimamente
la ciudad, pues al departir con
personajes de la administración, asesores , secretarias, escritores, músicos,
personas del común, y turistas nacionales y extranjeros, sin saber de mis
propósitos, supe de viva voz muchas de las cosas que he denunciado de las
cuales poseo pruebas basadas en la
realidad y no en el chisme que es la característica general de los comentarios
que se escuchan en la ciudad.
Todo esto complementado con
mis visitas frecuentes a la plaza de mercado lugar clave en donde se sabe a
ciencia cierta los pormenores de lo que pasa en el pueblo, además de los recorridos
con cámara en mano por los alrededores y extramuros de la ciudad en donde pude
ver, preguntar filmar y fotografiar la triste realidad, la que afortunadamente no le muestran al turista.
Desde ese momento empecé a
publicar mis escritos denuncias en los
periódicos regionales para que quedaran plasmados en ellos como documento de
que el problema existe y tratar de sensibilizar algún alma que le duela la
ciudad para que tome los correctivos y subsane la situación. Y no fue en uno
sino en varios periódicos en donde los publicaron tales como “Evaluación y Gestión” de mi amigo
Mauricio Córdoba Zoza “Actualidad Amazónica” de Héctor Fabio Osorio y “Prensa
Amazónica” de Francisco “Pacho” Salas.
Con esta aclaración quiero
demostrar que no soy ningún resentido, aparecido ni un desconocido en la
región, como lo han manifestado algunos de
mis detractores a los que con mis escritos les “cae el guante” como se
dice literalmente.
Afortunadamente mis
escritos han calado en muchas personas
concientes de que las cosas en Leticia tienen que cambiar, que no se puede
seguir permitiendo que el presupuesto se
siga manejando como plata de bolsillo por varias personas que conocen el secreto para dilapidar lo que
no les pertenece. Que la ciudad no se puede seguir manejando como esa
mentalidad pueblerina que no los deja avanzar al estar pensando en proyectos
“micros” a sabiendas que ya la ciudad pide a gritos proyectos “macros” y que el
bienestar de la población esta por encima de los intereses personales.
No me considero un “non plus
ultra” ni nadie por el estilo, no ostento un cartón profesional de los que fraudulentamente se elaboraban o
elaboran en la ciudad, sobre todo para
los profesionales que llegan a la región graduados en la universidad del aire o
sea en el vuelo entre Bogotá y Leticia,
pero si creo tener autoridad moral con conocimiento de causa para escribir y sentarme con cualquiera de los famosos “profesionales
universitarios” de los que manejan los
hilos de la administración local para rebatir y enunciarles sin ambages ni
tapujos las principales causas por las cuales la ciudad cada día va de mal en
peor, pues esto me lo permite mis conocimientos anteriores además de los
contactos con personajes a nivel regional y nacional con los cuales analice
muchos de los problemas que aún siguen vigentes y sobretodo haciendo gala de las palabras del
famoso locutor deportivo Julio Arrastía
Brica (q.e.p.d) quien decía que: “La experiencia no se improvisa” “
Así es mis amigos que desde que el Dios del cielo me permita seguir viviendo y la razón no me abandone, seguiré escribiendo sobre temas varios con respecto a la región , personales, anecdóticos que ilustrarán mucho de la historia de la ciudad que casi todo el mundo conoce pero que nadie se atreve a escribir.
Así es mis amigos que desde que el Dios del cielo me permita seguir viviendo y la razón no me abandone, seguiré escribiendo sobre temas varios con respecto a la región , personales, anecdóticos que ilustrarán mucho de la historia de la ciudad que casi todo el mundo conoce pero que nadie se atreve a escribir.
Además por que me duele lo
que esta pasando y con dolor de patria lo digo que si quieren que esa región
salga de esa apatía, falta de cultura ciudadana y sobre todo esa falta de
pertenencia que los abruma para que en un tiempo no muy lejano veamos la
Leticia que queremos como dice Héctor
Fabio, deben de romper muchos esquemas. Empezando por que si no se unen para
sacar adelante los proyectos futuristas para la región, ya que la unión hace la
fuerza, dejar esa forma egoísta de
pensar en donde la premisa primero yo, segundo yo y tercero yo esta por encima
de todo y la ciudad que es la generadora de trabajo y por ende de su majestad
el dinero, quede relegada a un último plano con sus problemas que no tienen
dolientes y si a eso le agregamos la
doble moral, la ansiedad heredada de sustraerse ese presupuesto a toda costa,
la insensibilidad y la falta de amor por
la ciudad … no llegarán a ningún Pereira.
Leticia tiene que cambiar y mostrarse al mundo como lo que
fue: esa ciudad a la que todos amábamos, en donde se sentía ese patriotismo
arraigado, la ciudad en donde éramos todos para uno y uno para todos, la ciudad
turística por excelencia, ciudad ecológica,
pulmón del mundo y remanso de paz,
lo cual será posible con la ayuda mancomunada y desinteresada de todos
nosotros.
La amazonía con su río Amazonas incluido son el
futuro de nuestros hijos, de Colombia y
del mundo…… no los defraudemos
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