Diciembre 16 de
2014
Crónica No 10
“La paz que hacen
los verdaderos “Santos”
Comienza la novena de navidad
ofrecida al Dios, que nacido en un pesebre y hecho hombre,
transformó la humanidad al ofrendarse por nosotros en aras de
nuestra redención, salvación y paz para los hombres de buena voluntad.
Es una fiesta tradicional
en donde al calor de hogar y de un pesebre se congratulan y unifican
muchas familias para dar gracias al Todopoderoso por las
dádivas recibidas en el año que termina y pedir por la solución
de penurias tanto de armonía, como de paz, de
tolerancia, de salud y de prosperidad económica para los años próximos
venideros.
Es una época que a pesar de ser
festiva, hay que pensar, reflexionar y tomar correctivos en
familia sobre los muchos problemas que nos agobiaron durante el año,
especialmente sobre los que competen con el país para tomar cartas en el
asunto, como aquel que nos ocupa con respecto a la trillada palabra
“paz”, aquella paz que todos anhelamos de corazón para esta nación que no
merece la tramoya Gobierno- Farc a la que nos están sometiendo.
Es tiempo que alrededor de
esta novena y pesebre, las familias se cohesionen en una sola, para clamar al
Altísimo con una plegaria, que se apiade de nosotros si no reaccionamos
ante esa falsa paz que nos martillan a diario, nacida y
programada de unos intereses personales, que a toda costa quiere
sacar adelante, cueste lo que cueste, nuestro falaz y ególatra presidente,
quien apoyado por sus colaboradores de turno y mucho pueblo que ignora
por donde va el agua al molino porque solo se nutren de la información que dan
algunos medios televisivos, radiales y periodísticos que están al
servicio de su majestad el enmermelador, el que
todo lo puede, el que todo lo corrompe, al que todo se le facilita
con el dinero del pueblo colombiano. Paz muy opuesta a la que nace de la
equidad, de la buena educación, de la buena salud, la armonía y la
justicia, paz que desde hace muchos años anhelamos y necesitamos los
colombianos.
Es hora de pensar a fondo hacia
dónde vamos, ya que nuestro dirigente confunde la pasividad de un pueblo,
con la estupidez que él cree que nosotros manejamos, lo cual le da para
convencerse de que le estamos creyendo todo ese montaje que se viene perfilando
desde hace dos años atrás cuyos objetivos, fuera de favorecer
ciertas élites de apellido, no es más que el de enaltecer su ego que cree lo
llevará a Estocolmo a recibir el rebuscado premio Nobel de Paz y a hacer
parte de los anales de la historia colombiana.
Esta situación se viene
programando desde años atrás. Ya ha pasado por algunos países
suramericanos y ya llegó a Colombia en donde está haciendo su
labor. Vale la pena traer a colación las palabras de nuestro
prócer José Acevedo y Gómez las cuales
yo le agrego otro tanto, cuando incitando al pueblo patriota a que despertara
del letargo les decía: “colombianos si perdéis estos momentos
de efervescencia y calor, si dejáis escapar esta ocasión única y feliz de no
permitir que nos metan este gol prefabricado de la paz, he de decirles
que si no hacemos esto, lo más seguro es
que dentro de varios días seremos tratados como apátridas, de extrema
derecha y enemigos de la paz, al no permitir que estampen en
nuestra nalga la paloma de la paz y el sello de ese “acomodado”
socialismo que nos quieren imponer. Si no creéis? mirad hacia
nuestras fronteras para que se den cuenta de la situación que nos espera si no
actuamos”.
En nosotros está en decidir
la tranquilidad, democracia y progreso para el año 2015 y subsiguientes.
Buen endeudamiento para
todos en estas fiestas producto de esta sociedad de consumo que cada día
nos atosiga más y para el 2015, a apretarnos los cinturones con la
nueva reforma tributaria el regalo navideño del gobierno para el pueblo
colombiano, pues para el año venidero, con nuestro peculio,
seguiremos patrocinando las malversaciones y a los futuros
congresistas y dirigentes para esta Patria Boba quienes
deleitándose y fortaleciéndose, a la degustación de un buen ron
habanero, tomarán más fuerzas para seguir manipulando los destinos
de esta nación.
Sé que por el hecho
de decir estas verdades se vendrán sobre mí, lance en ristre muchos
comentarios fuera de tono como salida de emergencia ante la falta de
argumentos. Afortunadamente he aprendido que: Cuando uno va
envejeciendo, es más fácil ser positivo, por preocupamos menos de
lo que las otras personas no quieren entender, o de lo
contrario que puedan pensar.
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