sábado, 20 de abril de 2019


Diciembre 16 de 2014 


Crónica No 10

“La paz que hacen los verdaderos “Santos”

Comienza la novena de navidad ofrecida  al Dios,  que nacido en un pesebre y hecho hombre, transformó la humanidad  al  ofrendarse por nosotros en aras de nuestra redención, salvación y paz para los hombres de buena voluntad. 
Es una  fiesta tradicional en donde al  calor de hogar y de un pesebre se congratulan y unifican  muchas familias para dar gracias  al Todopoderoso por las dádivas  recibidas en el año que termina y pedir  por la solución de  penurias   tanto de armonía,  como de paz, de tolerancia, de salud y de prosperidad económica para los años próximos venideros.
Es una época que a pesar de ser festiva, hay que  pensar, reflexionar  y tomar correctivos  en familia sobre los muchos problemas que nos agobiaron durante el año, especialmente sobre los que competen con el país para tomar cartas en el asunto, como aquel que  nos ocupa con respecto a  la trillada palabra “paz”, aquella paz  que todos anhelamos de corazón para esta nación que no merece la tramoya  Gobierno- Farc  a la que nos están sometiendo.
Es tiempo  que alrededor de esta novena y pesebre, las familias se cohesionen en una sola, para clamar al Altísimo con una plegaria, que se apiade de nosotros si no reaccionamos  ante   esa falsa paz que nos martillan a diario, nacida y programada  de unos intereses personales,  que a toda costa quiere sacar adelante, cueste lo que cueste, nuestro falaz y ególatra presidente, quien  apoyado por sus colaboradores de turno y mucho pueblo que ignora por donde va el agua al molino porque solo se nutren de la información que dan algunos medios televisivos, radiales y  periodísticos que están  al servicio de su majestad   el  enmermelador,   el que todo lo puede,  el que todo lo corrompe,  al que todo se le facilita con el dinero del pueblo colombiano. Paz muy opuesta  a la que nace de la equidad, de la buena educación, de la buena salud, la armonía  y  la justicia, paz que desde hace muchos años anhelamos  y necesitamos los colombianos.
Es hora de pensar a fondo hacia dónde vamos, ya que nuestro dirigente confunde  la pasividad de un pueblo, con la estupidez que él cree que nosotros manejamos, lo cual le da para convencerse de que le estamos creyendo todo ese montaje que se viene perfilando desde hace dos años atrás cuyos objetivos, fuera de  favorecer  ciertas élites de apellido, no es más que el de enaltecer su ego que cree lo llevará a Estocolmo a recibir el  rebuscado premio Nobel de Paz y a hacer parte de  los anales de la historia colombiana.
Esta situación se viene programando  desde años atrás. Ya ha pasado por algunos países suramericanos y ya llegó a  Colombia en donde   está haciendo su labor.  Vale la pena traer a colación las palabras de nuestro prócer José Acevedo y Gómez  las cuales yo le agrego otro tanto, cuando incitando al pueblo patriota a que despertara  del  letargo les decía:  “colombianos si perdéis estos momentos de efervescencia y calor, si dejáis escapar esta ocasión única y feliz de no permitir  que nos metan este gol prefabricado de la paz, he de decirles que si  no hacemos esto, lo más seguro es que dentro de varios días  seremos tratados como apátridas, de extrema derecha  y enemigos de la paz,  al no  permitir que estampen en nuestra nalga la paloma de la paz y el sello de ese “acomodado” socialismo  que nos quieren imponer.  Si no creéis? mirad  hacia nuestras fronteras para que se den cuenta de la situación que nos espera si no actuamos”.
En nosotros está en decidir  la tranquilidad, democracia  y progreso para el año 2015 y subsiguientes.
Buen  endeudamiento para todos en estas fiestas producto de  esta sociedad de consumo que cada día nos atosiga más  y para el 2015,  a apretarnos los cinturones con la nueva reforma tributaria el regalo navideño del  gobierno para el pueblo colombiano,  pues para el año venidero, con  nuestro peculio, seguiremos  patrocinando las malversaciones  y  a los futuros congresistas y dirigentes para  esta Patria Boba quienes  deleitándose y fortaleciéndose, a la degustación  de un buen ron habanero,  tomarán  más fuerzas para seguir manipulando los destinos de esta nación.  
Sé  que por el hecho  de decir estas verdades se vendrán sobre mí,  lance en ristre muchos  comentarios  fuera de tono como salida de emergencia ante la falta de argumentos.  Afortunadamente  he aprendido que: Cuando uno va envejeciendo, es más fácil ser positivo, por preocupamos  menos de lo  que  las otras personas  no quieren entender, o de  lo contrario que puedan pensar.

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