Diciembre 18 de 2015
Crónica leticiana No 46
“Elegía a un amigo”
Se sigue desgranando la mazorca
de las buenas amistades conocidas en el Amazonas.
Hoy le tocó el turno a mi caro
amigo Adel Osorio gran personaje reconocido en la región a quién conocí desde
los inicios de los años 70 cuando llegué
por primera vez a esa hermosa ciudad llamada Leticia.
Él en compañía de su inseparable
y cuasi hermano amigo Henry Neira fueron mis primeros guías y orientadores en la nueva vida que comenzaría en esa
tierra.
Cómo no recordar en ese entonces,
cuando ambos manejaban una gran bodega perteneciente a don Custodio Parra
situada exactamente en donde hoy queda
la nueva plaza de mercado por el costado del puerto viejo, bodega en donde se
comercializaba pescado seco, pieles de caimán, babilla, tigre, tigrillo, pieles
de serpientes, nutria entre otras especies permitidas.
Desde esa época, Adel el amigo
incondicional forjó conmigo y con mis hermanos, una gran amistad vigente hasta
el día de hoy que nos abandona.
En su ser se encontraban
arraigados todos esos valores, hoy la
mayoría desaparecidos en la región como son la amistad desinteresada, la
honestidad, el trabajo, la moralidad, honradez y jovialidad y el más
importante, el desprendimiento de todo lo material cuando de ayudar a un amigo
se trataba.
Rutinario en sus faenas diarias,
pues siempre se desplazaba por las
mismas calles y a la misma hora cuando se dirigía desde su casa a su trabajo o
viceversa, pues la moto no fue el vehículo
de su predilección, lo mismo ocurría cuando en la mañana y en la tarde
cuando salía a tomarse el tinto de
costumbre antiguamente en la Barra y más reciente en Barbacoas itinerario que
hacía siempre a la misma hora y por la
misma ruta allí permaneciendo en el establecimiento por varios minutos hablando
con amigos y actualizándose de las
últimas novedades ocurridas en el pueblo, desde donde salía a su oficina a
cumplir con los trabajos adquiridos.
Su oficina era prácticamente una
“embajada salamineña” a donde llegaban toda clase de personas solicitando ayuda
o algún tipo de servicio como escribiente que era, hasta del interior llegaban recomendados en su búsqueda
para que los orientara en diferentes aspectos.
Como característica principal y
por lo cual pasará a la historia en ese pueblo, fue el hecho de no compaginar
con la tecnología pues para sus trabajos seguía usando una vetusta máquina de
escribir, además si se quería hablar con él había que hacerlo por el teléfono
fijo de su oficina o de su casa pues nada que ver con la telefonía celular
actitud muy respetable pues por lo menos no se dejó complicar la vida con estos
nuevos inventos.
Agradable amigo de farra pues la
diversidad de temas que manejaba debido al conocimiento adquirido por su
adicción a la revista Semana del cual era asiduo lector lo hacían un “memorión”
de buen léxico capaz de sostener una conversación sobre cualquier tema que le
expusieran en las tertulias que participaba al calor de una cervezas su bebida favorita,
aunque últimamente degustaba de un buen
whisky.
Hoy después de haber conformado
parte de los que hicimos patria cuidando
gratis esa frontera, nos abandona dejando un legado a sus hijos de: trabajo
honesto, amistad, buen padre y sobre todo buen esposo, caso insólito en esa
tierra.
Amigo Adel hoy te despido dándote
gracias por esa amistad y por los buenos momentos que compartimos los cuales llevaré en mi mente sobre todo esa enseñanza que dejaste en mí
sobre la historia menuda de ese pueblo,
de la que nadie se atreve a hablar pero que todo el mundo conoce en especial de
aquellos personajes que fueron unos gamines en épocas anteriores y que ahora
por el dinero contaminado que manejan son honorables personajes en la región.
Amigo: Que estés disfrutando de
los coros celestiales y por qué no, escuchando el tango” Milonga Celestial”
como uno de tus tantos preferidos de ese género musical que era tu pasión.
Paz en tu tumba gran amigo.
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