“Inquietudes respecto a los efectos de la ganada del NO en los acuerdos
de paz”
Para
iniciar, a raíz de este plebiscito,
parece que las cosas tienden a darse, pues para el día 3 de octubre en mi artículo “Se les acabó el negocio, ganó el NO” publicado en varias páginas de
Facebook, al final del escrito había manifestado que la mayor demostración de paz y muestra de reconciliación
nacional, sería una reunión de dialogo entre Santos y Uribe, la que
afortunadamente se dio el día 4 de octubre para bajar un poco los ánimos a esta
polarización que vive Colombia.
Analizando
con cabeza fría y observando las reacciones en pro y en contra a la decisión
tomada por el pueblo colombiano de no aceptar la refrendación de los acuerdos
firmados entre Judas Manuel y los guerrilleros de las Farc, vemos con asombro
que ya salió el máximo jefe de esa insurgencia, después de haber aceptado al NO
como ganador, a decir que los acuerdos no se modificaran ya que la refrendación
por el plebiscito no les da valor jurídico, si no político, porque ellos gozan
de un carácter especial, declaración que fue objetada por analistas conocedores
del tema.
Según
el acuerdo sobre la refrendación 6.6 pagina 192 de los Acuerdos firmados, y que
dice entre otros, que el gobierno y las Farc para zanjar las diferencias
surgidas hasta la fecha sobre el tema aludido
y con espíritu hasta ahora anunciado y en esa medida aceptamos el
mecanismo de participación popular que la Corte Constitucional indique y en los
términos que este alto tribunal señale.
Por
tal motivo la Corte Constitucional en su sentencia aprobó el plebiscito como
acto de refrendación en donde el pueblo colombiano iría a las urnas a aceptar o
no los acuerdos firmados entre estos dos bandos. De donde se deduce que al ganar el NO, los acuerdos jurídicamente han dejado de
existir o mejor, no nacieron. Emulando a Juampa con su modo despectivo de
hablar” Ese tal acuerdo no existe”.
Así
que habrá que empezar de ceros en esta nueva conversación o dejar el mamotreto
de 297 páginas quede como base para
corregir, eliminar o dejar intactos
algunos de los acuerdos, pues al decir del Procurador Ordoñez antes de
entrar a la reunión de palacio con el presidente dijo que ahora hay unas nuevas
condiciones y un nuevo mandato que el presidente tiene que acatar dentro de la
legitimidad.
Fueron
seis años de distenciones, engaños, mentiras, condicionamientos por parte de
los plenipotenciarios guerrilleros contra el pueblo colombiano, armando la
tramoya de los acuerdos acomodando palabras y oraciones en beneficio propio con
la misma falsedad de la cachetada del payaso que se pega aquí pero suena allá.
Ahora
que gano el NO, que perdieron tanto el gobierno como la guerrilla de
implementar su planes mefistofélicos contra la nación el mal llamado Socialismo
del Siglo 21, vienen con el cuento de que
las negociaciones deben de hacerse con celeridad para no perder el norte
de las conversaciones.
El
sinsabor por la pérdida se ha notado desde la misma noche de los resultados,
pues ya salieron como siempre, a la palestra los escuderos del gobierno y de la
guerrilla que no han podido digerir ese trago amargo de la derrota, a
pronosticar vientos de guerra que no le hacen ningún bien al país empezando por
nuestro presidente que salió a decir que
el cese al fuego bilateral iría hasta el 31de octubre, ante tal declaración el guerrillero Timochenko replico por twitter
que desconocía esa determinación y preguntaba que si a partir de esa fecha
comenzaba la guerra.
Sale además
la incompetente ministra de Relaciones Exteriores a decir que la decisión de
renegociar de nuevo los acuerdos estaba en manos de la guerrilla.
Cada
quien está sacando partido de esta situación, doctores tiene la santa madre
iglesia y por esta razón dejo constancia por escrito que la responsabilidad de
lo que pueda suceder en esta nueva etapa
del proceso tiene nombre propio Juan Manuel Santos, su equipo negociador
y todos ese gabinete al servicio del patrón. Que no nos vengan con el cuento de
los responsables de lo que pase a partir del plebiscito es por culpa de los que
votamos por el NO como ya se está escuchando.
Toda Colombia sabe que no estamos contra la paz, sino
contra alguno de los acuerdos y esto es lo que se va a negociar. De ahí la insistencia de la Gurissati en la
entrevista que le concedió Álvaro Uribe sobre cuál sería la pregunta clave que
le haría al presidente en su encuentro,
a lo cual el respondió que si él como cabeza de este gobierno, tenía ánimos de
renegociar. Amanecerá y veremos
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