Abril 25 de 2019
Crónica leticiana
“152 años de lucha y aún no se ven los
resultados”.
Con una salva virtual de 14 cañonazos, quiero saludar hoy a la ciudad más
austral de Colombia llamada Leticia y a todos sus habitantes por la grandiosa “celebración de sus 151 años de fundación”.
Han sido 151 años de ardua lucha abriéndose futuro a brazo partido a
través de su rio y de su selva ayudada por las manos laboriosas de
indígenas, colonos, comerciante y aventureros quienes desafiando las
inclemencias del clima y las enfermedades tropicales con la malaria a la
cabeza, se atrevieron a arraigarse en ese trapecio para sentar un precedente de
que no hay ninguna empresa imposible cuando se tienen las ganas y la
buena actitud de llevarla a cabo.
Y de ahí viene la génesis de Leticia, quién comienza su
odisea por ser la ciudad representativa de Colombia en esa frontera tripartita
a orillas del gran rio-mar del Amazonas y enclavada en ese tapete verde llamado
selva amazónica, lugar en donde todo es difícil de hacer, pero nada es
imposible desde que se tenga la convicción, el sentido de pertenencia, el
coraje y sobre todo, la voluntad política para hacer algo por la
región.
Dejemos atrás años de lucha y visualicemos la situación un poco más cerca,
40 años atrás, fecha desde la cual la ciudad a pesar de haber sufrido cambios
significativos, que en vez de haber favorecido ese paraíso natural, más bien le
complicó la vida a sus habitantes con la implantación de un modernismo que
desdice mucho de la calidad de vida innata que nos brindaba esa hermosa tierra
de promisión.
Y si a eso le agregamos la declaratoria de departamento por parte del
gobierno, que arribó con todas sus artimañas, como elecciones populares para
gobernador y alcalde, la lejanía que nos separa del gobierno
central, el olvido por parte de algunos entes gubernamentales y
sobre todo como ciudad de castigo para los funcionarios deshonestos crearon un
ambiente propicio o caldo de cultivo para que la bonanza cocalera con su germen
de corrupción se apoderaran de la ciudad, naciendo desde allí esa
decadencia que viene sufriendo la región en la mayoría de sus estamentos,
empezando por los entes de control, en donde el dinero juega un
papel importante para crear pantallas que obnubilan la visión de los llamados
a ejecutar acciones de ley a favor de sus protegidos.
Basta observar la degradación gubernamental que se sigue presentando
la cual nos da ese honroso puesto nada halagüeño, de ser una de las ciudades
más corruptas de Colombia.
No voy a ser repetitivo con este tema pues por ustedes, es bastante
conocido, y del cual no han querido tomar los correctivos, porque
infortunadamente esa continuidad corruptiva es la que da los réditos a los que
manejan la administración.
Que esta celebración los motive a pensar un poco más en su tierra que no
merece la suerte que está viviendo y que al hacer los comparativos
a la fecha, con cabeza fría, analicen si la ciudad ha avanzado o por el
contrario se ha estancado en el tiempo porque a algunos no le interesa subsanar
los problemas que se viven porque ellos son el sustento de los politiqueros de
oficio quienes como dije, ven en esta “indiferencia” las ganancias que
acrecientan su peculio.
Que estos 151 años de lo mismo, los lleve a tomar conciencia para que
ese paraíso llamado Amazonas y por ende su capital Leticia, no siga en el
retraso que viene padeciendo por culpa de unos inescrupulosos,
quienes con la anuencia y la permisividad de ustedes vienen, desde hace
muchos años, malversando el dinero de los amazonenses sin que se avizore
progreso alguno, si no la “decadencia” de esa hermosa tierra.
Cada quién es libre de escoger su calidad de vida o su modo de morir
y parece que ya ustedes escogieron.
¡Es hora de reflexionar! De pensar con la partícula “Mega” y no “Micro”
porque Leticia es “LA CAPITAL DEL DEPARTAMENTO DEL AMAZONAS” así en mayúsculas,
para que el mensaje les quede en el subconsciente.
Javier Londoño
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